GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
Templos de San Miguel y ruinas de Santa María
El pueblo de Biota se construye en un peñasco a la margen izquierda del río Arba como lugar estratégico de frontera, donde sus señores construyen fortificación y torre defensiva y, posteriormente, templo que refuerce su imagen de poder y dominio.
Cuando en agosto de 2013, por cuarta vez, me pidió que lo volviese a llevar a visitar los templos románicos de la localidad aragonesa de Biota le pedí explicaciones por tan inusitado insistente interés. Me dijo que le gustaba la escalera del templo de San Miguel cuando, según mis experiencias anteriores, no recordaba en su planta la existencia de tal elemento arquitectónico. Tal vez esa curiosidad fue lo que me hizo cumplir su deseo.
Su templo románico, consagrado a San Miguel, data de las postrimerías del siglo XII y acabó sustituyendo a otro anterior que ubicado en la parte alta del pueblo bajo la advocación de Santa María, hoy se encuentra en período de excavación.
Sin embargo, lo más impresionante son sus fachadas. La meridional, dedicada al patrón, se dispone a partir de cuatro arquivoltas que descansan sobre otras tantas columnas con capiteles figurativos de aves enfrentadas, mujer con dragones, animales mordiéndose las patas y el arpista en el lado izquierdo,
En la occidental, con arco de medio punto y arquivoltas lisas que se apoyan en ocho columnas rematadas con capiteles esculpidos con figuras de cantero trabajando,
y que presidido por la Virgen coronada y entronizada con el niño sentado sobre sus rodillas, recibe las ofrendas de los Magos en su triple condición de rey ( oro), sacerdote (incienso) y hombre (mirra para embalsamar) con postración del primero mientras el segundo Mago señala la estrella de seis puntas, y cuya composición me recordaba otros tiempos en Grado del Pico y San Nicolás de El Frago.
Aunque la obra magnífica de todo este conjunto escultórico se suele atribuir a un Maestro ( conocido con el de San Juan de la Peña), yo siempre he creído que actuaron dos distintos, pues no hay más que fijarse en la concepción de la articulación anatómica, peinado y los pliegues de las vestiduras del Arcángel de la primera portada y compararla con los volúmenes inflexibles, más toscos, lineales, esquemáticos y ausentes de gesticulación del autor de la segunda para obtener una conclusión al respecto.
oculta de la mocheta de este Magister al que yo conozco desde joven porque lo vine siguiendo en todas las fases de su vida.
4 comentarios:
Impresionante, Mongui. Nos impresionas. Nos emocionas. Latimos románico por ese empeño tuyo de guardar y clasificar cada recuerdo. Mira, tengo un pálpito. Cuando esta guía se mueva y se remueva, alguna institución o Fundación, o grupo editorial querrán compartirla con el mundo. Tú ladra, perrito y no pierdas el rumbo, que seguimos tus pasos.
De eso no me cabe la menor duda, Froilán. Mi mascota siempre me dijo que en ese país que habité, únicamente se acaban reconociendo a los muertos. ¡ Suerte la mía, que ya estoy en el Edén!.
¡Buenísima la entrada de hoy ,Mongui!Obviamente las piedras no hablan,pero ya te encargas tú de ponernos en antecedentes históricos ,artísticos y hasta del origen del nombre del pueblo.Por cierto,el maestro dejó su busto en esa última obra suya,el final de su camino ,¿Giraldo?
Gracias,doggie.Esta entrada es de las que hacen época.👏👏❤️
Un lugar y templo que siempre estará en el recuerdo! Que genial lo pasamos!!
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