El poeta barcelones Sandro Luna, con este luminoso poemario, se alzó con el prestigioso VII Premio Internacional de Poesía Jorge Manrique.
«La noche que a Eddie Felson le rompieron los dedos, VII Premio Internacional de Poesía Jorge Manrique, es a la vez una recapitulación de sus libros anteriores y el comienzo de una nueva etapa. La poesía de Luna, que ha partido habitualmente de lo cotidiano para elevarse hacia el prodigio, se adelgaza aquí para quedarse en tuétano y aprende a transmutar el dolor en belleza; a sacar punta de la tristeza y el miedo hasta hacer que florezcan y den fruto. Con palabras de todos, con música y cine y lectura y experiencias que son patrimonio de todos, Luna consigue hacernos ver de un modo nuevo, valiente y bellísimo, lo que suele pasar desapercibido cuando lo miramos con ojos rutinarios. Su verso se eleva ahora sobre la enfermedad y el sufrimiento como salvoconducto y prueba de vida. Desnudo, a veces incluso descarnado, nos abre nuestro corazón con el suyo, expuesto y entregado y a la espera, y nos convida al mundo.
En este sufrimiento y este miedo, en esta finitud tan suya y tan nuestra, es donde el poeta ha encontrado de nuevo un aliento de vida incombustible y le ha sabido dar música y vuelo. Como un Fénix, ardiendo en el acto mismo de persistir. Como el buscavidas que inspira este título hermoso y dolorido al mismo tiempo. Quienes sabemos que cada libro de Sandro Luna es una escuela de mirar y ser estamos otra vez de enhorabuena: esta noche, como la de Job, ha de resolverse en la firme esperanza de la luz.» Agustín Pérez Leal
Menoscuarto Ediciones. Palencia, 2024
Colección Cálamo Poesía, 33
ISBN: 978-84-19964-03-3
96 páginas - 210 x 140 mm
PVP: 13,00 €
2 comentarios:
Tuve ocasión de conocer al gran poeta Sandro Luna en la entrega de su merecido como ganador del Premio Internacional de Poesía "Jorge Manrique", en el magnífico Salón de Actos de la diputación de Palencia. Me sorprendió la presentación de Sandro que hizo el alcalde de Paredes de Nava, Luis Calderón. Sentí como un poeta catalán vino a la vieja Palencia a recibir un premio que colmó sus deseos por el gran trato recibido y por la belleza de la ciudad y de Paredes de Nava. Me lo dijo en persona cuando acudí a que me firmase un ejemplar de su libro, y coincidí con el ganador del año pasado, Sergio García Zamora, el gran poeta cubano que reside en Paredes de Nava. Hablamos los tres y sentí la magia de estos dos grandes poetas.
Por la tarde acudí al ayuntamiento de Paredes de Nava, y allí Sandro Luna habló de sus orígenes como poeta y de su perro. Al término de su narración dije a Sandro que me sentía identificado con él, porque yo también comencé a escribir cuando sufrí un accidente y tuve un perro, que fue mi amigo y le escribí un poema y un librito el día que falleció.
Recomendable la lectura de estos bellos poemas con un título que el poeta de Hospitalet de Llobregat, supo explicar.
Pues es un título muy sugerente, y como a mí me gusta mucho la poesía, seguro que lo disfrutaría.
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