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Cinco horas con Mario
El día 26 de diciembre de 2024 viajé a Vitoria para entrevistar a Mario Raúl Geymonat, oriundo de Uruguay. Mario sigue nuestro blog a diario, desde sus inicios, y me apetecía entrevistarle porque, como emigrante, como amigo, se ha ganado un hueco en esta bitácora y nos llevará al conocimiento de algunas cosas que, imbuidos como andamos en tantas contiendas, se nos pasan por alto. He de aclarar que le visito cada cierto tiempo. Vitoria es una ciudad pequeña, tiene su parte vieja que me encanta y por la que me va desgranando en esta ocasión, cómo le sedujo a él también, de qué manera lo acogieron y todo lo relacionado con su vida actual un poco limitada por un accidente.
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Mario Geymonat, uruguayo en Vitoria | Curiosón |
En esta ocasión viajo en autobús y enseguida lo veo en la estación agarrado a su mate -el mate es un componente esencial de nuestra vida, me dice- en aquella mañana helada de diciembre, con su sonrisa que te envuelve. Es un tío grande, corpulento. Pero sobre todo es un hombre bueno. Derrocha bondad y sabiduría por aquellos ojos y a medida que avanza, sin dejar de darle chupaditas a su tanque de mate, me va dando novedades de esa mano magullada que ahora empieza a moverse, mientras nos dirigimos al piso alquilado que comparte con su esposa y su hijo en el barrio de Lakua Arriaga, al Norte de la ciudad. En una de las fotos que hoy subimos al blog se le ve caminando por Vitoria con José Mújica, presidente de su país de 2010 a 2015, ejemplo de “Jefe de Estado” más humilde del mundo, por su estilo de vida austero y la donación del 90% de su salario mensual de doce mil dólares a organizaciones benéficas que benefician a los pobres y a los pequeños empresarios. Miro a todos los lados y no encuentro nada parecido. Mario recuerda con especial énfasis a su paisano Eduardo Galeano que sabe lo rápido que cambia el mundo, las lecciones que nos da de continuo la vida, todo aquello que nos sugiere tomar las riendas, romper las ataduras, juntarnos para pensar, para departir, para amar, en un mundo cada vez más desnortado y distante. Mario no es de los que pasan de lado, no es de los que soslayan la adversidad y huyen. Mario es de los que quieren tomar parte, porque lo queramos o no, estamos dentro, estamos vivos, es el momento.

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
Mario Raúl Geymonat, Vitoria, 26 diciembre de 2024
R- Mujica es el referente que tenemos para la Sociedad, para el mundo en los últimos años. El gran referente después de don José Batlle y Ordóñez, del Partido Colorado, un socialista que creó el estado laico, que la iglesia fuera por un lado y el gobierno fuera por otro, trabajó por una reforma de las ocho horas laborales en el Campo, porque los peones rurales trabajaban a destajo pero sin cobrar esas horas extras, pero nunca se llevó a cabo esa reforma. Capaz que tuvo muertes a su cargo, lo digo por los detractores, pero había guerra de guerrillas y pagó la culpa una de las partes. Los que gobernaban no rindieron cuentas, secuestraron gente, mataron, pero no pagaron por ello, salvo casos aislados, prisión domiciliaria como la de Videla en Buenos Aires, que es de risa. Pasó en Argentina, pasó en Uruguay, pero en proporción fue tan cruenta la de Argentina como la de Uruguay.
P.-Siempre en vuestra cabeza el trozo de la tierra que dejasteis. ¿Cómo es Uruguay? ¿Cómo lo recuerdas?
R.- Gente sencilla, de puertas abiertas, más calidez, más cercanía. Pueblos y ciudades chicas... Será que somos pocos tal vez, que nos conocemos casi todos.
P.- ¿Cómo era su vida en Uruguay, antes de emigrar?
R.-Yo allá era autónomo. Yo soy carpintero de profesión. Trabajé los primeros años de asalariado y en el año 85 me establecí en mi pueblo, Florencio Sánchez. Mi pueblo tiene una particularidad. Son dos pueblos en uno. Los divide la vía férrea. Por un lado Florencio Sánchez y por el otro Cardona. A su vez divide dos departamentos, lo que acá son provincias, pero es todo prácticamente lo mismo. Solemos decir, para simplificar, que somos de Cardona, pero en realidad soy de Florencio Sánchez, una colonia de emigrantes piamonteses. Mi bisabuelo, como tantos piamonteses, en la mitad del siglo XIX llegaron al Uruguay y se establecieron. Yo nací en la colonia Miguelete, allí nació mi padre y, por motivos de trabajo, nos trasladamos a Florencio Sánchez.
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Mario, nuestro protagonista, posando junto a la estatua conocida familiarmente como "el coño". | Curioson |
P.-¿Cómo entiendes España? ¿Porqué elegiste España para vivir?
R.-En un principio tuvimos la posibilidad de elegir la ciudadanía italiana, por el legado de mis abuelos. Italia no tiene límite generacional si viene por línea paterna; es más, hasta mis nietos, mis biznietos tienen la ciudadanía italiana y la posibilidad de entrar allí era diferente a la de venir sin papeles. Fue mi primera intención, ir a Italia, en la provincia de Turín, pero allí la economía estaba peor. Con mi señora, integramos un coro allá en Uruguay y nos invitaron en 1999 a una semana coral que se organizó en Vitoria. Y nos gustó mucho. Seguimos manteniendo contacto con los amigos, entonces por carta, postales de navidad, nos llamábamos para los cumpleaños. Entonces no había internet. Aquí conocimos un matrimonio, que eran guías de la semana coral, siempre se ofrecieron y nos abrieron sus manos para recibirnos. Era el año 2003. Yo tenía 43 años.
P.-A mi me gusta Vitoria. Ya sabes que vengo a menudo. Pero ¿Cómo la ves tu?
R.- Mira, salimos, vemos sitios bonitos, lo pasamos bien, pero no hay mejor cosa que ver los carteles que anuncian la entrada en Vitoria. Y es bonito San Sebastián y es bonito Bilbao, y todo tiene su encanto, pero para el día a día, para vivir, no lo cambio. Yo soy de pueblo, me costó mucho adaptarme a vivir en un piso, a no pisar la tierra blanda, el pasto del rocío de la mañana, pero somos animales de costumbres y a todo nos acostumbramos.
P.-Muchos recuerdos...
R.- Miles de recuerdos. Llegamos a Vitoria un 25 de mayo de 2003. Mi equipaje era una maleta grande de viaje, la matera con el termo y el mate y la guitarra, que era mi llave de abrir puertas. Y todo por la música, que abre puertas, elimina fronteras...
P.-Con el coro hacías actuaciones fuera de Uruguay?
R.-La primera salida que hicimos al exterior fue a Mendoza (Argentina), un festival que se llamaba "canta pueblos". Como doscientos coros que había. ¡Impresionante! Como mil doscientas personas. Una locura Después viajamos a Brasil un par de veces, viajamos a México, para actuar en el primer Festival de Puebla, que se sigue haciendo todavía. Y vinimos a España, que nunca sabremos cómo llegó la invitación desde acá a nuestro pueblo.
P.- El mate para vosotros es vida. Siempre te veo a cuestas con el mate.
R.- Siiii. Sobre todo para el uruguayo. También para Argentina. Esto es de origen guaraní. Esto lo tomaron los indios guaraníes. Los jesuitas, en su momento, ayudaron un montón en el sentido de hacerlo más industrial, cosa que los españoles empezaron a verlo mal hasta expulsar a los jesuitas. Después, con todas las prohibiciones, se expandió hacia el sur, hacia el Rio grande, hacia Brasil, donde también toman mate. Estoy seguro que Ronaldihno, el jugador de futbol, debe tomar mate. Y la hierba que consumimos viene toda de Brasil, En Uruguay no hay plantaciones, sin embargo, en proporción es el país que más mate toma.
P.- ¿Tú crees que España debe pedir perdón por su pasado ante Latinoamérica por las acciones de los descubridores?
R.- Esa historia no se puede cambiar. Y no es por esquivar el bulto, nos vemos tan poquitos y tan insignificantes, lo decía Mujica, "Uruguay es un capricho de la historia", la creación de Uruguay para el Atlántico Sur no fuera solo de dos potencias. Los únicos que le echaron el ojo y a quienes realmente les importó, "la banda oriental" como se llamaba cuando el virreinato, fue Inglaterra, porque tiene el mejor puerto de Sudamérica; vamos a entendernos, el mejor puerto natural, por la bahía a resguardo de los huracanes, cosa que no pasa en Buenos Aires o en los Puertos de Brasil. Entonces España en Uruguay no intervino como para tener ese odio, o resquemor.
Además, no es todo bueno ni todo malo, yo pienso que habría que buscar un equilibrio. Hoy día, ¿Qué puedes reclamar? ¿Y qué mejora si dices perdón?
P.- Eres lector diario de nuestro bitácora ¿Qué es lo que más te gusta de Curioson?
R.- La historia de los pueblos, los personajes, los dichos, los refranes. El otro día leía lo que significaba Tijera, que son los palos que se ponen en el techo. España es tan grande y tiene tantas culturas diferentes que a veces en un lado se llama de una manera, en otro de otra... Nosotros allá absorbimos de todas las culturas, puede ser aragonesa, cántabra, asturiana, leonesa... Allá, por ejemplo, comemos Gofio, el Gofio es canario y Canarias pertenece a España...
En Alba con Valentín
Mientras elabora un cigarrillo con el tabaco de liar, y después de recordar nuestros años primeras de Bachiller, cuando los padres te despedían con lágrimas y tú derramabas las tuyas sobre el hombro de algún compañero comprensivo. Valentín Presa acepta -no sin ciertos reparos- entrar a formar parte de esta sección, fiado siempre de mis buenas intenciones. Unos meses atrás se había visto desbordado por el caso de la escolarización de su hijo Pablo. En algunas instancias trataron de arreglarlo ofreciendo dinero, pero Valentín dijo que no, que él únicamente quería una escuela para su hijo Pablo. Un comentario en el programa de Iñaki Gabilondo desborda el asunto puesto sobre la mesa y comienzan a lloverle cartas y paquetes, cuando Valentín lo único que pedía era una escuela.
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Valentín Presa | Ganadero | Alba de los Cardaños Norte de Castilla, lunes, 28 de 0ctubre de 1996 |
Le pregunto por su época en la Universidad. “Me tocó una época de muchos cambios, pero conservo también buenos recuerdos. Quizá, una de las situaciones que viví con mayor intensidad fue las manifestaciones antinucleares. Recuerdo que una saga de estudiantes palentinos llevaba como lema una teta y un pene de cerámica y gritaban: «polla y teta sí; nucleares, no». Al final, siempre había palos.”
"Un día recapacité y me di cuenta que mi medio de vida podía ser la montaña. Después de la mili, que hice en Sevilla, me vine a Cascón de la Nava, donde se estableció mi familia, y allí fui aprendiendo cosas. Pero aquél no era mi sitio. Un día llegue hasta Alba, y un poco a lo loco, a lo mejor por la edad, me lancé a la aventura consciente de que mi futuro era éste.
-Usted ha dicho, a raíz del problema de la escolarización que le surgió con su hijo Pablo, que aquí estamos dejados de la mano de Dios. ¿Esto es un infierno? "No, tampoco es eso. Somos muy pocos. Somos pocos votos. Fuera del bar protestamos poco. Oficialmente no existe un colectivo que nos apoye en serio y al mismo tiempo falta conciencia de que existan esas carencias que realmente existen. Primero te quitan el maestro, después la escuela, luego se marcha el cura y el médico, que dice que viene siempre y cuando los aboneros se erradiquen del pueblo.”
A la gente que tenga idea de venir se lo ponen muy difícil. Lo afirma una familia que decidió vivir en ella y que fueron experimentando en sus carnes todas esas carencias de las que hablaba Valentín hace 30 años.

