Que la tecnología viaja a velocidad de vértigo ya es público y notorio. Los automóviles te llevan de una ciudad a otra en unas horas, viajes que antes suponían días. Siempre que paso, como ahora, por Valoria la Buena (Valladolid), recuerdo lo que me contaban en mi tierra cuando venían a buscar vino con el carro desde aquellos pueblos. Valoria se encuentra al noroeste de Valladolid, en la Campiña del Pisuerga y está adscrita enológicamente a la Denominación de Origen Cigales, uno de mis vinos preferidos. Se conoce que a ellos también les gustaba pero imagínense doscientos kilómetros a cinco por hora. No me salen las cuentas ni la imaginación me da para deducir cuántas penurias pasaron mis vecinos.
La Alberca (Salamanca) |
Nos encontramos en uno de los pueblos que aún se aferran a los ritos y costumbres y donde la manifestación más sorprendente es la arquitectónica. Para curiosa la leyenda que ha dado origen a la romería de Majadas Viejas o Maralviejas.
Dicen que Don Rodrigo, rey visigodo, al perder la batalla de Segoyuela de los Cornejos, tuvo que ocultarse en la Sierra de Francia, donde escondió la imagen de la Virgen que llevaba siempre a sus batallas. Pues dicen que aquella imagen se habría encontrado entre peñas por un ermitaño llamado Froilán.
6 comentarios:
Valoria la Buena un pueblo que me trae muy buenos recuerdos de mis años jóvenes, cuando íbamos allí de fiesta y sin conocernos de nada nos abrían las puertas de peñas y bodegas. Años después muchas veces pasé por allí en bicicleta, un pueblo interesante con buenos bares y Restaurante, y el Museo del Cántaro, muy original. Buenas bodegas y mi vino preferido el clarete de Cigales, que también tenemos en Dueñas (Palencia).
Recomiendo visitar Valoria y Dueñas, y como no la Alberca salmantina.
La Madeja de Froilán como siempre atrayente cada viernes.
Visité Salamanca, Candelario y la Alberca con toda mi familia hace 20 años...También visitamos una dehesa con comida campera. Que gratos recuerdos. De La Alberca, me hizo gracia la tradición por la que sueltan un cerdo bendecido el día de San Anton, en Junio, y anda libremente por el pueblo, y son los vecinos los que lo alimentan, hasta el mes de enero, que lo sortean, para hacer la matanza. Gracias Froilán por tus historias y tantas dosis de amor.
Dos artículos muy interesantes Froilán. El primero nos recuerda la dureza y el tiempo de aquellos viajes por aquellos caminos, y el segundo la belleza que existió y sigue teniendo la Sierra de Francia. Gracias por compartirlo.
La semana pasada dedicaba la madeja a Zamora, con la intención de Volver en cuanto pueda y recorrer alguno de sus pueblos. Ahora en mi agenda quedan todavía pendientes de una visita algunos pueblos de Salamanca como Miranda del Castañar, Candelario, Mogarraz y Ciudad Rodrígo. Intentaré programar una visita para este mismo año pues si encontré una perla en Zamora, Salamanca me dejó encantado- Gracias a Alfonso, que tiene para todos; Julius Revolution, que viene también buscando esas pequeñas dosis de amor y a ese anónimo, tan cercano ya en los historias de este blog.
Siendo como soy de Salamanca, algo conozco de la sierra, aunque Loa Arribes, o Las Arribes como se dice por aquí, lo conozco mejor. Siempre me ha atraído la sierra salmantina, porque yo vivo en una zona donde las mayores montañas son las interminables lomas de la estepa castellana. Ir a La Alberca no es solo admirar su paisaje, ahí está la Peña de Francia y sus espectaculares panorámicas, sino admirar también su historia labrada en piedra en las casas, calles y plazoletas, además de una riqueza cultural enorme, trajes y bordados charros y tradiciones antiquísimas que pueden parecernos extrañas. Por todo ello merece la pena, pero también los pueblos de alrededor, yo destacaría Mogarraz, un pueblo pequeño pero bellísimo. Me ha encantado recordar todos estos lugares serranos con tanta tradición y belleza.
Pero es curiosa la urgencia que se va generando de conocer otros puertos a medida que van pasando años. He recorrido todo el País Vasco, lo voy subiendo a modo de resumen en la portada del blog y en el interior hay muchos pueblos ya retratados. Con mi amigo Juantxu recorrí Cantabria, Asturias y ya estábamos paladeando la Comunidad Navarra cuando se me fue a Boiro (A Coruña), puerto en el que recalo cada año para recorrer aquella tierra. Este año, en unos días, toca Lugo y Orense, ciudades que os iré relatando por aquí como de costumbre.
Pero es verdad que Salamanca dejó una nostalgia que quiero ir rellenando con nuevas visitas y ampliar así el libro turístico que estoy elaborando. Gracias Paqui y enhorabuena por esa exposición que estás a puntito de protagonizar.
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