100 estampas de Salamanca
💨 Además de su fachada, el gran interés es su hermoso patio interior, de estilos gótico y renacentista, al que se accede tras atravesar las grandes rejas y un zaguán con un arco de medio punto rebajado, decorado con medallones y con escudos pertenecientes a las familias Mesía Fonseca.
Patio del Palacio de La Salina | Acuarela | Francisca González del Castillo |
Ubicado en pleno centro de la ciudad de Salamanca, el Palacio de La Salina es un hermoso edificio renacentista considerado una joya del plateresco, mandado construir por Rodrigo de Messía, al arquitecto Gil de Hontañón en 1538. Su nombre se debe a que fue utilizado como almacén de sal hasta 1870, un negocio mercantil que en su día controlaba el monopolio de la sal en la ciudad, desde1884 es sede de la Diputación Provincial de Salamanca.
Se trata de un bello, enorme y atractivo edificio que se ha visto envuelto en una serie de leyendas sobre su origen. Rodrigo de Messía estaba casado con doña Mayor de Fonseca y Toledo, quien legó esta propiedad a su hijo Juan Alonso de Fonseca, y por eso también se le conoce como Palacio de Fonseca. Pero esta circunstancia dio lugar a un malentendido y la creencia de que fue el arzobispo Alonso de Fonseca, con el mismo nombre, quien mandó construir el más bello palacio existente, enfurecido por el desagravio de la nobleza salmantina que no quiso acoger a su amante por no considerarlo decente. Así, se ha tratado de justificar que el origen de ciertos personajes y monstruos que hay esculpidos en las ménsulas del patio representan a los nobles que rechazaron dar hospedaje a La Salina, amante del arzobispo Fonseca, condenándolos de por vida a soportar la galería del edificio. Pero todo ello no son más que fábulas populares.
En el edificio destaca la fachada, de estilo plateresco con elementos italianos y grandes arcadas, decorada con medallones, escudos, y un alero con querubines. Tiene tres cuerpos separados, la galería superior de ocho arcos recuerda al Palacio de Monterrey.
En el interior del patio, sorprende, y mucho, además de su forma irregular, la galería sostenida por dieciséis enormes ménsulas triangulares talladas con esos personajes atormentados citados anteriormente, figuras grotescas y torturadas que se retuercen de dolor, con un realismo tal que son las que han dado lugar a especulaciones sobre quién, o qué representan. Lo cierto es que guardan un parecido con las zapatas y capiteles del Convento de las Dueñas. En la parte izquierda según se entra, hay un pórtico formado por siete arcos de medio punto con unos capiteles platerescos.
Actualmente la Diputación de Salamanca ofrece conciertos por la noche, muy agradables por tan privilegiado escenario y durante todo el año se celebran diferentes exposiciones.
CIEN ESTAMPAS DE MI TIERRA
4 comentarios:
Maravilloso patio el del Palacio de la Salina que se refleja en esta bella acuarela, que destella la hermosura y delicadeza gótica y renacentista, con rejas de gran belleza que dan paso al zaguán con arco de medio punto, y la galería en la que se vislumbran columnas con capitales y arcadas con medallones y escudos, y enfrente bellas balconadas con delicada ornamentación.
Otra bella Postal salmantina, es la que nos muestras hoy, Paqui, aquí en tu sección de cada sábado de Curiosón. Y ya por tu pintura se advierte del importante valor en cuanto a arte de esta construcción. Interesante también tu narración sobre el mismo, que nos hace que nos acerquemos mucho más a la realidad del mismo. Saludos.
Bonita y aclaratoria exposición sobre un palacio muy bien recuperado por la Diputación de Salamanca. Una bella estampa más de Paqui
Preciosa estampa, Paqui, no me canso de ver el dominio que tienes de la acuarela. Este patio con tanto detalle por aquí y por allá, te ha quedado genial.
Siempre gustan más las historias que hablan de agravios, venganzas, romances y cosas sobrenaturales que la simple verdad, y aquí se cumple. Si todas esas historias han llegado hasta nuestros días es porque son más emocionantes que el que un noble mandara construir el palacio y su esposa se lo legara a su hijo, no hay color. Pero siempre es mejor saber y tener clara la verdad, y luego si la imaginación quiere volar, que vuele.
Gracias por esta bella estampa del Palacio de La Salina. Besos.
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