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
Capitulaciones, 1895
El municipio de Guernica y Luno surge en el siglo XIX cuando se unen administrativamente la anteiglesia de Luno y la villa de Guernica, fundada en terrenos pertenecientes a Luno, si bien cada entidad conservaría su derecho propio; la anteiglesia el derecho foral de la Tierra Llana de Vizcaya, y la villa el derecho común castellano. Esa es la nota que a groso modo cuentan los rincones donde se habla de la historia de este lugar. Pero cada pueblo tiene a su vez pequeñas y curiosas historias que te ayudan a comprender lo que preocupaba en aquel tiempo.
Entre los muebles y utensilios que reciben los herederos se citan varias camas con sus mudanzas; seis sábanas valoradas en 42 pesetas; ocho camisas en 32 pesetas, además de varios vestidos y toquillas. Se cita unos corsés valorados en diez pesetas; mantillas, dieciocho; tres pares de zapatos, doce; un paraguas, seis; seis estampas valoradas en nueve pesetas, una saya, dos cestillas y entre la numerosa cacharrería, un barreño valorado en 6 pesetas; una artesa, cuarenta y cinco; una cómoda, setenta; una balda, cuarenta; y una mesa de alcoba entre otras muchas bagatelas. Dice el Notario: “a mi lectura íntegra y en voz alta y enterados de su contenido lo aprueban en todas sus partes, firmando con los testigos los que saben, y no firmando cuatro de los presentes que manifiestan ser analfabetos”. Parece que fue ayer y qué vuelta ha dado todo en ciento veinte años.
Peridis
Es muy controvertido pedir aplausos para los demás, aunque sean muy merecidos. Porque no a todos le cae bien, no todos votan a su supuesto partido favorito; no todos participan o entienden el esfuerzo que ha hecho para recuperar el patrimonio de su provincia, de su tierra, que es la nuestra. Hoy a todo le sacamos filo y todo se lleva a la escena política, a las simpatías que uno muestra hacia un determinado partido o hacia un medio de comunicación que ha perdido su neutralidad para convertirse en defensa a ultranza de una organización.
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José María Pérez "Peridis" | @Visto en la GuiaGo |
Javier Moreno Lázaro, catedrático de Historia e Instituciones Económicas por la Universidad de Valladolid, hacía un canto a finales de octubre de José María Pérez “Peridis”, embajador de la montaña palentina, a quien debemos la reparación de muchas iglesias de nuestro entorno, el auge del románico, la restauración del Monasterio de Santa María la Real, y tanta promoción de un arte que se ha convertido en nuestra mayor esperanza.
Javier Moreno nos ha interpelado a todos, nos ha zarandeado para que le digamos el motivo de ese silencio, de ese letargo que nos impide mencionar al artista, condecorarle, dedicarle una calle… Nada.
Insisto en la controversia porque ya no hay ideas diferentes, ya no hay partidos con propuestas distintas, solo vemos enemigos de España en quienes militan en otro frente, y en estas condiciones un recorrido muy breve ha de tener el reconocimiento a quien debemos el mantenimiento y la universalización de este extraordinario patrimonio que tenemos y que publicitamos en la medida de nuestras fuerzas.
Además, yo creo que Peridis no pretende reconocimientos de nadie. Ha hecho lo que ha podido, lo que le pedía el cuerpo y el sentido común, aplaudido y apoyado por mucha gente que deja un momento las suposiciones y las inclinaciones de cada uno para fijarse en el hombre.
Si es cierto que un aplauso o una mención alimentan el ánimo, pero un artista, un románico como él seguirá romanizándose y romanizándonos hasta el final de sus días al margen de un reconocimiento. El amor hacia algo o hacia alguien se demuestra andando, sin esperar esas recompensas que propone Javier, por otra parte, tan merecidas.

