CURIOSEANDO POR SALAMANCA (y X)
Escultura de El Lazarillo,
Puente romano e Iglesia de Santiago
Es difícil explicar lo que se siente al cruzar el puente romano que se refleja en las aguas del Tormes a la vez que contemplas a las catedrales de fondo. Ahora peatonal, siempre fue la puerta de entrada en la ciudad. Sorprende como este puente a pesar de su ajetreo, las embestidas del río, y los intentos de demolición ha aguantado el paso de los siglos desde la época del emperador Trajano, y ser paso obligado de la Vía de la Plata, con origen en Mérida y final en Astorga. Puente que tantas veces cruzó el Lazarillo de Tormes. Puente muy querido por los salmantinos que lo llevan en el escudo de la ciudad. Puente en el que se celebra, desde el siglo XVI, en sus inmediaciones la famosa y concurrida fiesta del Lunes de Aguas, en la que se come el típico hornazo charro.
En el comienzo del puente te encuentra un verraco de piedra que representa la estatua más antigua de la ciudad y el Lazarillo de Tormes que también tiene su estatua. Cruzar sus más de 300 metros y los 26 arcos da una idea de la longitud del monumento, que te permite el encuentro con gente que pasea, hace deporte, va de compras o de asuntos varios. Pasear por el puente es saborear la ciudad en la distancia, solo tienes que atravesarlo y ya estás en el centro monumental de la ciudad.
Salamanca tiene otros monumentos de importancia para visitar, como La Casa de las Conchas y su biblioteca, y diversos palacios entre los que destacan el Palacio de la Salina y el Palacio de San Boal.
Ha sido un placer pasear con mis amigos por una ciudad que no solo es Patrimonio de Castilla y León, sino también es Patrimonio de la Humanidad, y descubrir la belleza que atesora esta ciudad. Visitar Salamanca es encontrarse con una capital única, con un centro urbano semejante en su colorido, debido a la piedra de Villamayor de Armuña, que se adapta a la perfección al estilo plateresco, refleja en sus edificios una tonalidad similar, y convierte a la capital charra en “Ciudad Dorada”. No hay más que acercarse a la Plaza Mayor, la Clerecía, las dos Catedrales, la Universidad, el Palacio de Monterrey, el convento de San Esteban y cruzar el río por su puente romano para quedar impresionado por la belleza y singularidad de estos edificios.
Volveremos cuando podamos.
Para saber más, en Curiosón
Extenso reportaje fotográfico en nuestra página de facebook
ALFONSO SANTAMARÍA
Cuaderno del autor
CURIOSEANDO POR SALAMANCA - ALFONSO SANTAMARÍA DIEZ
6 comentarios:
Desde luego, Alfonso, que Salamanca tiene mucho arte que ver y enseñar al visitante. No en vano está declarada como ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y aquí en nuestro ámbito autonómico como Patrimonio de Castilla y León. Y tú nos la has enseñado de manera amena a lo largo de una serie de capítulos que hoy finalizas. Qué duda cabe que nos han servido de mucha ayuda para poder conocer un poco más sobre Salamanca. Saludos.
El puente romano es visita obligada en Salamanca, al igual que la Plaza Mayor, el puente es y ha sido testigo de muchos acontecimientos importantes, y aconteceres diarios, la fiesta del Lunes de Aguas cada año, también las procesiones de Semana Santa, ver atravesar los pasos por aquí con las farolas y de fondo las catedrales, es único. Y no vamos a negar que de noche ofrece una vista maravillosa y única. Como salmantina te doy las gracias por apreciarlo.
Tu "Curioseando por Salamanca" se convierte para mí, con tus recorridos, en Salamanca en mis recuerdos. Esa Salamanca de mi juventud, de esa -'juventud divino tesoro, te vas para no volver, cuando quiero llorar no lloro, y a veces lloro sin querer' de Rubén Diario. Puente de Salamanca, tardes de primavera, escape del estudio a sus praderas y remordimientos a la vuelta.. Qué recuerdos. !!!. Gracias Alfonso por estas semanas recordando a Salamanca.
Se lee en el Lazarillo:
“Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca del animal y, allí puesto, me dijo:
–Lázaro: llega el oído a ese toro y oirás gran ruido dentro dél.
Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y díjome:
–Necio, aprende que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.
Y rió mucho la burla.
Parecióme que en aquel instante desperté de la simpleza en que, como niño dormido, estaba."
Alfonso, bien por tus crónicas que han servido para propagar la belleza de esta ciudad. Tienes que volver, te quedan rincones por descubrir. Te esperamos…. (Manuel)
Grandes relatos para darse un paseo por Salamanca que nunca te deja indiferente y siempre descubres algo que estando allí te pasó desapercibido.
Una gran ciudad para recorrerla despacio y saborearla.
Gracias Alfonso.
Quedé muy satisfecho de mis visitas a Salamanca y muy contento quedo con los comentarios que acompañan a cada capítulo. Este último es especial porque finaliza la serie y vuelvo a estar agradecido a Javier Terán que goza de una sensibilidad y aprecio a mis escritos, y estos de la capital charra dice que “han servido de mucha ayuda para conocer un poco más sobre Salamanca”. FGC, ensalza el puente como visita obligada, nos habla del Lunes de Aguas y de la Semana Santa, y parece nos invita a hacer una visita a Salamanca por esas fechas, y apreciar el puente de noche, “una vista única y maravillosa”. Antonio Riaza percibe mis escritos como “Salamanca en sus recuerdos”, cuanto me alegro, amigo, haberte hecho recordar tanto y tan bueno. Mi amigo salmantino, Manuel, nos describe lo que se lee en el monumento del Lazarillo, y me invita a volver a su ciudad “quedan rincones por descubrir, te esperamos”. Por último, un anónimo considera esta serie como “Grandes relatos para darte un paseo por Salamanca”. Mi más sincero agradecimiento a todos.
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