La casona de Jovellanos, con un patio interior que da acceso a las distintas estancias, se estructura en dos torres unidas por un cuerpo central. Ha sufrido ya numerosas reformas pero si te acercas por Gijón no dejes de visitarla.

Una de las actividades que nos conecta con el pasado de esta tierra es la investigación. 

Nos sorprendieron en agosto las termas de Gijón, concretamente, el museo de las Termas Romanas de Campo Valdés, inaugurado en 1995 en el corazón de la ciudad antigua.

Termas Campo Valdés (Gijón)

Cloaca visitable (Astorga)

En una de las últimas madejas hablaba de destapar el arte, desenterrarlo, descubrirlo. Y eso es lo que han estado haciendo durante años en Huerta Varona, donde aqueólogos del IMBEAC y de otras prestigiosas universidades han descubierto un conjunto termal de mediados del siglo I d.C., así como una habitación decorada con unos magníficos mosaicos geométricos. En "La más bella canción de la Naturaleza", cuya primera edición salió en 2016, no llegamos al Bernorio; en realidad faltaban muchos lugares por citar, faltaban muchas cosas, pero si lo sopesamos y, finalmente, incluimos en la serie que con el mismo título fue apareciendo cada domingo, durante varios años, en las páginas de Diario Palentino. Este año he visitado varias termas, las de Astorga, que se descubren a mediados de la década de los ochenta del siglo pasado, en buen estado de conservación, lo que permitirá adentrarse un poco más en la función de cada espacio: frigidarium, tepidarium y sudatorium. Precioso el recorrido por una cloaca que aquel ayuntamiento ha habilitado como recorrido turístico.

También las hubo en Zaragoza, donde se han documentado multitud de cisternas, fuentes, cloacas de desagüe y diversos tramos de tuberías de plomo y saneamiento. No llegamos a verlas, porque nos quedamos extasiados con el teatro romano que se descubrió en 1973, pero nos sorprendieron en agosto las termas de Gijón, concretamente, el museo de las Termas Romanas de Campo Valdés, inaugurado en 1995 en el corazón de la ciudad antigua. El recorrido, con ciertos cambios, es similar a lo que vimos en Astorga. Desde una pasarela vas observando cómo eran las estancias de los baños: la sala de sudoración; el vestíbulo o apodyterium; la sala fría con la piscina frigidarium, la sala templada o tepidarium y la sala caliente o Caldarium.

Yo me imagino, porque estos asuntos llevan mucho tiempo de espera y verificación, que algún día, dentro de unos años, sea Aguilar de Campoo un punto mucho más atractivo para todos los que lleguen a esta tierra y se le dote de todo lo necesario para conservarlo y promoverlo.

La Senda del Oso transcurre por una antigua vía ferroviaria, por la que circuló hasta 1954 un tren que transportaba carbón desde Teverga y Proaza hasta Trubia.

He viajado a Asturias con frecuencia y aunque sea una comunidad pequeña es cierto que esconde muchos lugares con encanto: valles, montañas, playas.

Y es un reclamo recurrente en guías y páginas de rutas la Senda del Oso. 

El 20 de agosto teníamos cita en Teverga para realizar la Senda en bicicleta. 

No me fio cuando me dicen que es un recorrido sencillo, que apenas exige experiencia ni esfuerzo, que aquel recorrido es para todo el mundo. Cuando me lo ponen tan fácil pienso que hay truco, quiero saber dónde está el engaño y no hay mejor forma de aceptar las buenas críticas que este recorrido cosecha en redes y páginas privadas, que realizarlo. El tiempo era bueno sin llegar a ese calor agobiante que pasamos a primeros de agosto y Asturias es una patria muy apetecible no solo porque lo escenifiquen Barbón y Revilla en Colombres, o el mismo Joan Laporta en Mieres, entonando el “Asturias patria querida”, sino porque tiene lugares de ensueño que ya resuenan en todas partes. Y, efectivamente, en esta ocasión no había truco ni engaño. Era tan sencillo como nos lo contaron. Sobre las 11 de la mañana llegamos a Teverga, un Concejo que limita al norte con Belmonte, Grado, Yernes y Tameza; al sur con la provincia de León, al oeste con Somiedo y al este con Quirós y Proaza. Con la reserva previa, alquilamos una bicicleta en uno de los diversos puntos que se dedican a esto: Tienes para elegir tándem, semitándem, bicis para niños, carritos para bebés, e incluso, carros con transportín para mascotas. También, en función de tu preparación y tiempo puedes elegir la ruta: la fundamental, que va de Entrago a Buyera, 16 Km de suave descenso; la de Entrago al embalse de Valdemurio, 26 Kms, los cinco últimos de ascenso; y la tercera opción, 36 Kms que van de Entrago a Santa Marina. Tras finalizar la ruta la empresa pone a disposición de sus clientes el servicio lanzadera de retorno para volver a Entrago.

Una de las zonas más bonitas es el desfiladero de Valdecerezales y otro punto en el que se detiene todo el mundo es el Área Recreativa de Buyera donde viven en la actualidad las osas Paca y Molina. Nosotros llegamos un poco más lejos pero regresamos a tiempo para poner rumbo a Oviedo donde teníamos concertado un free tour por la tarde. Otro día les contaré ese paseo que no tuvo desperdicio.