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
A la memoria de José Miguel Prieto, “El Capitán”
Muchos momentos de su vida los ha pasado en su segunda
vivienda de San Salvador de Cantamuda.
Una seguidora de Curiosón ha querido dejar unas palabras a la memoria de Miguel Prieto, montañero que perdió la vida el día 31 de octubre de 2024, después de hacer cumbre, al caer por la cara norte del Pico San Carlos en el Macizo de Ándara, en Picos de Europa (Cantabria).
Todo lo que hacías lo hacías con pasión. Amante del monte, de la bici, de la escalada, del mundo… Muchas cumbres a tus espaldas. Esa clase de persona que no pasa por tu vida sin dejar una huella. Era imposible no verse arrastrado por tu luz, tu valentía, tu hospitalidad, tu optimismo. Para ti no existía la palabra derrota, no había resignación ni rendición. Tenías una luz especial. Con las emociones a flor de piel, llorando de tristeza y de alegría. Siempre buenas palabras, buenos pensamientos.
Tus aventuras podrían tener un periódico propio, pero solo tenemos este espacio para recordarte. Siendo así nos vemos en la obligación de compartir con el mundo un pequeño pedazo de ti, ese que has dejado en todos los que te conocimos. Dicen que todos tenemos una fachada, pero tú eras la excepción que rompía la regla.
Un primer contacto bastaba para percibir esa luz que solo transmiten las personas especiales, esas cuya huella es imborrable. Era imposible no verse arrastrado por tu pasión, tu hospitalidad, tu vitalidad y tu optimismo. La vida era para ti un aventura que había que exprimir al máximo. Y vaya si lo hiciste.
Pocos picos habrán quedado sin tus pisadas, pocas paredes sin la marca de tus manos, pocos caminos sin las huellas de tu bici.
Por muy alta que estuviera la cima, por muy difícil que fuera el obstáculo, la rendición no era una posibilidad para ti. No había resignación ni derrota. (La emoción y el riesgo estuvieron siempre por encima del miedo, también en un final digno de la vida que habías decidido vivir).
Eras un amante del mundo y nosotros los afortunados testigos que han asistido a tu paso por él.
Sería un delito guardarte el duelo desde el salón de casa envueltos en lágrimas, tu recuerdo merece ser llevado de nuevo a aquellos rincones que descubriste y a aquellos otros que quedaron a la espera.
Así que, a partir de ahora, y en el mejor de los homenajes, los senderos que recorramos, las cumbres que conquistemos, todas llevarán tú nombre.
Hasta siempre, capitán.
Mariano Haro, in memoriam
Fallece en Palencia, a los 84 años, el gran genio de las
pistas españolas, pura picaresca e inteligencia.
— Carlos Arribas, El País, 27 julio 2024
'El León de Becerril' llegó a ostentar los récords de España de
3.000, 5.000 y 10.000 metros y rozó la medalla olímpica
en Múnich 1972 cuando consiguió un cuarto puesto.
— Fernando R Carreño, Marca, 27 julio 2024
Aunque nació circunstancialmente en Valladolid, toda su vida
transcurrió en Becerril de Campos (Palencia), donde llegó a
ser alcalde desde 1979 hasta 2003.
—Alberto Calleja, AS, 27 julio de 2024
—Alhama de Murcia (Murcia) —Madridejos (Toledo)—Priego de Córdoba (Córdoba) —Rute (Córdoba)—Guillena (Sevilla) —Roquetas de Mar (Almería)
—Calles con el nombre de Mariano Haro
Mucho se ha escrito de las hazañas de Mariano Haro. Alfonso Santamaría, palentino entregado a todo lo nuestro, escribe en "curioson" sobre la figura de nuestro insigne paisano, que nació en Valladolid, pero a los pocos meses sus padres se trasladaron a Becerril de Campos, donde vivió. Jesús Odriozola, que me sigue desde Guipúzcoa desde hace muchos años, escribe en los comentarios: “Era un gran deportista, pero como persona era todavía más grande.”
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Mariano Haro Cisneros [Valladolid, 27/05/1940]-[Palencia, 27/07/2024] | |
No le conocí personalmente, pero por el recuerdo de los demás, preparo una semblanza que sirva de homenaje a este fenómeno que creció y vivió en la Tierra de Campos. Haro fue referencia de nuestro atletismo en los 5.000 metros, los 10.000 y el Campo a Través. Los dieciséis kilómetros que separan a Becerril de la capital los libró corriendo muchos días, de ahí su rostro, hecho a los caminos y a los vientos. “Liebre”, “Lazarillo de Tormes”, “Antílope de Becerril”, uno de los mejores palmarés de la historia del atletismo español, en algún momento, la sexta mejor marca de todos los tiempos. Antonio Hermoso, Cándido Alario, Pepe Haro, Gerardo Cisneros y Santiago de la Parte dicen los cronistas que le ayudaron a brillar.
Escribe Luis Miguel de Dios después de entrevistarle: “Descubrí a un hombre de una inteligencia natural extraordinaria, a un paisano de pueblo que presumía de serlo y que sabía sustituir sus pocos años de escuela por una intuición genial y una preparación vital enorme”. Méndez de Vigo, ministro de cultura: “Su respeto y admiración por una vida dedicada tan fructíferamente al deporte, le han convertido en uno de los grandes deportistas españoles del siglo XX”.
Emilio Pérez de Rozas, periodista deportivo nacido en Barcelona: “Acaba de morirse el más grande, el padre de todos, el mejor, el único, el pionero, el precursor, el que lo ganaba todo, el que los ayudaba a todos, el que daban vueltas sin parar a las plazas de toros para llevarse un sueldo a casa y ayudar a la familia.”
Carlos Toro, en un artículo soberbio, describe con pasión el papel de este paisano nuestro, hombre y metáfora de la España interior, de la Castilla extremosa que produce atletas sacrificados: “Mucha gente no lo sabrá. Pero nosotros, los españoles, los que lo conocimos, los que leímos sobre él, los que escuchamos sobre él, sí. Nosotros, entonces, ahora y siempre, sí.”
Para saber más, en "curioson"
Recuerdos de Mariano Haro | Palencia en mis recuerdos | Alfonso Santamaría | 1305👀

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
Rabeladas
Si tecleas Miguel Rabel en Google te encuentras con un personaje auténtico dedicado al estudio y la puesta en escena del rabel. Es uno de los escasos promotores de este instrumento introducido por los árabes. Entre los que alcanzaron renombre, bien por la modificación de la tipología, bien por la sonoridad de este instrumento, se encuentra el rabelista purriego Pedro Madrid, nacido en Tresabuela, constructor de rabeles y en la última etapa profesor de rabel en la escuela de Folklore de Torrelavega; también se cita a Alfredo González Largo, de Salas, en la Montaña Oriental Leonesa, o a los toledanos Heliodoro Pulido, de la Calzada de Oropesa; Faustino Espejel, de San Julián o Victoriano Petaco, de Lagartera, estos dos últimos rabelistas que aparecen en las grabaciones realizadas por SAGA, la misma casa que grabó una de nuestras propuestas de folklore perniano hace ya varios años.
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Miguel Rabel, en la Primera Feria de la Cerveza, celebrada | el 13 de octubre de 2024 |
Conozco, porque me pillaba a quince kilómetros y porque me he acercado varios años, el Certamen de Rabel del valle de Polaciones, una de las mayores concentraciones de rabelistas del país.
Lo cierto es que nuestro rabelista se ha dedicado en cuerpo y alma a este instrumento, ha sido integrante y fundador de varias formaciones de Música Tradicional, como Almacántaro, y Patas de Peces, con los que ha grabado varios discos y hemos tenido la suerte de disfrutar de algunas de nuestras rabeladas o lo que conocemos por Coplas Populares en la primera feria de la Cerveza celebrada a mediados de octubre en Cervera de Pisuerga.
Allí entre copla y copla, nos va poniendo en escena el mantenimiento de este instrumento que a punto estuvo de desaparecer en los últimos años del pasado siglo.
Cuando el grajo vuela bajo
hace un frio del carajo.
Cuando ya no ves gorriones
hace un frio de cojones.
Cuando se emborracha un pobre
se le dice el borrachón,
y si se emborracha un rico,
qué animado va el señor.
Allá va la despedida,
que le cantan los “Menistros”,
que sin dar un palo al agua
se llevan el “suministro”.
Cuando el grajo vuela bajo
hace un frio del carajo.
Cuando ya no ves gorriones
hace un frio de cojones.
Cuando se emborracha un pobre
se le dice el borrachón,
y si se emborracha un rico,
qué animado va el señor.
Allá va la despedida,
que le cantan los “Menistros”,
que sin dar un palo al agua
se llevan el “suministro”.

