Luis Dueñas Herrera
El 4 de octubre de 2009, el diario de Burgos se hace eco de la situación por la que atraviesa Luis Dueñas Herrera, ingeniero burgalés de 39 años, empleado de "Espina, Obras Públicas", destinado en Ruanda desde 2005 para la realización de varias infraestructuras de abastecimiento y depuración de agua. Fue detenido por la policía ruandesa en marzo, y desde entonces se encuentra internado en la prisión central de Kigali.
Luis era delegado en Ruanda de la citada empresa y desde Junio de 2005 ejercía, además, como Cónsul honorario en funciones, ya que en Ruanda no hay embajada española y la responsable es la embajada en Tanzania.
Texto recogido de la página habilitada para solidarizarse
"Algo tan trivial como el impago de los aranceles aduaneros de una partida de baldosas enviada a Ruanda, que no constituiría más que una mera infracción de índole administrativa, ha sido instrumentalizado hasta el punto de construir todo un proceso penal en el que el pobre Luis, aún siendo un simple empleado, ha acabado cargando con toda la responsabilidad".
"El gran problema, al margen de la injusticia cometida, es que nuestro buen amigo se encuentra delicado de salud. Luis padece una afección pancreática que le provoca hipoglucemia y que requiere un tratamiento y unos controles médicos continuados y exhaustivos, así como una dieta regular de tres comidas diarias, que desgraciadamente el régimen penitenciario de la prisión de Kigali no le provee, pues en realidad sólo recibe una comida al día y a veces en mal estado. De lo que le dejan entrar del exterior, Luis acaba compartiéndolo con sus compañeros de encierro. Es por ello que en las condiciones actuales de su internamiento, y por más que esté siendo asistido por un compañero de su empresa y la comunidad de religiosas que le ha amparado desde su arresto, la precariedad de los medios penitenciarios y sanitarios ruandeses resulta todo un riesgo para su salud".
Foto: Luis Dueñas en Queen Elizabeth Park de Uganda, realizadas por José Cendón, fotógrafo secuestrado por los piratas somalís