Fauna Montaña Palentina | Entre huellas y sombras I
Mis Encuentros con la Fauna en la Montaña Palentina
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Algunos de sus estudiosos y seguidores se sientan fascinados por las arañas y explican su importante papel en el equilibrio ecológico |
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En la página de Cervera de Pisuerga, hacen alusión a las colonias de buitres leonados que frecuentan la comarca de La Lora y la zona de Peña Lampa. |
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Si te acercas un día por la montaña podrás encontrarlos por todas partes: en el valle de los Redondos, en Camasobres, San Salvador, Los Llazos, Triollo. |
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Las catarinas, que nosotros conocemos como mariquitas parece que surgieron en el siglo XVIII, pero hay bastante misticismo y curiosidad en su origen. |
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El fotógrafo me apunta que este cernícalo es cien por cien perniano. |
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El refrán aparece recogido en Hernán Núñez, bajo la forma "Cría corvo y sacarte ha el ojo", en singular. Se sabe que la primera vez que se consigna en manuscritos es en 1350. |
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En roedoresdomesticos, las ardillas son animales que tienen un papel importante en la cultura popular de muchas sociedades alrededor del mundo. |
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Parece que tiene garduñas y martas fotografiadas. Son similares. La garduña tiene la corbata blanca y la marta anaranjada. |
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En el Parque Natural de la Montaña Palentina se le puede observar con relativa facilidad esperando en los prados a cazar a su principal presa: la rata topera. |
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En la página "Ver pueblos", aparece una golondrina en el alerón del tejado de Salvador y en la página de La Ojeda alguien comenta: "Las golondrinas alegran nuestra casas y para nosotros son un símbolo de la primavera." |
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José Luis Gutiérrez Rodríguez llegó a las páginas de Jara y Sedal por abatir el 13 de octubre de 2021 en Manquillos a un impresionante ejemplar de Jabalí de 105 kilos. |
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Ligartesa se usa por la Pasieguería y Encartaciones, pero también por Iguña, Anievas y Buelna. |
Para cerrar este cuaderno, le hago una especie de entrevista a nuestro fotógrafo, el impulsor de esta sección, que vuelve a Tremaya cada dos o tres años para recorrer de nuevo la montaña palentina de punta a cabo. La Montaña Palentina no se recorre solo con los pies. Se atraviesa con los sentidos despiertos y el respeto afilado.
"Mi relación con estos animales no nace del impulso de coleccionar fotografías, sino de la paciencia y la convivencia silenciosa que la montaña exige. De todos ellos, quizá el corzo sea el que mejor simboliza esa mezcla de misterio y confianza que uno puede llegar a experimentar. Un día, en pleno bosque, un ejemplar se detuvo frente a mí. No huyó. No dio el salto ágil con el que suelen desaparecer. Se quedó escuchando mis silbidos, inclinando la cabeza como si quisiera descifrar quién era yo. En aquellos segundos quietos ocurrió algo difícil de explicar: una tregua entre dos mundos." "Otros, sin embargo, ni siquiera me conceden un parpadeo. En cuanto detectan mi presencia desaparecen como alma que lleva el diablo, dejando apenas el temblor de un helecho o una huella fresca en el barro. Fotografiar a algunos se vuelve un acto de suerte; con otros, un acto de fe."
"He vivido encuentros que hielan la sangre y despiertan el instinto más primitivo. Uno de los más memorables fue con el Oso pardo, el gran señor de estas montañas. Durante media hora lo observé desde lejos mientras se bañaba en uno de los pantanos, disfrutando del agua con una tranquilidad casi doméstica. Yo apenas respiraba para no delatarme; él, sin saberlo, me regalaba un privilegio que pocos han tenido: contemplarlo sin prisas, sin peligro, sin que mi presencia rompiera su mundo."
"Pero la montaña también juega con la vista. La pareidolia, ese fenómeno en el que la mente inventa formas donde no las hay, es compañera diaria de quien camina solo entre sombras. Una tarde creí tener frente a mí un jabalí enorme, inmóvil, con el rabo alzado y la mirada fija. Se me encogió el pecho. Me acerqué con el pulso tembloroso… y descubrí que no era otra cosa que un conjunto de troncos y ramas dispuestas como una silueta perfecta. Reí, aunque por dentro aún latía el susto."