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
Con Eusebio, de Ventanilla
A algunos protagonistas no los conocía de nada, como a Eusebio. Alguien me lo sugirió y un día me trasladé hasta el barrio bilbaíno de Rekalde, donde vivía con su familia. Fue la primera y la última vez que vi a Eusebio. Lo que prueba lo corta y curiosa que es la vida. A sus noventa años, Eusebio, cantero de profesión, recuerda su trabajo en la construcción de los pantanos, el ayuntamiento de Cervera, la Plaza de Don Carlos, el puente de Vañes. “En el ayuntamiento de Cervera nos pasó una cosa muy curiosa. Numeramos las piedras para colocarlas por el mismo orden, pero cuando estuvo la piedra almacenada en la calle, se perdió la pista. Llevábamos dos metros de fachada y nos faltaba mucha piedra. Se tiró todo y se desplazó hacia atrás para dejarlo como está actualmente.”
No podía desaprovechar la ocasión de recoger para la historia, esos datos que dejamos perder porque consideramos que no tiene importancia, que a nadie le interesan. Todavía se publican libros sobre la Guerra Civil y a mí me gustaría saber cómo se vivió en Ventanilla. “Las pocas armas que había en el pueblo -recuerda Eusebio- estaban en mi casa: cinco escopetas de caza. Yo era presidente de la Junta Vecinal y teníamos una caja de cartuchos. ¡Qué podíamos hacer con eso! La guerra nos dio mucho trabajo. Y recuerdo que todos los vecinos íbamos a llevar la leña con los carros a Cervera. O estacas para las alambradas.”Lo cierto es que Eusebio desarrollo la mayor parte de su trabajo en Cervera. ”Algunos bordillos los labramos en la Cantera de los trillos, en Ventanilla. La piedra de la casa de las Candelas, por ejemplo. En la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo se hizo nuevo el tejado, con vigas de hierro, y se levantó la torre…” y deja al final una sentencia que nos hace pensar: “Todavía nos tienen envidia porque lo pasamos mal”.
Entrevista más amplia en Orígenes

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
En Lores con Carmen Luisa
Buena parte de ese sentimiento que expongo y que me lleva, viene precedido de las conversaciones mantenidas con personas que me cautivaron por su trayectoria. No quiere decir que todos los demás sobraban, pues todos se complementan y abundan en afirmar lo que necesitamos para seguir creciendo. Estas personas son influencer de su tiempo, cuando las redes sociales no existían y se necesitaba pedir ayuda elemental para estos pueblos tan alejados y tan desconocidos en su propia provincia. Lores es un pueblo de la Pernía, a cinco kilómetros de San Salvador que contaba con 172 habitantes en 1970. Será en 1976 cuando se constituya el municipio nuevo en San Salvador que integrará también al de Redondo-Areños.
Carmen Luisa, que nació en Camasobres, todo lo encontró en Lores, después de tantas ausencias en su vida. Aquí encontró pareja, aquí tuvo a sus hijas y aquí se aferro al trabajo del campo. “Creo que no hay otra manera de conseguir la superación: Todo lo que tengo se lo debo al trabajo”. ¿Tú a quién le echas la culpa del abandono que sufren estos pueblos? - le pregunto. “Yo creo que si nosotros mismos no intentamos valorar esto que tenemos, nadie lo hará. Tenemos que luchar por las costumbres que nos han dejado, que son nuestras raíces..., aunque hay que modernizarse.” “Si hay que ir con las vacas, vamos con las vacas; a leña, pues a leña, pero a mí que no me venga nadie diciendo que ellos vienen a guardar esto, porque somos los que estamos aquí los que lo hemos cuidado. Esto está perfectamente bien como está, no necesitamos cambiarlo con parques ni con historias raras.”¿Tú matarías al oso? “Yo, no. Llevo quince años aquí y lo he visto tres veces. “Una vez en la vaguada de los collados, hace pocos días y en otra ocasión a la entrada de las Tenadas. Me parece bien que las personas que cuidan al oso, si les pagan por ello, lo sigan haciendo, pero a mí no me inmuta, me parece normal, como las personas, ¿por qué tanto cuento con el oso?”. Finalmente, ¿Qué se echa de menos en un pueblo como Lores? “ Un rato en un bar, un tele-club, un parque infantil, gente de mi edad para cambiar muchas impresiones.”
Entrevista más amplia en nuestro blog de Orígenes

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
En Vado con Modesto
Yo quería dejar constancia, a través de los protagonistas, del desempeño del trabajo en aquella isla que me parecía la montaña, rodeada por todas partes de dificultades y distancias. Y algunos oficios que con el paso del tiempo nos da la impresión de que han perdido su razón de ser, como el cartero. “Con todas esas historias del progreso, la gente ya no escribe cartas”. Eso me dijo Modesto en Vado, a las puertas de su casa, cuando todavía no se recibía internet, ni había redes sociales, ni nos encandilaba ningún gurú. Pero Modesto ya percibía el cambio antes de que internet llegara a los móviles en 2005. Yo creo que ahora se escriben más cartas que antes, llegan en unos segundos al destino y no hay viento ni tempestades que lo impidan.
Eso si, como las fotos, se van acumulando y acaban perdidas en una carpeta que no volveremos a revisar en años. Incluso, cuando ha pasado un tiempo, para ganar espacio ante un evento nuevo, echamos a la papelera todo lo que se ha ido amontonando en la memoria sin revisar. “Mi padre fue cartero toda la vida, -me cuenta Modesto-, hacía el Servicio con una burra y cobraba setenta y cinco céntimos.” “Yo cogí el oficio por herencia, iba en bicicleta a llevar las cartas y ya ganaba 240 pesetas al mes.”
Suele ocurrir y con más motivo entonces, que algunas cartas tardaban mucho en llegar a su destino, pero Modesto asegura que, normalmente, se entregaban en el día. “Yo las recogía en la estación y hacía el reparto enseguida, si exceptuamos algunos días de invierno”. Le pregunto también por el Concejo. A veces, en pocos kilómetros, cambian las costumbres, aunque son muy similares a las que se manejaban en todos los pueblos de la montaña. “Antes todo se limitaba al trillo, al arado romano. Llegaba el invierno y todo el pueblo a hacer arreglos de caminos, a enderezar portillos, a recoger la leña…”
Al final de la entrevista llega ese tiempo para la nostalgia. Quiero saber si tuvo alguna oportunidad para emigrar en un tiempo en el que todo el mundo emigraba, y la respuesta ya te deja pensando: “Es verdad, yo me pude haber ido, pero aquí está todo lo que amo”. Por amor se puede cambiar el mundo, como dice una sonada melodía.
Suele ocurrir y con más motivo entonces, que algunas cartas tardaban mucho en llegar a su destino, pero Modesto asegura que, normalmente, se entregaban en el día. “Yo las recogía en la estación y hacía el reparto enseguida, si exceptuamos algunos días de invierno”. Le pregunto también por el Concejo. A veces, en pocos kilómetros, cambian las costumbres, aunque son muy similares a las que se manejaban en todos los pueblos de la montaña. “Antes todo se limitaba al trillo, al arado romano. Llegaba el invierno y todo el pueblo a hacer arreglos de caminos, a enderezar portillos, a recoger la leña…”
Al final de la entrevista llega ese tiempo para la nostalgia. Quiero saber si tuvo alguna oportunidad para emigrar en un tiempo en el que todo el mundo emigraba, y la respuesta ya te deja pensando: “Es verdad, yo me pude haber ido, pero aquí está todo lo que amo”. Por amor se puede cambiar el mundo, como dice una sonada melodía.

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
Con Marciana en Lores
Se entiende por folclorista a quien estudia y conoce todos los movimientos tradicionales de una comunidad. Sobre todo, a quien sabe transmitirlo en forma y tiempo para que los que vienen detrás lo conserven y a su vez lo transmitan. Hace algún tiempo les hablaba de Carmen, que vivió a la entrada de Santamaría de Redondo, familia del perniano Gregorio Mier Terán, que emigró a México y llegó a emparentar con los príncipes de Mónaco. Pues Carmen era una auténtica folclorista por el conocimiento de costumbres y ritos.
Como lo era Marciana, encuentro que hoy rememoro, treinta años después, en su casa de Lores, muy cerca de la Casa del Arco, edificio que data del siglo XI, que fue mandado edificar por un monje de la Abadía de Lebanza, a quien se le atribuye la propiedad de San Roque, una rústica ermita cuya espadaña asoma entre las casas de la localidad y que ejerce actualmente de iglesia parroquial.
Marciana de Cosía era una mujer documentada en las costumbres de este pueblo por donde en tantas ocasiones subimos los de San Salvador al puerto de Pineda. Pero hay algo de todo lo que cuenta que no te sorprende. “Ya nada es igual. Aquella alegría, aquel folklore ya no existe.” Y le preocupa a últimos del siglo pasado, cuando la entrevisto, la deriva que va tomando allí la vida, el escaso interés de los vecinos, como si leyera el futuro. “Todas las cosas que se hacen en los pueblos reviven cuando se llega a mi edad”. “Se bailaba en el portal, hasta cuando llovía. Incluso, se bailaba en albarcas.” “Yo le veo totalmente cambiado: en las costumbres, en la convivencia. Antes nos ayudábamos más unos a otros; pedíamos y nos arreglábamos entre todos." "Ahora, como todos disponen de cinco duros, nadie se rebaja ante nadie.” “Por ejemplo, aquí se metía el prao del toro y todos iban a recogerlo. Iba un vecino, lo segaba, le llevaban el almuerzo y, donde no había varones iban las mujeres a dar vuelta para recogerlo al día siguiente”. ”Recuerdo una nevada muy grande el día de San José. Tuvimos que hacer un túnel para salir de casa. Aquel año dimos los aguinaldos a los que venían a cantar las marzas, por la ventana.” Marciana recordaba cuando venían los de "Dobres" a por vino a la Venta Urbaneja, con carros que tenían ruedas de madera y cómo, los de Lores, iban a encuartarlos para que pudieran subir "descansaburros" y llegar a Tañuga.

