Este pueblo quedó dividido por el río Lores, que recibe la aportación del arroyo Gerino y las fuentes de Montegerino, la Caldera y Hontoria. El sabor montañés que aquí se observa, residencia de la nobleza de Pernía, bien lo evidencia el dicho: "en San Salvador de Campo de Muga y Alabanza, abadengo, en Lores, hidalguía".
El diccionario de Sebastián de Miñano de 1826 señala sobre este pueblo tenía entonces “72 vecinos y 250 habitantes. Situado en un valle, rodeado de montañas y cimas nevadas, y sólo tiene una entrada por la parte del este. Confina al norte con Caloca y por norte y Oeste con el desierto de Pineda. Produce centeno, yerba y cría de ganados; tiene bastantes pastos para cabaña del fino trashumante, en los cuatro meses de verano, por la grande extensión de sus términos y montañas. Industria: carretería de sales, trigo y vino, y fábrica de aperos de labor, como ruedas, carretas de bueyes, etc.” [1]
[1] Del libro de Froilán de Lózar. "Cervera, Polentinos, Pernía y Castillería", 3ªedicc, Editorial Aruz, Julio de 2014
1 comentario:
Froi, cada día logras sorprenderme...
Besitos de feliz domingo y semana,
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