"En otra ocasión, a lo lejos, distinguí lo que parecía el cuerpo inmóvil de un oso. No se movía. No respiraba. Me acerqué solo lo justo, incapaz de abandonar del todo la escena. Cuando por fin aquel bulto oscuro se incorporó, la historia dio un vuelco: no era un oso muerto, sino un potro recién nacido, aún torpe, aún húmedo de vida. Así es la montaña: un escenario donde las certezas se rompen y el asombro se impone."
"A pesar de tantos encuentros, hay animales que siguen resistiéndose a mis fotografías. Los jabalíes, por ejemplo, que parecen sentir la vibración de mi presencia antes incluso de verme. O el tasugo, criatura nocturna y esquiva, que vive en un horario distinto al del ser humano y al que cuesta sorprender incluso con paciencia de relojero."
"Cada animal encontrado —los visibles, los huidizos, los imaginados y los que nunca supieron que estuve cerca— forma parte de una relación íntima con esta tierra. Porque aquí, en la Montaña Palentina, uno entiende que los habitantes verdaderos son ellos. Nosotros somos solo visitantes que aprendemos, con cada paso, a mirar más despacio. Y es entonces cuando ocurre lo importante: la montaña, que al principio parecía ajena, empieza a reconocernos."
Fauna Montaña Palentina
Diario Palentino 2025
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Una bonita colección de instantáneas de Estalayo, con el correspondiente comentario al pie de Froilán, van a poner fin, como nos decís, a esta serie de reportajes en Diario Palentino sobre la Fauna de la Montaña Palentina. Una serie de reportajes que nos han tenido atentos a las páginas del periódico cada domingo, para sorprendernos y darnos a conocer información puntual e historias relativas al animal que tocase en suerte aquel día.
ResponderEliminarDesde nuestra posición de lectores y también amantes de nuestra Montaña Palentina, sentimos que hemos aprendido algo más de nuestra Fauna de esta bonita Comarca de nuestra provincia. Saludos.
Buenos días Froilán.
ResponderEliminarHoy la Fauna Montaña Palentina se ha manifestado con fotografías diversas, todas interesantes y con relatos de encuentros y anécdotas. Ha sido como un epílogo con sabor a despedida. Claro, que estoy seguro que aquí no termina todo, ni la fauna, ni otros temas de interés.
@ Javier, nos queda el último domingo del año, donde viene el epílogo correspondiente. Los capítulos se han hecho con mucho mimo, pero apenas han tenido audiencia en el blog. Ahí quedan para la hemeroteca.
ResponderEliminar@ Antonio, A ti, que todo te entusiasma, te gustarán muchas de las historias que ya estoy programando para los próximos meses.
Gracias por vuestro tiempo. Buen domingo.
Es enorme la labor de Froilán, que no solo nos ha documentado con rigor sobre cada uno de los animales de la Montaña Palentina, sino que ha sabido hacerlo de una forma amena, cercana y profundamente atractiva. Gracias a su mirada paciente y a su amor por esta tierra, hoy conocemos mejor a quienes la habitan en silencio: la fauna que da vida a nuestros montes, valles y senderos.
ResponderEliminarMe gustaría invitar a nuestros generosos lectores a que aporten su mojón, su pequeño gesto de apoyo, para que el bello camino de la senda de la Venganza del Conde pueda verse algún día tapizado de letreros sencillos y respetuosos con el entorno. En ellos podría aparecer la fotografía de estos animales oriundos de la Montaña Palentina, acompañada de un breve texto que indique su nombre, de qué se alimentan, cuántas crías tienen y cuánto viven.
Serían puntos de descanso para el caminante, lugares donde detenerse un momento, recuperar el aliento y, al mismo tiempo, alimentarse de conocimiento. Un camino que no solo se recorra con los pies, sino también con la mirada, la curiosidad y el respeto por la naturaleza que nos rodea y nos da identidad.
Buen apunte, paisano, desde 10.000 km de distancia. Le pasaremos la idea a las autoridades. Añadir ese apunte en varios puntos del camino sería interesante, como dices, para saber un poco más de los animales que viven en ella. Un abrazo desde Bilbao.
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