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Marciana de Cossío | folclorista | Lores Norte de Castilla, domingo, 19 de febrero de 1995 |
Marciana de Cosía era una mujer documentada en las costumbres de este pueblo por donde en tantas ocasiones subimos los de San Salvador al puerto de Pineda. Pero hay algo de todo lo que cuenta que no te sorprende. “Ya nada es igual. Aquella alegría, aquel folklore ya no existe.” Y le preocupa a últimos del siglo pasado, cuando la entrevisto, la deriva que va tomando allí la vida, el escaso interés de los vecinos, como si leyera el futuro. “Todas las cosas que se hacen en los pueblos reviven cuando se llega a mi edad”. “Se bailaba en el portal, hasta cuando llovía. Incluso, se bailaba en albarcas.” “Yo le veo totalmente cambiado: en las costumbres, en la convivencia. Antes nos ayudábamos más unos a otros; pedíamos y nos arreglábamos entre todos." "Ahora, como todos disponen de cinco duros, nadie se rebaja ante nadie.” “Por ejemplo, aquí se metía el prao del toro y todos iban a recogerlo. Iba un vecino, lo segaba, le llevaban el almuerzo y, donde no había varones iban las mujeres a dar vuelta para recogerlo al día siguiente”. ”Recuerdo una nevada muy grande el día de San José. Tuvimos que hacer un túnel para salir de casa. Aquel año dimos los aguinaldos a los que venían a cantar las marzas, por la ventana.” Marciana recordaba cuando venían los de "Dobres" a por vino a la Venta Urbaneja, con carros que tenían ruedas de madera y cómo, los de Lores, iban a encuartarlos para que pudieran subir "descansaburros" y llegar a Tañuga.

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
A las autoridades
Ya va para dos años, señorías, que les sugería por aquí mismo una visita al Museo de Villabellaco, donde mi buen amigo Herminio Revilla y su mujer, Carmen, explican a todos los visitantes la historia de Palencia, la historia Castilla y León, a través de maquetas en movimiento que su ingenio ha creado. Y vienen a verlo de todas partes: León, Bilbao, Navarra, Barcelona. Un inglés escribió en el libro de visitas: “He visitado museos por todo el mundo y no he visto ninguno como este”.
Ni se imaginan la lucha que Herminio ha mantenido para lograr que su taller llegue con un mínimo de dignidad a nuestros días. Primero fue la señalización. En aquella ocasión hubo suerte, gracias al delegado Luis Domingo González Núñez, burgalés, actualmente Director General de Innovación y Formación del Profesorado. Algo se hizo cuando estuvo presidiendo la Diputación Ana María Asenjo y gracias al trabajo del cerverano Javier Fuertes, entonces en el Grupo de Santa María la Real, se consiguió la categoría de Centro de Interpretación de Patrimonio Cultural. Hay que destacar, siempre me lo recuerda Herminio, el esfuerzo y el reconocimiento del delegado de la Junta actual, que lo conoce y hace lo que puede para que no se quede todo en agua de borrajas. Pero ahora la Diputación ha hecho oídos sordos. Ni siquiera cuando ha venido de visita a Barruelo, pedanía a la que pertenece Villabellaco, se ha dignado acercarse a visitar este museo al que anualmente ayuda sin conocerlo.
Y como la Diputación, de igual modo, han hecho oídos sordos todos los ayuntamientos. ¿Cómo van a prosperar estos pueblos si ustedes son los primeros que ignoran la importancia de contar su historia, si ustedes ignoran a la gente que pasó su vida tejiendo en silencio un hermoso tapiz donde se inmortaliza todo lo que son, todo lo que fueron. Si ustedes ni se han dignado visitar y conocer un museo al que se acercan gentes de toda España… Me dirijo, principalmente, a los ayuntamientos de Aguilar, Barruelo, Brañosera, Castrejón de la Peña, Santibáñez de la Peña, Guardo, La Pernía, Salinas y Cervera de Pisuerga.. Jesús González, alcalde de San Cebrián de Mudá, ya lo conoce, habla con Herminio a menudo y entiende su desesperación. El autor lo que desea es encontrar un relevo, que el Museo pueda servir de lección para todas las generaciones venideras aquí o en otra parte. Lo primero que le dije, cuando lo visité, es que era necesario enseñárselo al mundo, porque quien ve todo aquello en movimiento, no entiende la ceguera de su provincia, la ceguera de su gente. No entiende que con un recurso tan importante como este para el turismo, estemos a punto de anunciar su cierre.

Ni se imaginan la lucha que Herminio ha mantenido para lograr que su taller llegue con un mínimo de dignidad a nuestros días. Primero fue la señalización. En aquella ocasión hubo suerte, gracias al delegado Luis Domingo González Núñez, burgalés, actualmente Director General de Innovación y Formación del Profesorado. Algo se hizo cuando estuvo presidiendo la Diputación Ana María Asenjo y gracias al trabajo del cerverano Javier Fuertes, entonces en el Grupo de Santa María la Real, se consiguió la categoría de Centro de Interpretación de Patrimonio Cultural. Hay que destacar, siempre me lo recuerda Herminio, el esfuerzo y el reconocimiento del delegado de la Junta actual, que lo conoce y hace lo que puede para que no se quede todo en agua de borrajas. Pero ahora la Diputación ha hecho oídos sordos. Ni siquiera cuando ha venido de visita a Barruelo, pedanía a la que pertenece Villabellaco, se ha dignado acercarse a visitar este museo al que anualmente ayuda sin conocerlo.
Y como la Diputación, de igual modo, han hecho oídos sordos todos los ayuntamientos. ¿Cómo van a prosperar estos pueblos si ustedes son los primeros que ignoran la importancia de contar su historia, si ustedes ignoran a la gente que pasó su vida tejiendo en silencio un hermoso tapiz donde se inmortaliza todo lo que son, todo lo que fueron. Si ustedes ni se han dignado visitar y conocer un museo al que se acercan gentes de toda España… Me dirijo, principalmente, a los ayuntamientos de Aguilar, Barruelo, Brañosera, Castrejón de la Peña, Santibáñez de la Peña, Guardo, La Pernía, Salinas y Cervera de Pisuerga.. Jesús González, alcalde de San Cebrián de Mudá, ya lo conoce, habla con Herminio a menudo y entiende su desesperación. El autor lo que desea es encontrar un relevo, que el Museo pueda servir de lección para todas las generaciones venideras aquí o en otra parte. Lo primero que le dije, cuando lo visité, es que era necesario enseñárselo al mundo, porque quien ve todo aquello en movimiento, no entiende la ceguera de su provincia, la ceguera de su gente. No entiende que con un recurso tan importante como este para el turismo, estemos a punto de anunciar su cierre.

LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
Con Elena en Cervera
Para encontrarte con la historia de los lugares, nada mejor que el encuentro con quienes decidieron vivir allí, en un marco incomparable para el silencio más profundo. Ese marco que nos hace recapacitar, y que nos permite el acercamiento a tantos paisanos desde el sosiego. Saber lo que piensan del progreso que les prometieron que, por otra parte, nos ha traído la desaparición de tantas costumbres. Y en eso voy meditando cuando me dirijo al encuentro de Elena García, que estudió en Aguilar y se diplomó en Trabajo Social en Valladolid.
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Elena García | Trabajo Social | Cervera de Pisuerga Norte de Castilla, Domingo, 29 de septiembre de 1996 |
A primeros del pasado siglo, han pasado ya más de cien años, los abuelos de Elena abrieron la fonda Goyetes en Cervera de Pisuerga, tal vez una de las primeras familias que compatibilizaban el turismo rural con la ganadería. Eso me contaba su nieta, que apostó por una renovación de la vivienda conservando su estilo tradicional y rústico. Antes las familias eran más numerosas y había que compatibilizar con todo para llegar a fin de mes. Esta acepción de turismo, siendo muy optimistas, se repite con la tercera generación, y parece que los tiempos van cambiando los hábitos y el turismo rural llega de verdad, de manera que podamos competir y dedicarle todo nuestro tiempo. Goyetes es uno de los más antiguos alojamientos de Cervera de Pisuerga, camino de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Una parte del edificio está destinado a la viviendo particular de los propietarios y el resto se destina a alojamiento turístico.
Mantenemos la entrevista en el salón-comedor, un día de finales agosto a últimos del pasado siglo en el que apetece ya la lumbre, con un café de puchero y unos hojaldres de Cervera. “Todo se puede solucionar si la gente se quedase aquí a vivir de una manera continuada y con proyectos de futuro.” “El turismo rural en Castilla y León es una historia muy reciente y necesita mucha más promoción para afianzarse.” Cuando le insisto en el panorama que se cierne sobre tantos pequeños pueblos, fijándome en Lores y Polentinos donde tanta gente conocí y donde hoy apenas quedan doce vecinos, ella insiste en su teoría de repoblar. “Nos vendría bien ser muchos más de los que somos, para mejorar nuestro hábitat, para implicar más a los políticos, para depositar más votos en la balanza...

