GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
Templo de Notre- Dame-des- Anges
Museo
Siempre estuvo obsesionado por los hoteles Campanille, el románico y por un maestro ácrata, subversivo, a quien llamaba el Greco del románico o el Dalí de la edad media.
La primera mención que se hace del templo de Nuestra Señora de los Ángeles o María de la Asunción, data de 1089. En su origen se trataba de un templo sencillo, de principios del románico, con una nave única terminada en ábside semicircular con coro a los pies a la que en el siglo XIV se le añadiría una nave, se aparejó un transepto y se cubrió con techumbre de madera como se contempla ahora.
El coro, original, y la capilla derecha presentan nervaduras salientes en tonalidad roja que se recogen a la mitad de la bóveda ojival descansando sobre sillería esculpida con grifos, ángeles, leones, figuras humanas y hojas.
Su pieza más sobresaliente es el tímpano. Un tímpano que, desplazado de su ubicación original, hoy se contempla sobre la portada de la puerta sur del templo y recoge la glorificación de María a través de tres misterios: su resurrección (dormición), su asunción y su entronización. Aunque mi mascota, prefiere referirse a él como el de la Segunda Duda de Tomás.
Situado en la parte central, el Señor, que porta en su mano izquierda el Libro de la Vida, bendice con su derecha a María que permanece a su izquierda con las manos alzadas en señal de plegaria: " La madre del Señor respondió y le dijo: Imponme Señor tu diestra y bendíceme. El Señor extendió su santa diestra y la bendijo" (Iohannis Liber de Dormitione Mariae, apócrifo). Es en la parte derecha del tímpano, donde el Señor aparece abrazando el cuerpo de su madre, que se encuentra, con los ojos abiertos, incorporada dentro de un sarcófago de tipología romana con la tapa abierta. Alrededor, dos personajes, uno barbado y otro imberbe, y cinco cabecitas en el ángulo superior, siendo la más visible una cabeza alada. Se representa fielmente la narración de la resurrección de María contenida en el Transitus B o Pseudo Melitón relativa a pasaje en el que el Señor, acompañado por el arcángel San Miguel, aparece ante la tumba nueva del Valle de Josafat, donde los apóstoles habían depositado el cuerpo de María y esperan, congregados, Su venida: " Et iussit Michaeli archangelo ut animam santae Mariae deferret. Et ecce Michael archangelus revolvit lapidem ab ostio monumenti, et ait dominus: Exsurge amica mea et proxima mea; quae non sumpisti corruptionem per coitum, non patiaris resolutinem corporis in sepulchro" (Transitus B, 9-17). Siguiendo el orden cronológico de la lectura, presenta el tímpano en su parte izquierda a una figura femenina con los ojos cerrados, dentro de una mandorla sostenida por tres figuras aladas en la parte inferior y dos en la superior. Reproduciendo el pasaje del apócrifo de Pseudo José de Arimatea, narra el episodio de la Asunción de Maria: " Después los apóstoles depositaron el cadáver en el sepulcro con toda clase de honores y rompieron a llorar y a cantar, por lo excesivo del amor y de la dulzura. De pronto se vieron circundados por una luz celestial y cayeron postrados en tierra, mientras el santo cadáver era llevado al cielo en manos de ángeles" (Transitus A o Pseudo José de Arimatea, 16, apócrifo). Según el mismo apócrifo, la llegada del apóstol Tomás desde la India, donde se encontraba evangelizando, se produjo en momento posterior a la muerte de María. Transportado por una nube hasta el monte Olivete, vio como un cuerpo se dirigía hasta el cielo y, pidiendo una prueba de que se trataba de la asunción de María, por ésta, en prueba, le fue arrojado, desde lo alto, el cinturón con que los apóstoles le habían ceñido el cuerpo santísimo. " Y al recibirlo entre sus manos, lo besó, y, dando gracias a dios, retornó al valle de Josafat" ( Pseudo José de Arimatea, 17, apócrifo).
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