Antonio Rojo Blanco
Nos ha dejado un costumbrista Campurriano.
💬Acompañamos, junto al artículo de nuestro colaborador, la última carta de "Antonio Rojo Blanco".
Ha fallecido en Madrid, donde últimamente residía, el más popular y conocido costumbrista campurriano, Antonio Rojo Blanco, cuya firma era una garantía de la visión entrañable, cordial y sincera del quehacer diario de los pueblos y paisajes del norte de nuestra provincia, con unos problemas y situaciones muy especiales. Recordamos las crónicas sobre el Monasterio de Santa María la Real. Habla de Manolo Estébanez y de la maestría en el manejo de su poderosa máquina, que removía toneladas de escombros de los patios y del salvamento de tres artísticas y valiosas piedras.
Antonio Rojo describe como pocos la sucia negrura de Mataporquera, víctima de los polvos y humos de sus fábricas; la vida de los hombres de la mina en Santullán y La Peña, con su incomprendido problema social y humano, víctimas de un mundo que no les comprende; de los caminos carromateros y sus veredas, que arrastran deliciosas leyendas de sucesos tenebrosos con enigmático y conmovedor final, injusto y ejemplar, y de los numerosos y olvidados pueblos con su grandeza pasada y asombrosa vida de sus hombres.
Nuestro hombre, que nada tiene que ver con los otros Rojos de nuestra provincia: Amador Rojo, de Becerril y de Isidoro Rojo, de Mazariegos. Entre todos sus apelativos, el que más le identifica es el de costumbrista campurriano. No ha faltado quien le calificara como "poeta de Aguilar" , que aunque puede servir para definirle, no le identifica por completo, ya que poeta tiene que ser, aunque lo diga en prosa, el que tan maravillosamente define las diversas situaciones de la comarca de Aguilar y sus alrededores.
En fin, podéis llamarle escritor, periodista, novelista, poeta, costumbrista o lo que sea, pero lo que nunca podréis dejar de hacer es emocionaros al leer los escritos que nos ha dejado este señor entrañable, nacido en Aguilar de Campoo.
Antonio Rojo describe como pocos la sucia negrura de Mataporquera, víctima de los polvos y humos de sus fábricas; la vida de los hombres de la mina en Santullán y La Peña, con su incomprendido problema social y humano, víctimas de un mundo que no les comprende; de los caminos carromateros y sus veredas, que arrastran deliciosas leyendas de sucesos tenebrosos con enigmático y conmovedor final, injusto y ejemplar, y de los numerosos y olvidados pueblos con su grandeza pasada y asombrosa vida de sus hombres.
Nuestro hombre, que nada tiene que ver con los otros Rojos de nuestra provincia: Amador Rojo, de Becerril y de Isidoro Rojo, de Mazariegos. Entre todos sus apelativos, el que más le identifica es el de costumbrista campurriano. No ha faltado quien le calificara como "poeta de Aguilar" , que aunque puede servir para definirle, no le identifica por completo, ya que poeta tiene que ser, aunque lo diga en prosa, el que tan maravillosamente define las diversas situaciones de la comarca de Aguilar y sus alrededores.
En fin, podéis llamarle escritor, periodista, novelista, poeta, costumbrista o lo que sea, pero lo que nunca podréis dejar de hacer es emocionaros al leer los escritos que nos ha dejado este señor entrañable, nacido en Aguilar de Campoo.
Última carta para "Pernía" de Antonio Rojo Blanco
Estimado Froilán:
Hace unos días regresé a Madrid, después de haber permanecido en Aguilar desde el pasado mes de Junio. El domingo, 11 de Octubre, estuvimos comiendo y conviviendo en "La Venta Campa", con los montañeros de Aguilar, y por la tarde, oyendo misa junto a ese prodigioso altar de tu pueblo. Entre una cosa y otra, les leí estas estrofas que te envío. Algunas flotan entre lo cursi y el ripio, quédate con lo menos malo. En el Hotel "Valentín" vi tu revista y en ella mis versos. Muchas gracias por el tratamiento que les has dado, por el detalle de la caricatura que me hizo Peridis con todo cariño y acierto. En el vestíbulo del Hotel estaba bien puesta la propaganda de tu "Pernía" y de mi nombre. También lo leí en el "Diario Palentino". Glosaron tu último número y me citaron. Demasiado en lo que a mí respecta. Gracias. Aquí, en el casillero de la Avenida Donostiarra, donde tienes tu casa, me encontré con los dos últimos números de esa revista que se supera día a día...
@Revista Pernía, número 32, 1988. Edita y dirige: Froilán de Lózar.
Publicaciones del autor en nuestra revista "Pernía"
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