El sacerdote Alberto Cutié, batió records entre la audiencia hispana de EE.UU. Los invitados a su programa confesaban sin cortapisas su afición al sexo, cómo pegaban a su cónyuge, su incontrolable deseo de robar, cómo abandonaron a sus hijos, los hermanos con los que se acostaron, las drogas que poco a poco los consumieron... Seleccionado entre 500 aspirantes, este cura responde: "Si Jesucristo estuviera aquí, estaría en la televisión tratando de elevar la Humanidad". Todo iba bien, la vida le sonreía a este shouman, hasta que la revista "Farándula" en su edición 646 del 14 de mayo de 2009, publicó unas fotografías donde aparecía el Padre Alberto acariciándose con una joven en una playa de Miami. A raiz de estos hechos, es relevado de su cargo en la parroquia de San Francisco, en el sur de Miami Beach. El sacerdote abandona la Iglesia Católica y se hace miembro de la Iglesia Episcopal.
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