Nos encontramos en una de las zonas vitivinícolas más antiguas de España, cuyo cerro del Castillo ofrecía la consistencia ideal para instalar una bodega: suelo calizo, buen clima que ayuda a madurar el vino y la posibilidad de excavar para seguir ampliando sin riesgo de hundimientos. En esta zona se encontraba una de las puertas amuralladas, la de San Juan, por donde entró Isabel de Castilla a encontrarse con Fernando que venía de Valoria. Mucha historia en el aire que Amada nos va hilando en una mañana fresca de diciembre. Otra cosa es ya el mantenimiento de esta bodega que exige un gran esfuerzo, no solo por la falta de promoción y defensa de nuestros representantes, que no apuestan por nuestro producto con la fuerza necesaria, producto premiado y reconocido en ferias internacionales como Suecia, Eslovaquia, Argentina, sino también porque debe multiplicarse para vigilar los tiempos de cultivo, control exhaustivo del fruto recogido, seguimiento de la maduración y tiempo de vendimia.
Esa dedicación, finalmente, tiene el reconocimiento de Denominación de Origen Cigales bajo la marca de “Las Luceras”. Vino que degustamos, además de un Verdejo a temperatura de bodega -como mejor se puede degustar un vino-, junto a otras añadas, al final de la visita, en un ambiente distendido, donde afloran también anécdotas, lugares cercanos de gran belleza, graciosos sucedidos que se salen un poco del motivo que nos ha reunido, verdades y mentiras que irán copando la mañana.
Estamos en Dueñas, donde se establecerán los Buendía, lo que convertirá a la villa en sede de importantes acontecimientos históricos. Desde la década de 1960, cuando Dueñas es nombrada Conjunto Histórico, hay un éxodo continuo que va diezmando la población como la peste, tocada por esa preocupación que ocupa al mundo rural, sin que nadie encuentre la fórmula que lo revierta. Amada pone su granito en este viejo Cerro y su empeño va más allá de su propio negocio, generando un tráfico de gentes que llegan a su puerta para constatar la peculiaridad de aquella buena masa de la que habló Santa Teresa.
6 comentarios:
Buen recuerdo me trae hoy mi amigo Froilán en su Madeja, como fue la visita, junto a José Luis Onecha, a Bodegas de Salas en Dueñas, un paraíso bajo tierra que contó con el privilegio de tener como guía a su propietaria, Amada de Salas, una erudita en la materia que nos contó su historia y la de sus vinos, conscientes de que estábamos recorriendo una de las bodegas más antiguas y más grandes de Castilla y León y de España.
Recuerda Froilán que Isabel I de Castilla conoció en Dueñas a Fernando de Aragón, un encuentro carnal y apasionado que en esta semana he conocido de primera mano, con mi presencia en la conferencia-dialogo del profesor Salvador Rus con el Rector de la Universidad de Salamanca, el palentino Ricardo Rivero. Pregunté en el coloquio a Salvador Rus, por el famoso “monta tanto”, y si Fernando montó o no montó en Dueñas a Isabel. El profesor confirmó mis sospechas, y en Dueñas se llevó a cabo un hecho destacado de la historia que debiera figurar a la entrada de esta localidad: “Aquí en Dueñas se conocieron y amaron los Reyes Católicos, antes de su matrimonio en Valladolid”, o algo así.
Interesantes datos los de hoy relacionados con las bodegas que tan unidas han estado al Cerrato, y lo que es superintendente es la supuesta aventura de nuestros Reyes Católicos tuvieron en Dueñas. Alfonso, cotilla !!
Buen recuerdo me trae a mí también esta madeja, recuerdo del día que fui a visitar esta bodega con la excelente guía de su propietaria. Impresionantes los recovecos subterráneos, las cubas almacenadas, la antigua maquinaria, la elaboración del vino, el emplazamiento de la misma bodega y el histórico marco de la ciudad de Dueñas, una visita inolvidable.
Buenos días Froilán
Ya comenzamos nosotros a saborear con tus esperadas Madejas de tu fructífero recorrido por el Cerrato. Bien acompañado ibas, con Luis Onecha y Alfonso Santamaría, casi nada !!!! Y comenzásteis con buen pié.... aunque igual salistéis a gatas de la bodega de Amada Salas.
Bonita excursión por el Cerrato palentino que os marcásteis en esa reciente ocasión, Froilán. Visitando una bodega en Dueñas, en concreto, con el buen saber y mejor entender de la Bodega de Salas. Donde os pusieron al día de los pasos que la misma da desde que se recoge la uva, se madura el vino y hasta que el producto sale al mercado.
Y con la calidad de sus vinos cara al consumidor. Una bonita jornada, en fin, como así nos lo indicas hoy en Diario Palentino, en tu sección semanal. Saludos.
Visita obligada en mis próximas visitas a Palencia. Gracias Froilán.
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