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En Angulo con Faustino
En el otoño de 1996 me desplacé desde Bilbao al Valle de Angulo para entrevistar a Faustino Varona, entonces colaborador del Diario Palentino en Valderredible. Angulo es una localidad menor que agrupa siete localidades al noroeste de las Merindades, en la provincia de Burgos. Mi idea era rescatar la opinión de cada gremio y, algunos de los elegidos, como Faustino Varona, se sinceraban tanto, que salían por todas partes esquirlas de dolor, recuerdos y folklore.
No podía encontrar mejor ejemplo que la voz de este sacerdote, que ejerció en Valderredible durante ocho años y que vino a pasar sus últimos días a este rincón de Burgos. “Angulo es un pueblo olvidado por la Administración, con pocos vecinos y un odio a muerte entre ellos que se ha hecho insoportable. Quise hacer algo, empezar a base de paciencia y de buenas maneras, pero todo fue en vano. Aquí no se habla nadie con nadie y la basura nos está cercando”. Por duro que parezca, me estaba describiendo la situación de muchos pueblos. Al olvido de tantas aldeas en su trajín diario, se suma ese “odio a muerte” entre ellos. “Quedamos pocos. Y quedamos los peores”, suelen decirme cuando sale el tema o colación. Y ahonda más allá, en la realidad, la que padecemos todos los que nos hemos decido a contarlo: “La rebelión ya la hemos hecho los que nos exponemos a contar la crónica diaria, y, sin embargo, no tenemos el apoyo de los que defendemos.” Le pregunto: ¿Valderredible es palentino o cántabro? ”Es cántabro, ahora bien, tiene unas entradas palentinas muy grandes en la parte de Báscones de Ebro. La duda se hace muy grande porque mucha gente que viaja en autobús cambia nueve veces de provincia.”
Sus primeras homilías en Galicia le sirvieron de pasaporte para América por donde anduvo veinte años investigando para el Vaticano. No hay pueblo malo, recuerdo que me dijo, pero reconoció que la última misión en Angulo, este apéndice de Burgos, fue la más difícil de cuantas le tocó vivir. Faustino Varona falleció en Santander el día 2 de junio de 2014, a los 88 años de edad. DEP

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Faustino Varona | Misionero | Angulo (Burgos) Norte de Castilla, Lunes, 14 de octubre de 1996 |
No podía encontrar mejor ejemplo que la voz de este sacerdote, que ejerció en Valderredible durante ocho años y que vino a pasar sus últimos días a este rincón de Burgos. “Angulo es un pueblo olvidado por la Administración, con pocos vecinos y un odio a muerte entre ellos que se ha hecho insoportable. Quise hacer algo, empezar a base de paciencia y de buenas maneras, pero todo fue en vano. Aquí no se habla nadie con nadie y la basura nos está cercando”. Por duro que parezca, me estaba describiendo la situación de muchos pueblos. Al olvido de tantas aldeas en su trajín diario, se suma ese “odio a muerte” entre ellos. “Quedamos pocos. Y quedamos los peores”, suelen decirme cuando sale el tema o colación. Y ahonda más allá, en la realidad, la que padecemos todos los que nos hemos decido a contarlo: “La rebelión ya la hemos hecho los que nos exponemos a contar la crónica diaria, y, sin embargo, no tenemos el apoyo de los que defendemos.” Le pregunto: ¿Valderredible es palentino o cántabro? ”Es cántabro, ahora bien, tiene unas entradas palentinas muy grandes en la parte de Báscones de Ebro. La duda se hace muy grande porque mucha gente que viaja en autobús cambia nueve veces de provincia.”
Sus primeras homilías en Galicia le sirvieron de pasaporte para América por donde anduvo veinte años investigando para el Vaticano. No hay pueblo malo, recuerdo que me dijo, pero reconoció que la última misión en Angulo, este apéndice de Burgos, fue la más difícil de cuantas le tocó vivir. Faustino Varona falleció en Santander el día 2 de junio de 2014, a los 88 años de edad. DEP
La entrevista un poco más amplia en nuestro blog de Orígenes
Semblanza de Faustino, por el periodista José Pérez Llorente

LA MADEJA
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En Vado con Vega Antuña
Tenía yo veinte años cuando Vega Antuña se prodigaba en La Voz de Palencia, en el famoso Cimbalillo que se emitía a las dos de la tarde. Entonces mucha gente bromeaba por su manera de contar las cosas. “Dicen que exageraba mucho en las nevadas, pero tengo citas grabadas que se aproximan bastante a aquellas narraciones.” “Voy a contarte una anécdota: mi mujer, hablando de las nevadas, decía que en Piedrasluengas nevaba tanto que mucha gente tropezaba con las chimeneas...y comprobó que era cierto.”
Vega Antuña nació en 1919 en Langreo, La Felguera (Asturias). Fue jefe Administrativo de las Minas de Felipe Villanueva y jefe del Economato que las minas pernianas establecieron en San Salvador: Sanfesa, La Vasco Cántabro, las dos de Redondo, Cuesta, Eugenia y Cobre. Siendo alcalde de La Pernía logró la fusión del Ayuntamiento de Redondo y Lores y le quedó una espinita porque no pudo conseguir la anexión de la Castillería, pueblos que años más tarde pasaron a depender del ayuntamiento de Cervera de Pisuerga. Fue el autor de un lema que sigue utilizándose todavía: «Pernía, paraíso palentino». Y, sobrepuesto a un infarto, pasaba aquellos meses estivales en los que hicimos la entrevista, en su casa de Vado, preguntándose por tantas cosas que desaparecieron, valorando siempre a las gentes que conoció, recordando su Asturias, pero impregnado hasta la médula de estas tierras a las que agradece la acogida y el trato recibido. ¿Qué dejaste en San Salvador?, le pregunto. Y la respuesta no tiene desperdicio: "Muchos amigos y muchas zancadillas de seres envidiosos, sin escrúpulos, y añadiría, sin alma, que fracasados y sin horizontes en la vida, no toleran y sufren porque el compañero, el vecino, e incluso el amigo, triunfa por su talento, esfuerzo y tesón." “La gente de fuera me estimulaba. No era por presumir, ni quería ser protagonista. Lo hacía por aquella gente que marchó de Pernía y que les entusiasmaba oír cosas de su tierra natal." Vega me recuerda cuando llamaban a huebra para abrir las carreteras, que la Campa era el “Chicote” de Madrid; el lento desmantelamiento de La Robla, el escaso apoyo que siempre tuvo la montaña por parte de las autoridades y las “Crónicas satíricas”, que publicaba en el Diario Palentino, por las que se hizo popular en Cervera cuando el fútbol estaba en auge.

