Richard FordHispanista ingles
(Londres, 21 de abril de 1796-Exeter, 31 de agosto de 1858)
1844 Manual para viajeros por España1846 Cosas de España
CAPITULO I
Richar Ford, 1846
La «Peninsular and Oriental Navigation Company» expide barcos tres veces al mes desde Southampton a Gibraltar. De ordinario emplean setenta horas en llegar a La Coruña, y aquí se toma el correo directo a Madrid, que efectúa el viaje en tres días y medio. Los navíos son excelentes, con tripulación y maquinaria inglesa. La travesía hasta Vigo se hace en menos de tres días, y el viaje a Cádiz, tocando en Lisboa, rara vez excede de seis. El cambio de clima, paisaje, gentes y costumbres que se observa en esta excursión de una semana es realmente notable. En dejando el Canal de la Mancha se entra en el inquieto Golfo de Vizcaya, en donde el petrel anunciador de tormenta está en su casa y donde el gigantesco oleaje del Atlántico es refrenado primeramente por la barrera férrea de la costa de España, el rompeolas de Europa. Aquí puede verse el Océano en toda su magnificencia y soledad: grandioso en la tormenta, grandioso en calma, tranquilo como un espejo y nunca más admirable que por la noche, cuando las estrellas, en un cielo claro y limpio de niebla, titilan como diamantes sobre aquellos «que abajo navegan en barcos por el mar, y alaban las obras del Señor, y admiran sus maravillas». La tierra desaparece y el hombre tiene conciencia de su debilidad y de su fuerza; una línea muy tenue le separa de otro mundo, a pesar de que ha puesto su mano sobre las olas y ha dominado el Océano, haciéndole el camino del comercio y el lazo de unión de las naciones.
2 comentarios:
Maravilloso relato decimonónico de un viajero inglés por esta nuestra España, tan alegre y positivo que no parece inglés y dan ganas de viajar. Me gusta cómo describe nuestro país como el más peculiar de toda Europa. Muy interesante lectura la de hoy.
Así es, Paqui. Así me lo pareció a mi que lo rescaté con la intención de publicarlo periódicamente. No tiene muchas lecturas pero es curioso conocer fórmulas e historias de aquellos años, siglos atrás, donde las carencias de todo eran más evidentes. Richard Ford, hasta que lo fue comprendiendo nos arrea buenas puyitas también, pero sí es verdad que terminó enganchado a nuestra historia. Buen día.
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