Arquitectura racionalista en Palencia | Factoría Electrolisis del Cobre
“Esta gran construcción enclavada en la avenida de Asturias fue parte imprescindible de la imagen urbana de Palencia durante más de treinta años” y “contribuyó decisivamente a su despertar industrial”
José A. González Delgado, autor del libro Arquitectura Racionalista en Palencia
Capítulo VI | Factoría Electrolisis del Cobre
La popular Electrólisis fue un icono reconocible a la entrada o salida de Palencia por la avenida de Asturias, su edificio de ladrillo durante años formó parte del paisaje de la ciudad integrado en el popular barrio de la Carcavilla.
“El conjunto del edificio se adscribía al leguaje de la estética racionalista del funcionalismo norteamericano, constituyéndose en una elegante pieza de arquitectura que manifestaba al exterior el rigor geométrico de su composición”.
J.A. González Delgado
La actividad de la empresa Electrólisis del Cobre se iniciaba en 1946, aunque el edificio perteneciente a “Talleres de Palencia”, fue proyectado por Jerónimo Arroyo en enero de 1917 y se construyó a lo largo de ese año. Un año antes se constituyó La Sociedad Anónima Talleres de Palencia, dedicada a la carpintería de armar, construcción y reparación de vagones y material móvil de ferrocarriles, y fundición de piezas mecánicas. En 1925 se fusionó con “Talleres de Miravalles” de este municipio vizcaíno y con los “Talleres de Ibaizabal”, ubicados en Amorebieta (Vizcaya) pasando a denominase “Talleres de Miravalles, Palencia e Ibaizabal”. La empresa se convirtió en una de las principales industrias locales y en un destacado centro fabril de gran importancia en el norte de España, pero en los años treinta el sector ferroviario entraba en crisis y, de los más de setecientos trabajadores que llegó a tener la factoría, quedaron sesenta, motivando al cierre de las instalaciones en junio de 1936, ubicándose poco después en los Talleres la empresa “Textil Castellana”, dedicada a la confección de hilados y tejidos de algodón.
Durante la guerra civil, las tropas del bando nacional decidieron el traslado de una parte de la Fábrica de Armas de Toledo a Palencia, instalándose provisionalmente en mayo de 1937 en los “Taller de Miravalles, Palencia e Ibaizabal”, mientras se llevaba a cabo el acondicionamiento de los Cuarteles de Alfonso VIII, para finalmente alojar en ellos la factoría. Terminada la etapa en la que el edificio de los “Talleres” se dedicó a la producción de armamento, el edificio encontrará su nuevo destino al finalizar la guerra.
La Sociedad Anónima Electrólisis del Cobre, se constituía en Barcelona en 1941 por empresarios catalanes, y en 1943 llegó a un acuerdo para instalar la factoría de la Electrólisis del Cobre con los propietarios del edificio, Jerónimo Arroyo López y Mariano Gallego Ruipérez, quienes pasarían a ser accionistas de la empresa.
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La antigua chimenea de la desaparecida Electrolisis del Cobre rodeada de viviendas desde el Parque de la Carcavilla. A. Santamaría |
La Electrólisis del Cobre, dedicada a la obtención de cobre catódico (electrolítico) a partir de minerales concentrados, chatarras o del cobre Blister, precisaba un enclave acorde con sus necesidades de abastecimiento, y el edificio necesitaba un uso que se adaptase a las nuevas condiciones que se ofrecían tras la guerra. (El lugar elegido era idóneo y presentaba buenas comunicaciones ferroviarias y abundante suministro eléctrico a través de las centrales de Calahorra de Campos y de Ribas de Campos, y buenas fuentes de obtención de cobre procedentes de las minas de Ruesga y de San Salvador de Cantamuda, así como de la chatarra de cobre procedente de la munición empleada durante la guerra que recibía la Fábrica de Armas de Palencia).
En 1943 comenzaban los trabajos de instalación de la factoría en el edificio de los Talleres de Palencia, construyéndose los hornos y dotándolo de la maquinaria precisa, y en 1946 se iniciaba el proceso de fabricación. Un año más tarde, las instalaciones se ampliaron, erigiéndose naves adosadas a la edificación principal, y en paralelo a esta, proyectadas por el ingeniero Gaspar Arroyo Alonso (1903-1966), quien tras la muerte de su padre pasaría a ser la cabeza visible de la empresa.
El éxito de la empresa llevaría a construir en 1958 una segunda factoría, separada la una de la otra por el Cementerio Viejo y ambas junto a la avenida de Asturias. La nueva factoría pasaría a albergar el proceso de fundición, realizándose en la vieja el proceso de electrólisis.
“La empresa es protagonista inexcusable de la vida industrial y social de la ciudad durante la segunda mitad del siglo XX, siendo impulsora directa de la mejora de las condiciones sociales y económicas del Barrio de San Antonio. Su gestación supuso un claro incremento poblacional en la barriada de la Carcavilla, acometiendo la empresa actuaciones que contribuyeron a consolidar sus condiciones laborales y sociales, como la construcción de viviendas para empleado, o la instalación de un Dispensario de Puericultura y Maternología”.
J.A. González Delgado
La factoría de Palencia, tras la de Córdoba, fue la más importante del país en producción, convirtiéndose en un símbolo de la industria local y en un hito de su historia.
La gestación de la Electrolisis del Cobre aparece directamente vinculada a la familia Arroyo. No solo actuó como partícipe del accionariado empresarial, sino que la arquitectura que cobijó esta singular industria fue trazada por sus miembros: Jerónimo Arroyo diseñó el primer edificio en 1917, y Ambrosio Arroyo y su hermano Gaspar llevaron a cabo el diseño de la segunda factoría en 1958.
He conocido esta popular construcción, que separaba el antiguo cementerio del barrio de la Carcavilla y se dividía en “Electrolisis Nueva”, y “Electrolisis Vieja”. También he sido testigo del irrespirable humo que invadía toda la avenida de Asturias, la carretera de Grijota-Carrión y todos los edificios. Imposible tender la ropa en los balcones, porque se ponía negra, como todas las fachadas y portales de la zona. El humo impresionaba, pero todo el barrio estaba acostumbrado. La desaparición de la factoría supuso la pérdida de un singular paisaje industrial que definía el extremo noroeste de la ciudad, la pérdida de puestos de trabajos y de su inconfundible edificación, del que solo quedan como vestigio las viejas chimeneas de la factoría.
Varios míticos bares abrieron en la zona para atender a los trabajadores de la Electrolisis, abrían temprano para que lo trabajadores tomasen su manchado antes de entrar en la fábrica, entre ellos el Bar Cuevas, El Serafín y Los Luises.
Fotos: José Antonio González Delgado / Alfonso Santamaría
Índice
🔖-Presentación
🔖-Teatro Cine Ortega
🔖-Cementerio Ntra. Sra. de los Ángeles
🔖-Casas del Hogar
🔖-Residencia Sanitaria de Palencia
🔖-Factoría Electrolisis de Cobre
🔖-Escuelas Azucareras de Castilla (Venta de Baños)
🔖-Poblado (Cascón de la Nava)
🔖-Estación de Servicio (Sotoblanco)
SOBRE ESTA BITÁCORA
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Muy buen reportaje, con multitud de detalles desconocidos para mí. Como colofón, me gustaría que alguien aportara datos fidedignos (hubo muchos rumores en su día) sobre los negocios sucios llevados a cabo por ciertos abogados palentinos, enriquecidos con el cierre de la Electrólisis. Sería conveniente saber todo lo que ocurrió y en qué delitos incurrieron los susodichos .
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