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José Vega Antuña | Profesor Mercantil | Vado Norte de Castilla, domingo, 1 de octubre de 1995 |
La entrevista en nuestro blog Orígenes

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Moisés, el Haro de Hérmedes
Una de las experiencias más bonitas que me proporcionó la segunda incursión por el Cerrato a últimos de febrero, fue el encuentro con Moisés Pinedo, atleta reconocido con infinidad de trofeos, que triunfa a sus ochenta y seis años como “trufero”.
De Vertavillo a Hermedes de Cerrato vamos dando saltos por un caminucho que llaman carretera. Aquello nos inquieta porque, por mal camino no se puede llegar a buen puerto, pero a veces los dichos se equivocan, pues en aquel pueblo encontramos curiosos rincones y un guía generoso que nos enseñó todo lo que hay que saber de Hérmedes de Cerrato, un pueblo recogido en la ladera del valle por el que transcurre el arroyo Maderón. Limita al norte con Cevico Navero y Villaconancio, al este con Castrillo de Don Juan, al oeste con Vertavillo y por el sur con los pueblos vallisoletanos de Castroverde del Cerrato, Torre de Esgueva, Fombellida y Canillas de Esgueva. Aquí, el guía y señor fue Moisés Pinedo, que nos hizo un recorrido por el pueblo y nos llevó a la bodega, donde aplacó el amargor que nos había dejado el mal estado del camino. Nos contó Moisés la curiosa historia de la iglesia que había en la parte baja del pueblo y nos fue detallando alguna de las experiencias que desgrana en un cuaderno donde cuenta su vida, aquellos tiempos en los que se cocinaba con manteca o sebo de oveja. Las penalidades que se pasaban en el campo, el arranque de las legumbres a mano, cuando no había herbicidas para quitar los cardos y donde no faltaba el humor y la sabiduría popular que los empujaba: “Si hay tormenta, habrá arcoiris”.
Moisés empezó a correr a los 41 años detrás de una galga que iba a liebres y perdices. La primera vez que compitió fue en Castrillo de Don Juan, en 1979. Después, campeonatos provinciales, regionales, nacionales y dos internacionales en Valladolid. Pero Moisés es puro corazón, por lo que ha corrido y por lo que sigue corriendo como aprendiz en la Universidad de la Experiencia y en la Universidad Popular de Palencia y, sobre todo, como actor de teatro y promotor de la trufa.
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Moisés Pinedo con Alfonso Santamaría | @Curiosón |
De Vertavillo a Hermedes de Cerrato vamos dando saltos por un caminucho que llaman carretera. Aquello nos inquieta porque, por mal camino no se puede llegar a buen puerto, pero a veces los dichos se equivocan, pues en aquel pueblo encontramos curiosos rincones y un guía generoso que nos enseñó todo lo que hay que saber de Hérmedes de Cerrato, un pueblo recogido en la ladera del valle por el que transcurre el arroyo Maderón. Limita al norte con Cevico Navero y Villaconancio, al este con Castrillo de Don Juan, al oeste con Vertavillo y por el sur con los pueblos vallisoletanos de Castroverde del Cerrato, Torre de Esgueva, Fombellida y Canillas de Esgueva. Aquí, el guía y señor fue Moisés Pinedo, que nos hizo un recorrido por el pueblo y nos llevó a la bodega, donde aplacó el amargor que nos había dejado el mal estado del camino. Nos contó Moisés la curiosa historia de la iglesia que había en la parte baja del pueblo y nos fue detallando alguna de las experiencias que desgrana en un cuaderno donde cuenta su vida, aquellos tiempos en los que se cocinaba con manteca o sebo de oveja. Las penalidades que se pasaban en el campo, el arranque de las legumbres a mano, cuando no había herbicidas para quitar los cardos y donde no faltaba el humor y la sabiduría popular que los empujaba: “Si hay tormenta, habrá arcoiris”.
Moisés empezó a correr a los 41 años detrás de una galga que iba a liebres y perdices. La primera vez que compitió fue en Castrillo de Don Juan, en 1979. Después, campeonatos provinciales, regionales, nacionales y dos internacionales en Valladolid. Pero Moisés es puro corazón, por lo que ha corrido y por lo que sigue corriendo como aprendiz en la Universidad de la Experiencia y en la Universidad Popular de Palencia y, sobre todo, como actor de teatro y promotor de la trufa.
El Reencuentro en Ampudia
Ampudia
Antiguo Hospital de Santa María de Clemencia
y la Exposición Reencuentro
El pasado día 1 de marzo asistí a la inauguración en Ampudia de la Exposición Reencuentro en el antiguo Hospital de Santa María de Clemencia, un magnífico espacio en el que se encuentra la Oficina de Turismo y el Museo de la Medicina, además de una exposición permanente, en el Salón de Actos, dedicada a Álvaro de Castro Cea y su hijo Álvaro de Castro del Bosque, grandes fotógrafos de Ampudia (1907-1973).
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Soportales con balaustres de madera |
Llego con tiempo a Ampudia, uno de los pueblos más bonitos de España, declarado Conjunto Histórico Artístico en l965, premio C de Turismo (1991) y Premio Provincial de Turismo (2002). A pesar del mal tiempo paseo por el pueblo, me resguardo en esos maravillosos soportales de esas calles porticadas, y me subo a las bodegas para contemplar la belleza del castillo, uno de los mejores de Castilla, en el que Anthony Mann mostró interés para rodar escenas de la película “El Cid”, protagonizadas por Charlton Heston y Sofia Loren. Dicen que la italiana no rodó en Ampudia por lo que no mostró su impresionante belleza. El castillo de los Fontaneda es el más importante de la provincia de Palencia, declarado Monumento Nacional el 3 de julio de 1931. Aquí se firmó el cambio de capital de España, que pasó de Valladolid a Madrid. En la actualidad pertenece a la Fundación Fontaneda y en su interior se pueden apreciar una interesante colección de antigüedades que fue adquiriendo el mecenas Eugenio Fontaneda, además de la botica, salas de arte sacro, popular, juguetes, armas, etnografía y sorpresas diversas y muy interesantes. En la visita exterior me acuerdo de mi amigo Herminio Revilla, que tanto trabajó para acondicionar este castillo, cuando era empleado de la fábrica de galletas Fontaneda. Aneja al castillo se encueta la Ermita de Santiago, que se conserva muy bien después de servir de refugio en caso de asedio, lugar penitencial y sede de una parroquia.
Me vuelvo al pueblo y paseo de nuevo por las calles Ontiveros y Corredera, disfruto de estas calles porticadas y de sus soportales que me adentran en el siglo XVII a los tiempos de importantes mercados y ferias. La belleza de Ampudia se encuentra también en un monumento único, La Colegiata de San Miguel, con su torre imponente, de una belleza suprema y gótica que gracias a su altura de 63 metros se observa en la llanura terracampina, como símbolo de Ampudia. Hay que admirar la colegiata por fuera y por dentro, donde te encuentras unos retablos renacentistas y barrocos maravillosos y de gran valor artístico, con obras de Alejo de Bahía, sepulcros valiosos y el órgano barroco de 1779 de Tadeo Ortega. Escuchar este órgano en la colegiata es un placer para los sentidos. Importante la visita al Museo de Arte Sacro, en el antiguo Convento de San Francisco, fundado por el Duque de Lerma, valido de Felipe III, en el siglo XVII. El Museo está considerado como uno de los más importantes de la provincia y de Castilla y León por el valor de sus piezas del siglo XII hasta el XVIII. Ampudia tiene mucho que ver para disfrutar de su rico patrimonio, no me puedo olvidar de sus bodegas, de los palomares y los chozos del pastor, ni del interesante Santuario de la Virgen de Alconada, patrona de Ampudia.
Volveré pronto a este bello pueblo con mis amigos, el escritor Froilán de Lózar y el pintor José Luis Onecha, dentro de nuestra visita a Tierra de Campos, en el que Ampudia, pueblo maravilloso, tendrá el protagonismo que merece.
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Espectacular lámpara en la Oficina de Turismo |
Callejeo por Ampudia y en mi recorrido hacia la exposición me encuentro con nuevos soportales con columnas de madera y bellas casonas que parecen palacios. Llego al fin al antiguo Hospital de Santa María de Clemencia, me sorprende el edificio y me entero que este hospital fue decisivo en tiempos de epidemias y de guerra, aquí se atendió a los enfermos más pobres hasta 1946 que cerró por falta de recursos, aunque se siguió atendiendo a los vecinos más indefensos. El Ayuntamiento de Ampudia tuvo la feliz idea de rehabilitarlo e instalar allí la imponente Oficina de Turismo y la Sala de Conferencias y de Exposiciones, y la importante instalación en la segunda planta del Museo de la Medicina. Un acierto albergar en este edificio tanta cultura y belleza, tarjeta de vista de Ampudia. Pero antes de albergar en el antiguo hospital el Museo de la Medicina, el Ayuntamiento de Ampudia contactó con Herminio Revilla, y se negoció la posibilidad de albergar en este lugar el Museo Herminio Revilla, pero las negociaciones no fructificaron.
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Interior del Hospital de Sta. María de la Clemencia. Oficina de Turismo y Salas de Exposiciones. |
