Iremos a visitarte amiga, porque tu cara se ilumina con amplia sonrisa, la emoción que te embarga al vernos, y tus ojos expresan lo que ya presentimos, una lágrima que busca salir de tus ojos. Luchamos, no dejamos que sea real porque te animamos de cualquier modo o manera posible. Somos capaces de transformarnos en payasos buenos (como quienes visitan a los niños en los hospitales y consiguen que sean muy felices, qué buena obra la suya... Llevan ilusión y cariño mezclado con buen humor. Se merecen un reconocimiento y homenaje por parte de toda la sociedad). Y, sí, lo intentamos hasta ver cómo nace tu alegría sana y contagiosa, y sucede el milagro: Nos regalas esa sonrisa, amplia y auténtica. Desde que te conozco, puedo dar fe, ha sido tu mejor compañera y un regalo repartido a manos llenas. Y, querida amiga, esa lagrimilla a punto de brotar, emprende un camino de nube viajera, hacia donde haga falta; quizá como en mi cuento de La gotita de lluvia. (¿Recuerdas, Valle?, ¡Qué lindo el mural realizado por aquella joven, Izaskun, en el
colegio Modesto Lafuente de Cervera, sobre su recorrido hasta fundirse con el Carrión!). Tú no necesitas mi cuento. Tienes capacidad y fuerza enorme para recorrer un camino otoño-invierno que nos llega, quizá de manera imprevista, después de un verano más loco de lo esperado, en el que se dieron cita fuego, lluvia, viento, desesperación y muerte, antes de lo normal y, luego, caminaremos hacia una nueva primavera, para que puedas disfrutar de esas flores que produce la amistad de quienes te queremos, tus amigas de siempre. Cuando, individualmente, o de dos en dos, ese grupo que has ido ganando, a lo largo de la vida, por tu cordialidad, inteligencia, alegría y calma, en una palabra, por tu capacidad de ternura para hacer hueco a todos tus personajes -ficticios o reales- que se abren paso para mostrarse en tus versos o cuentos. Son los hijos nacidos de tu mente y de tu corazón. Escribió
M. García Velasco: «No es bueno que el hombre esté solo. La amistad es necesaria para recorrer serenamente la vida. Los amigos están para evitar que uno de ellos se desgane de la vida y se embarque rumbo a la sombra del dolor». Cierto.
Actualización Oct2025 | 115👀
Con cuanto amor y signos de amistad, Carmen, escribes estas líneas dedicadas a una amiga que reside en esta bella comarca de la Montaña Palentina. Amiga, de la que nos relatas su bondad y su deseo de hacer el bien siempre, ayudando a los demás a través de su desprendida bondad. Un gran recuerdo hacia ella dejas plasmado en estas líneas, sin duda. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Javier, madrugador como siempre y con buenas palabras para avanzar por la vida con ganas de repartir sonrisas que animan a mirar siempre hacia adelante
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