A las tres y cuarto, justo cuando Tiburcio se disponía a remendar un calcetín mientras se hacía el café de puchero, sonó el teléfono.
LOS SÁBADOS AL SOL
Julio César Izquierdo
Número raro, prefijo raro. Pensó que igual era del médico o de la
diputación. Pero no. Era una voz alegre, de esas que huelen a ambientador barato, que le hablaba de las maravillas de cambiarse de compañía eléctrica. «Señor
Tiburcio, ¿sabe cuánto está pagando de más?» preguntó el ente, como si fuera pecado gastar lo que uno consume. Tiburcio, que se orienta por los rayos de sol y aún baja los plomos para dormir mejor, le contestó que ya no abonaba por vicio. Que en su casa los voltios se usan con miedo, solo cuando el astro rey se va y la cocina pide socorro. Risas. Pero la gutural insistía, le prometía tarifas «verdes», «libres» y hasta «inteligentes», como si fueran terneras criadas con tono de
Bach. Le hablaba de
discriminación horaria y
autoconsumo y él se preguntaba si eso significaba cenar antes o apagar el frigo por patriotismo. A los siete minutos, ya con el caldo frío, Tiburcio soltó: «Mire, yo no cambio de empresa porque cuando uno empieza por la
lucera, acaba abandonando el pueblo, las ideas y hasta el nombre. Y lo único que me ilumina bien últimamente es la lumbre del brasero». Colgó, volvió a su
calza y pensó que, al paso que van, un día llamarán para ofrecerle un atardecer en streaming y un canto del gallo en 4K. En fin, genio y figura, seguirá con la marca del sentido común: consumir poco y vivir claro. Porque al final, en el campo, la verdadera energía no viene del enchufe… viene de saber cuándo desconectar. Y mientras haya sombra bajo la parra, conversación sin tarifa plana y una brisa que peine el cogote, que punteen cuanto quieran. De momento, se irradia al gusto.
Actualización Nov2025 | +179👀
Julio, Tu post subiendo sábado a sábado en el ranking, colocándose las últimas entregas entre lo más leído de curiosón.
ResponderEliminarEs igual el tiempo que haga fuera. Nada impide que los sábados que nos visitas los vivamos al sol.
Un nuevo retrato de la España rural donde vive Tiburcio cada día, que siempre nos suele dar "sopas con honda", como en esta ocasión con esa llamada telefónica sobre la propuesta que le hacen del cambio de compañía eléctrica. Enhorabuena, Julio. Saludos.
ResponderEliminarPues ahí seguiremos, al sol ☀️, aunque tengamos cinco bajo cero.
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