Sorprende la portada del edificio y su interior, que conserva bellas columnas y techumbre, con esa moderna y gran lámpara, que destaca por albergar una original panorámica de Ampudia, en la que castillo y colegiata se llevan el protagonismo. Te encuentras con extraordinarias maquetas que decoran la Oficina de Turismo, como la de la incomparable Colegiata de Ampudia y el castillo, y de otros edificios de la localidad, aparte de esa pequeña campana que posa en el suelo de la sala, o ese magnífico carro que recuerda viejos tiempos y faenas camperas, o esa vieja máquina de limpiar legumbres, carros con aperos dispuestos para ir a acarrear, junto a modernas cosechadoras, galeras, trilladoras, carros llenos de cestos de uvas, o carracas de Semana Santa, que portaban las cofradías de Ampudia.
Me llena de gozo el encuentro con el chozo del pastor, y ver en miniatura la bella colegiata, símbolo inconfundible de Ampudia, junto a su incomparable castillo. Impresionan las maquetas y esas figuras que representan faenas del campo y de la era, faenas perdidas, pero no olvidadas por los que peinamos muchas canas. Palomares y tractores, utensilios del siglo pasado, la apisonadora, el traje de danzante, una tradición en la que Ampudia es casi pionera con su Festival del Paloteo. El arte de la danza está presente cada año en esta localidad.
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Capilla del antiguo Hospital de Santa María de Clemencia |
Me encuentro con ese óleo que recuerda al ingenio del Greco en el “Entierro del Señor de Orgaz”, que también decora una zona de la sala. Entro en la capilla del antiguo hospital y me sorprende la belleza de su retablo, escoltado por un danzante y la figura de San Antonio de Padua. Las paredes de la capilla están decoradas con bellas fotografías de los danzantes bailando a la Virgen de Alconada, o ese pastor que espera paciente a sus ovejas junto a la ermita. Y al salir del aposento te encuentras con bellos trajes de dama, de mucho valor por ser de época, esos que utilizan para desfilar en la Feria Barroca. No podía faltar la bella maqueta del castillo de Ampudia. Me adentro en el coqueto Salón de Actos, me encuentro con una exposición permanente de los De Castro, grandes fotógrafos de Ampudia a los que se recuerda con varias exposiciones en el Archivo Histórico de Palencia. Impresionante la selección de fotografías que se muestra en el antiguo hospital, repartidas por todo el salón, buena labor del Archivo Histórico Provincial, custodio de las fotografías y legado de los Castro. En el Salón hay vitrinas en las que se guardan bellos aperos de labranza, decorativos y de gran valor, junto a una diligencia sin caballos. Me subo a la planta superior por una escalera que me traslada a la época del hospital, subo y me encuentro con algo único en el mundo el Museo de la Medicina, una gran labor protagonizada por el Colegio de Médicos de Palencia y el Ayuntamiento de Ampudia. Un recorrido por los orígenes de la medicina hasta los albores del siglo XX. Todo palentino debiera visitar esta maravilla que nos permite conocer la medicina prehistórica, el mundo de aquellas consultas médicas, aquellas camillas y aparataje recuperado por el Colegio de Médicos. Me detengo en la figura de la palentina Trinidad Arroyo, símbolo de la oftalmología que cuenta con un espacio destacado, merecedora de ser conocida como una de las grandes figuras palentinas que brilló en el mundo por su inteligencia, sabiduría y profesionalidad.
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Inauguración de la exposición. Alcalde y concejales con los artistas. |
Tras estas agradables escenas me acerco a saludar a mis amigos los pintores y pintoras, así como al alcalde de Ampudia. Comienza el acto y es la pintora Inés Martínez González, quien en nombre de los artistas dedica unas palabras de agradecimiento al pueblo de Ampudia, que por cierto se halla ausente en la inauguración. No vi a ningún ampudiano, salvo el alcalde y el concejal de cultura, solo amigos y admiradores de los artistas están presentes. Toma la palabra el alcalde de Ampudia y agradece la vuelta a Ampudia de estos artistas. A continuación, se procede a la visita de la exposición y cada artista presenta su obra. Interviene en primer lugar la polifacética Inma Emperador, la reina de las acuarelas, pintora autodidacta que ha creado su propio estilo y presenta en la sala una gran producción en la que destacan sus bellas y originales acuarelas, aquellas que muestran el original dominio de este difícil arte, que la autora, dota de personalidad y le permiten subir escalones. Me gusta todo lo que pinta Inma, capaz de pintar esas acuarelas que se identifican por su peculiaridad tanto de colorido, como de originalidad. No todo es acuarela y marinas lo que pinta Inma, que es capaz de ensayar con nuevas técnicas artísticas y collages de vicio. Inma experimenta en cada obra y la llena de su peculiar ingenio tras un dibujo impecable, ese que se aprecia en sus “Tacitas”, o en sus flores y paisajes.
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Inma Emperador. Acuarela. Paisaje en verde |
Toma la palabra Inés Martínez González, autora de bellas composiciones que recuerdan la tragedia de la pandemia y las dota de un colorido atrayente que no pasa desapercibido a quien visita la exposición. Bello autorretrato de la pintora en su mocedad, que muestra una belleza insuperable, como sus rasgos y llamativa expresión. Llena Inés de colorido sus obras que no pasan desapercibidas, como su picassiana “Alegoría”, o ese “Pozo, sin fondo” lleno de misterio y de colorido, o esas bellas “Pequeñas Creaciones”.
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Obras de Inés Martínez González |
El gran fotógrafo Pablo Acinas nos tiene acostumbrados a su fabulosa y especial visión de lo que nosotros no podemos ver. Una simple escalera fotografiada por Pablo te hace ver esos peldaños de otra manera, o su postal de Florencia que fotografió en una zona estratégica, en un montículo cercano y estratégico. La foto de Florencia es tan bella como la ciudad. Otras obras que muestra Pablo nos llevan a ver la monumental ermita románica de Vallespinoso de Aguilar, o esa secuoya que encontró en Cabezón de la Sal y parece un pavo real. Qué decir de Las Puentecillas que parece que esperó la nevada y pintó al puente blanquecino, escarchado y divino, una foto de premio, única, fantástica, imposible. Hay una foto de Pablo que me sorprendió en su exposición de la Sala de Unicaja. Llamó mi atención ese edificio de colores llamativos, hasta el punto de que pensé que era un óleo. Capta el fotógrafo el momento, y retrata a esa sábana solitaria que cuelga del tendedero de una torre de viviendas de Santander.
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Puentecillas con centellada. Pablo Acinas |
Es Acinas un fotógrafo de méritos propios que aprendió en solitario a hacer fotos y a retratar con facilidad, cualidades propias de una estrella. Nos muestra el Villalcazar de Sirga lo que su ojo ve, nos deleita con la magia de su teleobjetivo, sin mostrar aspavientos ni darse importancia, porque es un fotógrafo de pueblo.
Toma la palabra el polifacético artista Alfredo García Andrés, para explicar sus originales esculturas, sus “cosillas de vitrina” y sus grandes y creativos lienzos. Es Alfredo un obrero de la madera, la recupera y la hace bella, juega con ella, la modela y hace que apreciemos su trabajo en la soledad de su estudio. Magníficas sus actuales creaciones y su obra pictórica de un artista que impresiona porque lleva más de cien exposiciones y ha recorrido el mundo con su obra, que descansa en Villalobón. Artista independiente y a su aire, fundador en 2013 de la Asociación de Artistas Independientes MAS. Alto Comisionado de muchas exposiciones, su obra se reparte por el mundo. Es Alfredo un chico con cara de pueblo, pero lleno de ingenio, como sus creaciones de abeto, olmos y sus interesantes “Pequeñas creaciones”. Destacan en esta exposición sus alegorías, grandes obras llenas de colorido y peculiar interpretación.
Me encuentro en la sala con una original y bella escultura premiada por el Ayuntamiento de Ampudia, obra de Fernández López, obra llena de exquisita calidad.
Recomendable la visita a Ampudia, a su castillo, recorrer sus calles, visitar la Colegiata y los distintos Museos, y esta magnífica y creativa exposición “RENCUENTRO”, en un marco incomparable. Es necesario probar las buenas viandas de la tierra en cualquiera de sus establecimientos: Mesón de Ampudia, Restaurante El Olivo o Restaurante El Arambol, sin olvidarnos del magnífico complejo “La Casa del Abad”. Ampudia no te defraudará y “Reencuentro”, tampoco. La puedes visitar hasta el 30 de abril, de martes a domingo de 10.30 a 13.30 y de 16.30 a 19.30.
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Emperador García Martínez |
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Pablo Acinas. Florencia |
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Vista de la Sala de Exposiciones |
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