GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
Monastir de Sant Pau del Camp
La vieja iglesia fue totalmente renovada en el siglo XIII con tipo de construcción románica de una sola nave con cruceros, tres ábsides y cimborrio.
Aquellas Navidades de 2012 me parecieron unas excelentes fechas para, evitando que se fueran al Corte Inglés de compras y me dejaran solo, les propuse a estos modernos "modernistas" ver algo de románico en la propia capital catalana, donde siempre habían pensado que solo existía Gaudí.
Ya en tiempos fundacionales de la romana Barcino quedó en la falda del Montjuic una vasta llanura dedicada al cultivo que en entre los años 897 y 911 sería aprovechada por el conde Guifré Borrel para mandar edificar un templo en medio del campo, según demuestra la lápida funeraria de este conde que actualmente se encuentra adosada al muro del brazo izquierdo de la iglesia bajo el crucero.
Desde su fundación hasta el saqueo de Al-Mansur en 985, no albergó comunidad alguna hasta que el noble Geribert Guitard y su esposa Rotlandis, fundadores de la casa Bell-lloc, lo reconstruyeron a su cargo y lo unieron al monasterio de San Cugat del Vallés poniéndolo bajo la tutela de Roma. En el siglo XIII ya no dependía de Sant Cugat y en 1490 celebró San Pau del Camp el último capítulo general de las provincias eclesiásticas de Tarragona y Zaragoza para en 1508 unirse a Montserrat y en 1593 otra vez a Sant Cugat pasando en 1617 a depender del monasterio de la Portella del Berguedá, hasta ser exclaustrados sus monjes en 1835.
La vieja iglesia fue totalmente renovada en el siglo XIII con tipo de construcción románica de una sola nave con cruceros, tres ábsides y cimborrio. Se utilizó piedra labrada en la portada, parte alta de la fachada, y arcuaciones ciegas sobre canecillos que la circundan en las paredes y ábsides así como en la parte interna de la nave.
Si embargo, los muros con bloques rústicos de menor tamaño.
La bóveda en cañón realzado con arcos de medio punto en el crucero que sostiene la cúpula sobre trompas cónicas que apoyan el cimborrio poligonal mientras los ábsides lo hacen en fina cornisa.
En la portada se aprovecharon dos capiteles de mármol de tradición visigótica que sostienen impostas con motivos vegetales. En relieve del tímpano, un Maiestas entre San Pablo y San Pedro acompañado del Tetramorfos exterior. En el dintel, un recuerdo a los comitentes.
Su encantador claustro es un pequeño patio cuadrado con refuerzos intermedios al centro de las galerías que discurren sobre columnas emparejadas que soportan arcos lobulados moriscos.
Son 48 los capiteles que adornan las columnas de este claustro con representaciones duplicadas y repetidas que en su mayoría corresponden al tipo corintio del que toman sus hojas de acanto y otros temas ornamentales de entrelazos o palmetas.
Las figuraciones historiadas conforman un escaso repertorio de leones, aves de rapiña, pájaros en los que no faltan las arpías-sirenas
ni las luchas de guerreros.
Al lado del personaje que asaetea una gacela, sólo el tema de Adán y Eva y la mujer con sapos.
Los tenía que haber ahogado por su ignorancia.
1 comentario:
Como ya les advertí, hoy llegamos con la Guía de iglesias Románicas que nos presenta Mongui, a Barcelona. Y Aquí estaremos todo el mes, descubriendo pequeñas joyas del románico que habían quedado olvidadas y desconocidas.
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