Richard Ford, 1846
Las cadenas de montañas que atraviesan toda la Península y los profundos ríos que separan algunas partes de ella han contribuido durante muchos años, como si fuesen murallas y fosos, a cortar la comunicación y a fomentar la tendencia al aislamiento, tan común en los países montañosos, donde no abundan los buenos caminos y los puentes. Una circunstancia semejante hizo que el pueblo de la antigua Grecia se dividiese en pequeños principados, tribus y familias. Asimismo, en España, el hombre de una comarca, siguiendo el ejemplo de la naturaleza de que está rodeado, tiene poco de común con el de la comarca vecina; y estas diferencias se han aumentado y perpetuado por los antiguos celos y las inveteradas malquerencias que han persistido tenazmente en regiones pequeñas y contiguas.
No hay rey de España: entre la infinidad de reinos que aparecen en las listas, el de «España» no figura: consta Rey de las Españas, Rex Hispaniarum, no Rey de España. Felipe II, llamado por sus contemporáneos el Prudente, deseando unir a sus heterogéneos súbditos, después de consolidar su dominio con la conquista de Portugal, trató de llamarse rey de España, como en realidad era; pero esta alteración no estuvo al alcance de su despotismo, por oponerse a ella resueltamente Aragón y Navarra, que nunca perdieron la esperanza de sacudir el yugo de Castilla y recobrar su antigua independencia, mientras que las provincias de la vieja y la nueva Castilla rehusaban comprometer en modo alguno su derecho de preeminencia. Estas provincias, antiguamente como ahora, tornaron la primacía en la nomenclatura: castellano es sinónimo de español y de la cepa más genuina. Castellano a las derechas significa ser español hasta la médula; hablar castellano es la expresión más correcta para decir que se habla español. España estuvo mucho tiempo sin la ventaja de una metrópoli fija como Roma, París o Londres, que han sido capitales desde su fundación, y reconocidas y consideradas como tales.
Richard Ford
Hispanista ingles (Londres, 21 de abril de 1796-Exeter, 31 de agosto de 1858)
1844 Manual para viajeros por España
1846 Cosas de España
1 comentario:
🌏 Ford aceptó gustoso el encargo que le hizo un editor de escribir sobre España. Como resultado de esta participación, en 1844 vio la luz A Handbook for Travellers in Spain and Readers at Home (Manual para viajeros por España y lectores en casa), una confrontación crítica de los tópicos que sobre España había puesto en circulación el Romanticismo con la realidad del país; el éxito fue total y se reimprimió varias veces.
Lo he estructurado en capítulos breves donde se nos presentan historias de la España de aquellos días que espero que les gusten.
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