Conferencia de don Laureano Pérez Mier en el mes de septiembre de 1934 en el Seminario Conciliar de Palencia. Laureano nació en Redondo en 1904 y falleció en el mismo pueblo en 1989. El fue quien transcribió el pleito entre Redondo y Brañosera del año 1575 y publicó entre otras, "Las Ordenanzas antiguas de San Salvador de Cantamuda" y "La ganadería y agricultura en la provincia de Palencia".
A mediados del siglo XIV los Obispos de Palentina ejercían jurisdicción temporal y disfrutaban del señorío total o parcial de los siguientes pueblos: en el territorio de Cervera: La Lastra. En Pernía: Vañés, San Salvador, Lebanza, El Campo, Lores, Redondo de Abajo, Redondo de Arriba y Casavegas, además de Polentinos y Estalaya que pertenecían a la Abadía de Lebanza.
En Liébana y Polaciones: Soberado, Bárago, Salceda, Cotillos, Tresabuela, San Mamés, Bedoya, Viñón, Castro, Valmeo y Rases. Tenemos, pues, que los Obispos de Palencia durante la época que reseñamos ejercían extensa jurisdicción señorial en una parte considerable de la merindad Liébana y Pernía, si bien es verdad que muchos de estos pueblos compartían el señorío con algunas nobles familias como los Condes de Siruela y los Duques del Infantado. Mas seria prolijo enumerar aquí las incidencias de la cuestión y las varias alternativas del pleito sostenido entre la Casa de Castañeda y los Condes de Siruela, de una parte, y la Casa de la Vega y los Duques del Infantado , de otra, acerca de la posesión de Liébana, Pernía y Campóo, cuestión que duró más de ciento cincuenta años, tanto que comenzada en los albores del siglo XV no acabó hasta bien mediado ya el siglo XVI (43)
Y llegamos con esto al momento en que los señoríos, cumplida su misión histórica y desaparecidas en gran parte las necesidades y condiciones que les dieron vida, se transforman paulatinamente y evolucionan hacia la nobleza cortesana de blasones heráldicos y títulos nobiliarios que a imitación de la institución monárquica, adopta la forma hereditaria.
Y es precisamente en ese instante cuando tiene nacimiento el Condado de Pernía con ocasión de un servicio eminente prelado a la corona por el obispo Don Sancho de Rojas, no está ello claro (aunque acaso no tenga importancia) si en acción de guerra o en servicio de paz.
Poco, muy poco es lo que se sabe sobre este particular.
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(43) Escagedo Salmón (Mateo): Estudios de Historia Montañesa II, La Casa de la Vega, pgs 42-44, 51-52, 56-57, 92, 93-99, 102-104, Torrelavega, 1927.
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