Eres más rápido que el rayo, relatando la excursión, de este modo ya tienen los excursionistas motivo para ir leyendo en el autocar, no? Jejejeje.
Las fotos son buenas y recién sacadas del 'horno'. Enhorabuena Alfonso por tu reactividad, yo te proclamó cronista 'relampago'.
Un saludo desde mi refugio.

No soy un Cronista relámpago amigo Oscar porque este artículo se publicó en diciembre de 2019. Quien si fue un rayo fue Froilán insertando las fotos que yo le mandé hoy.

Cuando languidece el mes de noviembre, el Club Palentino Nevada, nos lleva a Pancorbo con el objetivo de conquistar desde esta población la Sierra de Pancorbo y los Montes de la Verdina. Niebla cerrada mientras recorremos el pintoresco pueblo en el que sus casas se “cuelgan” de imponentes laderas que tienen de teloneras al a las majestuosas paredes y agujas del desfiladero. Dos iglesias tiene este pequeño y bello pueblo, además de ermitas y lugares pintorescos jamás vistos en otros lugares. La niebla nos eleva en empinada ladera y escaleras que nos acercan al castillo, que pena que desde esa privilegiada atalaya no podamos contemplar el pueblo y el desfiladero. Continuamos camino por señalizados senderos que nos siguen elevando entre praderas y bosques de roble, hasta encontrarnos con las cercas que limitan las amplias praderas donde pastan los caballos “losinos”, considerados como la raza más pura de España. Sorteando las verjas los caminos nos llevan al ascenso de la cumbre del día la Fortaleza de Santa Engracia, que se levanta en lo alto del desfiladero, un fabuloso enclave con muros de piedra desde el que se domina Miranda de Ebro y todos los pueblos que circundan los grandiosos valles que rodean La Bureba. Las vistas desde esta fortaleza son espectaculares, como lo es el rápido descenso desde los 1.038 mts. en lo alto de la fortaleza, por empinados senderos que nos llevan al encuentro con Pancorbo, que ahora luce todo su esplendor, mientras se escusa el inmenso ruido del tráfico de la autovía y de la antigua Nacional 1. El descenso duro y difícil nos recompensa con la visión del desfiladero, de Pancorbo y todo el encanto y la magia que ofrece este bonito pueblo de la provincia de Burgos, al que recomiendo su visita. Gracias al Club Nevada pude disfrutar yo de Pancorbo y sus entornos.

Tu comentario reclama mi interés por compartir esa dura y bella experiencia burgalesa. Espero encontrar una fecha climatológicamente más afortunada.
Qué bella es Castilla!!

Bella es Castilla, única y magnifica, como lo es Pancorbo, un precioso pueblo rodeado de un paraje exclusivo que me alegro tengas interés por conocer cuando acompañe el tiempo.