CURIOSEANDO POR SALAMANCA (III)
Visitar Salamanca es encontrarse con una capital única, con un centro urbano semejante en su colorido, debido a la piedra de Villamayor de Armuña que se adapta a la perfección al estilo plateresco y da a sus edificios una tonalidad similar, para convertir a la capital charra en la “Ciudad Dorada”. No hay más que acercarse a la Plaza Mayor, la Clerecía, las dos Catedrales, la Universidad o el Palacio de Monterrey para quedar impresionado por la belleza y singularidad de estos edificios. En el primer capítulo hice mención a la Plaza Mayor y al Ayuntamiento salmantino, en el segundo a la Casa Lis, y en este tercero al Restaurante “La Hoja 21”.
El almuerzo
Tras la visita detallada a la Plaza Mayor de Salamanca, a su ayuntamiento y a la Casa Lis y tomarnos un vino en el Novelty, disfrutamos allí de la presencia de Torrente Ballester y de la toma de “las jetas”, un manjar de aperitivo, que no es otra cosa que lo que en Palencia llamamos “careta de cerdo”.
La Hoja 21 | @Manuel González Sánchez |
Mientras esperamos que Cristina nos haga llegar las viandas, nos espera un pan candeal espectacular, no pensé que en Salamanca pudiera haber una hogaza de tanta categoría como la de Palencia, que invita a comerte un mendrugo, aunque no tengas con qué untar. Otro dato a destacar de este local es que hace esquina a dos calles, y puedes observar quién viene, o quién va, o un desfile de tractores, conducidos por agricultores que protestan por el maltrato de la Comunidad Europea y del Gobierno de España.
Comentamos, mientras llegan las viandas, todo de lo que hemos disfrutado en la Plaza Mayor, Ayuntamiento y Casa Lis y comenzamos a yantar. Veo que entra en el comedor mi amigo Santi Hidalgo, secretario del Ayuntamiento de Tariego de Cerrato, acompañado de su mujer, hermano, y otros familiares. Cuando estás fuera de casa y encuentras a algún conocido, lo saludas con más afecto que si lo encuentras en Palencia.
El secretario de Tariego eligió el mismo menú que yo, todo igual menos el vino. Me dijo Santi que comió de forma divina, al igual que sus acompañantes, seguro que cuando vuelva a Salamanca volverá a almorzar en “La Hoja 21”.
Tras los postres y cafés partimos al encuentro de Ierónimus, la magia de la catedral y de Salamanca a vista de pájaro, tema del que hablaré en el próximo capítulo.
4 comentarios:
Desde luego que en toda visita turística que se precie a un lugar, el que sea, el tema gastronómico ocupa también un lugar importante. De ahí que nos muestres también en tu crónica, Alfonso, el lugar elegido para el almuerzo, y que, al parecer fue un acierto. Y claro, luego encontrarte allí con esas personas de Palencia, a las que por cierto conozco, la alegría sería de mayor calado. En fin, que todo estuvo a pedir de boca, nunca mejor dicho. Saludos.
Salamanca ofrece variedad de sitios para comer, pero recién descubrí este en pleno centro de la ciudad, y con un ambiente que es tal y como lo cuentas, aparte de que la comida es estupenda. Después de recorrer la ciudad y sus maravillas antiguas bien merece la pena sentarse aquí y disfrutar de esta otra maravilla que es el "buen yantar", para recoger fuerzas y reanudar el viaje turístico por las calles y monumentos que son muchos.
La HOJA 21 un buen sitio sin duda, donde retomar fuerzas es sinónimo de disfrute y buena atención.
Cabe destacar que este establecimiento fue nominado como finalista en los premios que concedió la Hostelería de Salamanca (Año 2022) en la sección de “Premio Excelencia”, donde se valoró sus instalaciones, la atención de su personal, su decoración, su propuesta culinaria, su bodega, el entorno en el que se encuentra, así como los premios y reconocimientos recibidos.
Alfonso, los guisos tienen mejor sabor cuando se toman acompañados de unos buenos amigos, y de eso entiendes mucho.
El otro día me encontré con Cristina, quien nos atendió y a quien mencionas en este artículo. Se acordaba muy bien de ti, y me pidió que le reenviase tu publicación, así lo haré.
Alfonso, la gastronomía es cosa muy importante que hemos de considerar en nuestro viaje. En mi viaje me detuve en la cafetería Abadía, sita en la Plaza Mayor, donde hice amistad con Andrés, ahora seguidor de Curiosón atento a todo lo que vamos compartiendo. Parece que La Hoja también nos abre el apetito y la tomaremos en cuenta para el próximo viaje a Salamanca.
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