El terrible mal del Alzheimer
Los síntomas de la enfermedad como una entidad nosológica definida fue identificada por Emil Kraepelin, mientras que la neuropatología característica fue observada por primera vez por Alois Alzheimer en 1906.
El descubrimiento de la enfermedad fue obra de ambos psiquiatras, que trabajaban en el mismo laboratorio.
Nadie está libre de las miserias de este mundo.
El dinero y la inteligencia abrirán puertas. Los títulos y los trajes podrán vestirte de prestigio. La escuela de la vida te aliviará el camino. Y si, además, tienes un poco de suerte, te sonríe la fortuna, te arropa la familia y los amigos, el camino se te hará más ligero, pero ni siquiera con todas las cartas de tu parte encontrarás ese camino de rosas que soñaste.
John Bayley lo sabe bien. El autor británico refleja en su libro “Elegía por Iris”, cómo él, “un joven académico espectacularmente ignorante respecto a las cosas mundanas, se quedó prendado de Iris Murdoch...”, como ambos tomaron la decisión de no tener hijos, absorbidos por unas carreras deslumbrantes. Escritores de reconocido prestigio en su país, montados en una línea que parecía no romperse nunca, llegan al ocaso de su vida y se dan de bruces con el terrible mal de Alzheimer.
Ese es el mal de todo el mundo. Nos olvidamos que está latiendo ahí, hasta que nos envuelve. Ese mal y tantos otros males imprevistos para los que no encontramos solución precisa por más que avance el mundo.
@De la sección del autor "Impresiones" en "Diario Palentino".
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