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Conocí a Marcelino en su casa de Palencia, el 12 de octubre de 2022, el mismo día que, en compañía de Julián, José Antonio y Alfonso, llegamos a Palencia para visitar la Muestra Renacer con la que se celebraba el 700 aniversario de nuestra catedral. Hoy enebro la aguja del recuerdo, porque encontré al poeta por casualidad, por un poco de suerte, tejiendo todavía versos, conjugando al unísono con Julián, -que se fue de maestro a León-, en su cocina, frente a Carmen Arroyo -que se contagió de su poesía y de su amor-, los recuerdos de aquellos primeros años entrevías. Carmen Casado, que ha puesto su granito en este homenaje postrero, le dedicaba el primer estudio monográfico, admirada por la progresión que fue encontrando al hurgar en su obra. Yo creo que, para todo hombre, pero especialmente para todo poeta, el amor es el alimento prioritario y esencial que lo nutre. Cuando hay dolor también se cuenta, cuando hay preocupación, también el lector lo percibe, porque se escribe, en cualquier caso, alimentado por esa cordillera de sensaciones que brotan a raudales, movidas por ese sentimiento.
A nosotros como seguidores y amigos, solo nos queda ahondar en el reproche hacia quienes ocupan puestos de responsabilidad en nuestras instituciones, porque no hay libros de nuestro aclamado poeta en las librerías, que es una forma de dar a conocer su obra, de llevar bien lejos su pintura poética. Carmen que se ha implicado tanto para llevar a buen puerto este homenaje, me recuerda en una grabación las palabras de Marcelino que fueron recogidas en el libro “Una manzana para comérsela a versos”: “Si el árbol pierde sus ramas, ¿Quién lo llamará árbol?; si le arrancan al hombre los brazos del trabajo, ¿Quién lo llamará hombre?; si se van de la tierra las gentes que la cuidaron, ¿Quién la llamará tierra? Y añado y concluyo: si no se expande la poesía de quien amó tanto a esta tierra, ¿Cómo conoceremos en todo su esplendor tierra y poeta?
9 comentarios:
Recuerdo a la perfección ese día que llevé a Froilán y Julián hasta la casa donde vivía Marcelino García Velasco, en el Barrio de la Puebla. Me dieron ganas de subir con ellos para abrazar a Marcelino, que ya andaba pachuco, y a Carmen, pero lo suyo era esperar con José Antonio en un bar. Era el día del Pilar y no pude disfrutar mucho de la compañía de mis amigos por tener que ir a un funeral de Gordoncillo (León). A los pocos meses encontré a Carmen en la calle, le pregunté por su marido y me dijo que ya empezaba a delirar y le preocupaba seriamente su futuro. Me dio mucha pena, y supe que el final estaba cerca. Muerte esperada la del gran poeta, perro muy sentida por todos aquellos que disfrutábamos con su presencia, con su obra y su palabra, es lo que se dice !una pena¡.
Muy oportuno, Froilán, este artículo de opinión tuyo de hoy en Diario Palentino, acerca de nuestro poeta, Marcelino García Velasco, justo en estos momentos en los que aquí en Curiosón le estamos dedicando un homenaje póstumo, sacando a la luz su poesía, sus libros, su caminar por la vida, en definitiva, como hombre volcado en la enseñanza -la de maestro era su profesión-, poeta y ejemplar marido y padre. Y siempre con su amor hacia su mujer, Carmen, musa inspiradora seguramente en muchos momentos de su poesía. Saludos.
Buenos días Froilán
Me alegra y pienso que casi era obligatorio, que La Madeja de hoy la dediques a Marcelino García Velasco, y además basada (también lo pienso ) en el recuerdo imborrable de aquel encuentro en las postrimerías de su vida. Un homenaje entrañable el que estás haciendo, Froilán. Además con el esfuerzo de desentrañar en las Hemerotecas y recordar a las Instituciones que deben dedicar más tiempo y publicaciones a las obras de los que son pilares de la Cultura Palentina.
Amigo Froilán: Termino de leer y releer tu precioso artículo-homenaje a nuestros queridos y entrañables Marcelino y Carmen, merecedor de muchos y felices calificativos.
No se me ocurre más que felicitarte por cómo y lo bien que te lo has currado y lo muy felices que se sentirán Carmen y su familia, a pesar de las lágrimas que les aflorarán.
Mil gracias por lo que me toca y aprovecho para desearos -a ti, a los tuyos y a la familia que has creado alrededor de tu Curiosón- unos días cargados de paz, alrededor del Jefe, colofón de lo que ha sido este año, lleno de vivencias felices, que nos han unido. Un abrazo para todos. Julián
No se puede creer que no haya libros en las librerías de este gran poeta, cada vez que leo los versos que vas desgranando aquí me gusta más como poeta, y también como persona.
Bienvenidos amigos lectores de este blog que Froilán lleva en su mochila milagrosa de la que saca, no conejos blancos, pero sí actúa como prestidigitador de lujo. En primer lugar, quiero dar las gracias a quienes dejasteis, cada día, esos cariñosos comentarios a las diversas entradas que Froilán pone al alcance de los ojos y de nuestros sentimientos más profundos. Y, por supuesto, a todas las personas que han participado en este importante homenaje, idea de Froilán; cada uno de ellos sabe bien de lo que habla pues, en mayor o menor medida, conocieron a Marcelino que supo hacerse querer tal y como era: generoso en la palabra y amigo cercano con quien daba gusto compartir pues sabía escuchar a los demás, algo que hace al hombre más humilde.
