Al cabo de algún tiempo, el enfermo se levantó y salió, pálido y caminando con dificultad. Nuestro médico le encontró y le dijo:
— ¿Cómo están, amigos, los habitantes del infiemo?
— Tranquilos - contestó -, porque han bebido el agua del Lecteo. Pero últimamente Hades y la Muerte proferían terribles amenazas contra los médicos porque no dejan morir a los enfermos, y a todos los apuntaban en su libro. Iban a apuntarte a tí también, pero yo me arrojé a sus pies jurándoles que no eras un verdadero médico y diciendo que te habían acusado sin motivo.
—Ten cuidado con los que pretenden arreglar tus problemas sin tener preparación para ello.
1 comentario:
Pues un poquillo ignorante sí que era...
Abrazo Froi y que tengas un estupendo fin de semana TQM amigo,
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