GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
Monasterio de San Salvador:
Acabamos la visita en la portada occidental - llamada ''Porta Speciosa'' - que se encuentra a los pies de la nave.
Se trata de una de las portadas esculpidas más ricas del románico navarro del siglo XII, aunque adolece de unidad de programas y estilos. El diferente material de piedra utilizado en las arquivoltas y en las enjutas permite creer que se reunieron esculturas de dos portadas distintas cuyo rearme dataría del siglo XII. La portada encajada entre dos contrafuertes se compone de tres columnas a cada lado sobre pedestales y basas con capiteles esculpidos, sobre las que montan tres arquivoltas y guardalluvias de medio punto. Los cuatro arcos están cuajados de decoración.
En su interior se inscriben un tímpano que apoya en sendas ménsulas laterales con cabeza de león y toro,
y en una columna central o parteluz con basa y capitel esculpido.
Sobre la puerta y en las enjutas se reparten un elevado número de grupos y figuras talladas. Probablemente la portada culminaría en un tejaroz sobre canes hoy sustituido por un saledizo moderno.
Voltean sobre las columnas y los pilares extremos cuatro arquivoltas labradas con variedad de figuras grotescas, animales y otros motivos.
El arco exterior es jaquelado. Sobre las arcadas y en las enjutas se reparte sin simetría un gran conjunto de figuras y grupos esculpidos. Aunque desde un punto de vista iconológico resulta difícil desentrañar el significado de esta portada, tal es la complejidad de su escultura que se puede señalar su eclecticismo característico del arte de las Peregrinaciones con influencias de San Isidoro de León, Platerías y las más próximas de los maestros de Sos y del Claustro de la catedral románica de Pamplona.
Y allí se quedaron extasiados mientras resolvían el misterio eterno: ¿Y hoy dónde comemos?
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