Agradezco vuestros sentidos textos sobre mi marido, aquellos recuerdos que, o bien compartisteis mediante su palabra amena o por deducción lógica de lecturas de su obra en prosa y verso. Podría deciros uno a uno que vuestro criterio ha sido fiel al hombre que ha quedado plasmado en El Curiosón. Y, de corazón, agradezco todo vuestro interés y dedicación. Ojalá que la idea nacida -desde la bondad de Froilán- quede en el deseo de muchos paisanos por conocer la obra de quien fue mi vida y mi maestro, Marcelino. Cada libro editado fue consecuencia de haber ganado un premio literario importante y, siempre recibía media docena de ejemplares. Las ediciones eran de tirada corta y se repartían a cada uno de los miembros que componían aquellas Asociaciones Literarias. En cuanto a los que Diputación de Palencia le editó, pocas veces he logrado comprar ejemplares en la Feria de San Antolín. Sí conseguí un ejemplar de uno que me editó Diputación: Sentir de la palabra, y en la Librería Amarilla y en Iglesias, vendieron Calle Mayor, durante un tiempo. Si se acaba la media docena que se suele pedir y no se vuelve a hacer otro pedido...Por cierto, mi yerno Sergio Rodríguez, publicó, gracias a Diputación, un interesante trabajo terminando las Tonadas que Guzmán Ricis dejó apenas iniciadas. Y se han vendido en Librería Amarilla. Yo he conseguido por Internet algunos títulos de mi esposo en mejor o peor estado. Y, ¡qué pena! alguno con dedicatoria incluida. Es frecuente que los herederos se deshagan de la biblioteca cuando heredan el piso...Ancha es Castilla y en ella cabe de todo, me refiero a quienes aman u odian la lectura, y gustan más
los programas de amenidades televisivas. A veces, leer en un viaje, o esperando el autobús es cosa rara. Pero a mí me agrada. Os deseo unas Navidades felices y ¡ojalá! que, la lotería, aunque fuese un reintegro, os haya tocado. Hasta siempre en mi corazón.
Buenos días: Acabo de ver, una vez más, el blog y el monográfico sobre nuestro llorado amigo Marcelino García Velasco y vuelvo también a felicitarte por la idea y los resultados que estás obteniendo. Carmen está feliz al recibir tantas muestras de cariño y agradecida al comprobar el reconocimiento a su constante labor en favor de la obra de su amado esposo. Pero es cierto que esa llamada de atención a las entidades culturales palentinas para que promocionen el conocimiento de la importante obra de Marcelino debemos tomarlo como una obligación de todos nosotros, los palentinos. Sus libros no se han reeditado y es muy difícil acceder a alguno de ellos. Cuando yo emprendí la gozosa tarea de estudiar su obra, recurrí a Marcelino quien, generosamente, me proporcionó sus libros, que yo manejé con esmero sabiendo el valor, no sólo emocional sino también bibliográfico. Terminada la tarea, devolví los ejemplares a su dueño. Si algún estudiante de Filología desea leer y analizar la obra de nuestro poeta, tendrá la dificultad de acceder a sus libros. Es cierto que la Biblioteca pública de Palencia posee la obra completa de Marcelino, así como la de otros poetas palentinos cuya obra está publicada, pero no está distribuída en las librerías. La digitalización de su obra completa sería un modo fácil e inmediato de dar a conocer los poemas de Marcelino. Desde aquí hago una llamada a todos los que puedan contribuir a su realización, entre los que me ofrezco en la medida de mis posibilidades. Una vez más, Froilán, valoro tu iniciativa en pro de dar a conocer a nuestros escritores tan olvidados por nosotros los palentinos y esa llamada a abandonar nuestra habitual desidia al valorar lo nuestro. Felices Pascuas y próspero año nuevo a los lectores del blog.
Es impresionante el despliegue que ha hecho, en memoria de Marcelino, el director y creador de Curiosón, Froilan de Lózar. El de San Salvador de Cantamuga, (como a él le gusta que se diga) ha conseguido hacer un merecido y brillante homenaje en memoria de ese gran poeta palentino, castellano, y español, mediante un trabajo arduo e infatigable, con una labor en la sombra, de esas oscuras, que llevan una concienzuda investigación que no se ve, pero se palma en cada escrito dedicado al gran poeta.
No es fácil tampoco adornar un escrito, de la forma que la ha hecho De Lózar. Todo el trabajo de investigación y presentación a los lectores es arduo, infatigable y muy meritorio. Su labor investigadora le ha quitado horas al sueño. Gracias a este robo intencionado, el Cronista de la Pernía, nos ha permitido disfrutar y conocer la obra, bibliografía y pedigrí de un poeta excepcional, al que he tenido el honor de escribir en su memoria unas palabras llenas de sentimiento, en mi artículo El Hijo del Señor Antonio. Gracias Froilán en nombre de quienes admiramos a Marcelino, y a ti, es impagable tu esfuerzo, dedicación y saber hacer.
No hay nada que nos obligue a cantar las excelencias de nadie. Ni siquiera de un paisano entrañable como Marcelino. De un buen maestro. De un extraordinario poeta. De verdad que no hago esto para que me colmen de bendiciones, porque nosotros somos buscadores de historias, contadores de las historias de los otros. Cierto es que me sirve para seguir adelante con otros proyectos, con otro ánimo, que es en definitiva lo que permite que no elimine el comentario de mi amigo y colaborador Alfonso, que sé que lo hace con la mejor de las intenciones y sabedor, eso sí, del tiempo que ha supuesto este monográfico. Despertemos, pongamos nuestro empeño en la lectura de los nuestros, que ya nos dieron muestras suficientes de valía y, especialmente, de dedicación y amor desde la humildad, desde la sombra.
A todos los que dejaron una historia para recordar a Marcelino, a quienes le han conocido por primera vez, a todos los que se deleitaron con sus versos, mostrarles mi agradecimiento.
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