Fauna Montaña Palentina | Sapo
No pensaba detenerme en el sapo, anuro de la familia Bufonidae, habitante de las aguas estancadas: albercas, balsas de riego, con presencia en toda Europa, salvo Islandia, Irlanda y algunas islas mediterráneas: Malta, Creta, Córcega, Cerdeña y las Islas Baleares.
No tragarse el sapo
Lo encuentro en una página de chile muy bien explicado, en una sección titulada "Refranes de la abuela". Es un dicho muy extendido y que viene a decir que uno es precavido, que no se tragó el sapo. Cuentan allí que puede surgir a mediados del siglo pasado, cuando los lecheros recorrían en carros los domicilios de las ciudades. Para refrigerar la leche le arrojaban sapos que, por tener sangre fría y estar en agitación constante, hacían que la leche se mantuviera fresca y sin mucha nata desde el tambo a la ciudad. Añaden con cierto gracejo que, algunas veces, un sapo se ahogaba y se iba con la leche al jarro del comprador. De ahí la precaución para no tragarse un sapo al beber la leche.
El sapo en la literatura
—Max Velthuijs, es un autor e ilustrador holandés conocido por sus libros infantiles entre los que se encuentran la serie "Sapo y Sepo" y el cuento "Sapo es Sapo".
—Elise Gravel, ilustradora canadiense, es la autora de "El sapo", un libro inspirado en animales.
—Alicia Acosta es la autora de "Agapito, el sapo que quería ser príncipe" con ilustraciones de Pablo Pino. El libro aborda temas de igualdad de género.
—Los Hermanos Grimm son los autores de una de las versiones más conocida del cuento de hadas "El príncipe rana", también llamado "El rey sapo".
—Arnold Lobel es el autor de la serie "Sapo y Sepo son amigos.
—Pablo Aguirre es el compositor de “El baile del sapito”
Dichos sobre el Sapo
—A callarse ranas que va a predicar el sapo.
—Cuando el sapo canta fuerte lluvia promete.
—Cuando al sapo veas andar, lluvia primaveral
—Aguas tranquilas hacen lanas de sapo
—Al sapo, tierra.
—Huyendo del sapo di en la sierpe.
—Más ordinario que un sapo en un acuario.
—Antaño me mordió el sapo y hogaño se me hinchó el papo.
—El sapo en su rincón, cazando moscas paga su pensión.
—Según el sapo es la pedrada.
Cuaderno de anotaciones
@ En la cultura popular el sapo está asociado a la brujería y al demonio, por lo que puede haber contribuido también a la consideración negativa que sugiera para otros.
@ Se atribuye a Carlos Lineo, naturalista sueco como la primera persona que le dio el nombre de Rana Rufo al sapo en 178.
@ En 1768, diez años más tarde, el austriaco José Nicolaus Laurente colocó al sapo en el género Bufo, género en el que están incluidos los verdaderos sapos, pero las relaciones taxonómicas siguen estando poco claras.
@ Se le puede encontrar en zonas boscosas, lugares húmedos. También en campo abierto, prados, cultivos, parques y jardines.
@ Ojos bulbosos, sin dientes, su peso oscila entre veinte y ochenta gramos, siendo las hembras más gruesas que los machos y las muestras del sur más grandes que las del norte.
@ En la época de cría, el macho desarrolla almohadillas nupciales en los tres primeros dedos, que utiliza para aferrarse a la hembra en el apareamiento.
@ Se alimentan de insectos, arácnidos, cochinillas, babosas, escarabajos, gusanos, moscas y pequeños ratones.
@ Hay un dato curioso por el que se deduce que el sapo no conoce a su presa. En un estudio de investigación se observó que se abalanzaban sobre un pedazo de papel negro como si fuera una presa, ignorando las piezas más grandes.
@La media de vida de los sapos comunes es de doce años, que puede determinarse contando el número de anillos en los huesos de sus falanges, pero se conocen casos de ejemplares que han vivido más de cincuenta años en cautiverio.
@ Para repeler a otros depredadores el sapo infla su cuerpo. Su principal defensa es una secreción lechosa maloliente que contiene una toxina para disuadir a quienes les atacan.
@ En la página de Cervera le dedican unas palabras al sapo. El color general es verde vivo uniforme, tiene la facilidad de cambiar de color rápidamente, como función mimética en función del lugar donde se encuentren.
@ En la montaña palentina, el sapo más representativo es el sapo común ibérico (Bufospinosus), que se encuentra en zonas boscosas y húmedas, a veces hasta altitudes considerables.
Fauna Montaña Palentina
Diario Palentino 2025
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El animalejo que hoy nos presentáis en vuestra sección del periódico, Froilán y Estalayo, que, visto en su esencia, resulta un tanto desagradable, todos nos lo hemos encontrado en el campo en infinidad de ocasiones. Y ya de chavales, no era santo de nuestra devoción precisamente, y lo esquivábamos siempre que podíamos, cuando no algún cantazo se llevó por aparecer de pronto y propinarnos algún que otro susto. Hoy, visto con otros ojos, uno piensa que qué culpa tiene el animal por mostrarse así con esas trazas; que su labor hace en la naturaleza también. Saludos.
ResponderEliminarPuntual y agradecido, como de costumbre. Gracias, Javier. Buen día.
ResponderEliminarCuando era niño, me mandaban alguna noche a hacer un recado por las calles de barro del pueblo. No había farolas. Solo la luna llena, alta y quieta, alumbrando lo justo.
ResponderEliminarCaminaba despacio, porque en aquella oscuridad el suelo hablaba. Y entonces aparecían ellos: los sapos. Quietos, o dando un pequeño salto a un lado. A veces casi los pisaba sin querer. Otras veces se quedaban justo en medio, mirándome como si supieran mi nombre.
Yo los observaba. Eran parte de la noche, parte del camino. No me daban miedo. Me acompañaban. Su presencia hacía que todo fuera más real, más vivo.
La luna brillaba sobre sus cuerpos húmedos, y el silencio parecía escucharlos también.
Aún hoy, cuando recuerdo aquellas noches, siento que no iba solo. Los sapos caminaban conmigo.
Hoy en la "Fauna de la Montaña Palentina" comentáis sobre el sapo. Y es verdad que así como la rana despierta simpatía, el sapo, en cambio y casi siempre, lo hace con repugnancia. No sé si es por las toxinas que a veces desprende su piel o si es por su cuerpo más deforme y más fofo. Creo que en mi interior, relaciono fofo con bofo y bufo, y creo que es porque siempre lo hago con lo que es blando y de poca consistencia como el sapo. Paulo Coelho sabe decir lo que yo quiero decir, como cuando se refiere a sapos y princesas.
ResponderEliminarUn sapo como ese, gordo y feo que retrata José Luis Estalayo, lo escuchamos croar una noche en una casa que nos dejaron para pasar el verano en Alba de los Cardaños. Estábamos en la cama y de pronto el profundo silencio se interrumpió y toda la familia se despertó con el canto repetitivo del sapo. Al principio el anfibio nos dio bastante repelús, pero como no tenía intención de salir de la casa, conseguí sacarlo a la calle envuelto en un trapo, y de esa forma esa noche pudimos dormir sin oír croar al sapo.
ResponderEliminarHoy habéis elegido al sapo como protagonista de vuestros sabios conocimientos, todo lo que más se podría decir sobra porque ya lo habéis dicho vosotros, pero creo recordar de siempre que eran muy valorados en en los huertos y muy despreciados en los colmenares porque según se decía se comían la miel de las abejas.
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