Vio cierta Rana a un Buey, y le pareció bien su corpulencia. La pobre no era mayor que un huevo de gallina, y quiso, envidiosa, hincharse hasta igualar en tamaño al fornido animal.
—Mirad, hermanas, -decía a sus compañeras- ¿es bastante? ¿No soy aún tan grande como él?
—No.-
—¿Y ahora?
—Tampoco.
—¡Ya lo logré!
—¡Aún estás muy lejos!
Y el bichuelo infeliz hinchóse tanto, que reventó.
Moraleja:
Lleno está el mundo de gentes insatisfechas. Cualquier ciudadano de la medianía se da ínfulas de gran señor. No hay principillo que no tenga embajadores. Ni encontraréis marqués alguno que no lleve en pos tropa de pajes.
1 comentario:
Buena fábula y mejor moraleja!!!
Buen fin de semana y besos querido amigo Froi TQM,
Publicar un comentario