Timadores de nuestra rutina
El arte de echar las cartas
Echar las cartas es un arte, pues requiere de las cualidades que tienen los artistas, inspiración, sensibilidad, capacidad de ver más allá de la evidencia de las formas y de las figuras, en este caso la de los arcanos del tarot. Pero el Tarot también es una ciencia, con sus leyes, fórmulas, principios y empirismo. Exige a quien lo practica, que conozca sus leyes, que las respete y que las aplique. Cuando estas cualidades convergen en una persona que además tiene la admirable vocación de querer que los demás sean más felices, es cuando nos encontramos ante el tarotista perfecto.
Nariz en forma de ajo
Diario "La Nueva Prensa" 03/03/2001 | Noticias de la República de China.- Según la creencia china tradicional, las personas con nariz en forma de ajo disfrutarán de prosperidad y buena suerte.
Cejas gruesas
Los adivinos dicen que esto significa que tiene pensamientos no convencionales y que vivirá caóticamente. La gente con cejas gruesas son consideradas como personas propensas a no tener tacto. Sin embargo, la sabiduría china sostiene que este tipo de personas finalmente se organizan y alcanzan el éxito después de estar soñando despiertos en sus primeros treinta años. En cuanto a las personas que tienen un espacio entre sus dientes, ellas están destinadas a perder dinero. Muchos taiwaneses confían en las predicciones y explicaciones de los adivinos y siguen sus consejos al tomar las decisiones durante la vida. Las visitas a los adivinos son especialmente populares ahora que se inicia un portentoso nuevo milenio.
Cara de cerdo
De hecho, el cirujano plástico de Taiwan, Su Mao-jen cuenta de un apuesto paciente que quedó tan inspirado de las palabras de un adivino que pidió que su nariz fuera remodelada como la de un cerdo. Mientras más anchas fuesen las ventanas de la nariz, más rico sería. El pueblo chino cree fuertemente en el destino, y adivinar la suerte basado en las características faciales es una actividad que ha existido durante cinco mil años. Pero leer la cara es más que una forma para determinar el carácter y la capacidad. También ha estado asociado durante mucho tiempo con la medicina china, y los doctores tradicionales diagnostican una enfermedad a través de una cuidadosa observación de la cara del paciente.
Li Yuan
El adivino Li Yuan dice que la gente le visita para conocer más acerca de sus situaciones profesionales, financieras, maritales y de salud. El ha estado prediciendo el futuro por más de 40 años. Diariamente en su puesto, ubicado en el concurrido paso inferior cerca del Templo Hsingtien de la ciudad de Taipei, Li atiende entre 30 y 60 clientes, la mayoría de ellos mujeres. El señala que el negocio es mejor durante un período de recesión.
Recesiones económicas
En este mismo sentido, los cirujanos plásticos reconocen que más personas llegan para hacer operaciones de la nariz, remover lunares y depilarse las cejas durante las recesiones económicas. “Ellos desean evitar la mala suerte y aumentar su riquezas”, señala un doctor.
Carlos Alvarez González
Recientemente, una noticia aparecida en los medios contribuyó a incrementar, si cabe, el horror ante la tragedia humana que supuso el terremoto acaecido en la India. Sólo unos días después de dicha catástrofe, un astrólogo propagó el terror entre la población al predecir otro terremoto para el día 3 de febrero. Tal evento, obviamente, no ocurrió. El astrólogo fue detenido y arrestado por la policía, lo que contribuyó a atenuar un poco nuestra indignación, y a pensar que dicho ejemplo debería extenderse.Tanto otros colegas universitarios como yo mismo hemos intervenido en los medios locales a propósito de las denominadas pseudociencias (astrología, parapsicología y esoterismo en general), intentando llamar la atención sobre la falsedad de sus postulados y hacer llegar a la población la opinión escéptica de la ciencia sobre estos temas. Pero el suceso de la India me ha llevado a reflexionar sobre el tema desde otro punto de vista: el de las consecuencias éticas y sociales que tendrían los poderes paranormales si de verdad existieran. ¿Qué implicaciones tendría en “el mundo real” el hecho de que determinadas personas pudieran ver el futuro, leer nuestra mente o analizarnos a través de los astros?Para empezar, la astrología o la adivinación del futuro tienen funestas consecuencias para nuestra libertad, responsabilidad y libre albedrío. El poder predecir lo que va a pasar implica que nuestro futuro está predeterminado. Por tanto, no tenemos ningún control sobre nuestras vidas o acciones: todo está ya fijado de antemano. Los criminales no deberían ser juzgados por sus actos, y Pinochet, Hitler o Milosevic no tendrían ninguna culpa de sus genocidios; tan solo siguieron su camino ya marcado y por tanto no se les debe reprochar nada. Para evitar esta crítica, algunos adivinos dicen que ellos sólo ven un futuro de entre los posibles. Pero entonces, ¿qué interés tiene esa habilidad? No necesitamos consultar a nadie para imaginar varias cosas que podrían pasar.