
En enero de 1996, Lupita se presentó en sociedad en el caserío "Ugarte", de Lezama. Los que asistieron a su presentación empezaron a curiosear la extraña fisonomía del animal, que mostraba rasgos comunes del ganado vacuno y del porcino. Después de cinco meses desde su nacimiento, exhibía un cuerpo de ternero recién nacido y gastaba unas vastas pezuñas, similares a las de los cerdos salvajes. Todo ello vino como consecuencia del error del veterinario en la práctica de una inseminación a una vaca. En lugar de utilizar esperma de toro, el veterinario introdujo semen de jabalí o cerdo. El bovino tuvo tres crías, pero las otras dos murieron en el parto.
3 comentarios:
Esto sí que resulta llamativo. Bien podrían utilizar el error para desarrollar una nueva especie. Con tanta extinción de especies animales sucediendo últimamente, creo que no vendría nada mal.
Interesante y original, Froilán.
Saludos.
Rudy
Sí, son historias que parecen imposibles y que a veces superan todas las ficciones. Encantado de tu presencia. ¿Hace frío en Israel? Un abrazo, Rudy.
Lo que no pase en el País Vasco...
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