La saga de los Mier
(V)
LA POETISA ISABEL PESADO, NUERA DE GREGORIO
En medio de esta sinfonía natural que se desparrama a manos llenas por este valle de Redondo; en medio de ese torrente de riquezas que como por arte de magia llega a las manos de esta Saga, brota como agua fresca la poesía de Isabel, la esposa de Antonio, el diplomático, hija de José Joaquín Pesado, uno de los más ilustres literatos de México, vástago de un emigrante gallego que había hecho fortuna en Orizaba. Joaquín fue catedrático de Literatura en la Universidad de México y el primer escritor mexicano que obtuvo el título correspondiente de la Real Academia Española. (--)
Como anécdota, si cabe, diremos que Joaquín se casó dos veces y tuvo 17 hijos. Nueve de su primera esposa entre los que se encuentra nuestra poetisa. Isabel sólo tuvo un hijo que murió a los tres días de su nacimiento.
Viajó por Europa con su marido enfermo y escribe en la última página de su libro de viajes: "Hace diez años que vivo retirada del mundo, recibo a la familia, a algunos buenos amigos y a mis hermanos cuando han venido de México; esto es mi consuelo; pero la idea de no volver más a la patria donde habitan la mayor parte de mis deudos, es el punto negro de mi existencia". "Vivo con los recuerdos del pasado, fija la mirada en la verdadera patria".
Ella que ya no abandonó nunca París, se acordaba constantemente de su México. Y yo entiendo y manifiesto a la vista de lo que otros cuentan de ella, que no fue dichosa; de hecho, algunos biógrafos hablan de la profunda depresión en la que cayó a raíz de la muerte de su hijo. Pero Antonio tuvo la suerte de tenerla, de tener su poesía, que era la cuna donde ella iba interpretando sus emociones y vivencias.
A Isabel no le interesa la política, aunque viva a la sombra de ella en la visita que su marido hace a los reinos europeos y su gran revulsivo es la generosidad que muestra repartiendo a manos llenas todo lo que posee. Y observando, y llenando su ánimo con las costumbres, el arte y el paisaje de los pueblos.
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