Informaciones pintorescas

Un gracioso tuvo ayer la ocurrencia de repartir entre los músicos de las bandas militares y los soldados que tomaban parte en la cabalgata de reyes, gran número de localidades para la función que por la noche se celebraba en el Teatro Cervantes. Cuando los obsequiados acudieron en buen número a presenciar la función se encontraron con que las localidades eran falsas y que todo había sido un bromazo. En el teatro se produjo un pequeño alboroto que se apaciguö prontamente. En la Jefatura de la Policía se presentó una mujer que dijo llamarse Margarita Sala Sáinz, de 24 años de edad, habitante en la calle de San Gil, número 17, manifestando que el día 4 de noviembre último, se presentó en su domicilio su novio, José Arcus, con el que tiene un hijo, no reconocido por su padre. Dicho sujeto la invitó a dar un paseo, en unión de su hijo; pero al llegar al portal, el José le dijo que recogiera un abrigo del niño, pues podía la criatura sentir frío. Así lo hizo Margarita, mas, al volver al portal, el Jose había desaparecido en unión de la criatura. Pasados unos días volvió a su casa, diciéndola que el niño estaba bien y que no se preocupara, prometiéndola que, pasados unos días, iría a buscarla.

Así lo hizo su amante, y al salir a la calle con él la dio un caramelo que, sin duda, estaba narcotizado, ya que no recuerda lo que pasó, viendo al despertar que se hallaba en la estación de Zaragoza. Su desesperación subió al punto al notar que le faltaba el monedero en el que guardaba 125 pesetas. En cambio se encontró en el bolsillo un billete de ferrocarril hasta Madrid y una carta sin firma, pero que cree es de José, en la que le decía que se quedaba en Zaragoza en busca de trabajo y que, tan pronto como lo encontrara iría a buscarla. Pidiendo limosna regresó Margarita a Barcelona, y una vez en esta capital, y como no tuviera noticias ni de José ni de su hijo, ha dado cuenta de todo lo anterior a las autoridades.