100 estampas de Salamanca
💨 La Vía de la Plata es uno de los caminos más famosos de la península, que conecta el norte y sur de España por la parte oeste.
Entrada a la ciudad por el puente romano de Salamanca | Lápices de colores Francisca González del Castillo |
Esta vía, en su origen, partía de Mérida y finalizaba en Astorga, pero, con el tiempo, sirvió también como camino de peregrinación hacia Santiago de Compostela desde el sur. Actualmente, apenas quedan restos de la calzada, para hacer el camino se puede utilizar la autovía A-66, conocida como autovía de la Ruta de la Plata, desde Sevilla a Gijón.
La vía penetra por el sur en la provincia de Salamanca desde Peñacaballera y cruza toda la provincia hasta Zamora, en este tramo salmantino es donde más elementos de origen romano se aprecian en el camino. Han pervivido miliarios, algunas alcantarillas y puentes, encontrándose un total de 28 miliarios en la Vía, la mayoría de la época de Trajano y Adriano.
El tramo salmantino se divide en dos, el norte y el meridional, este último desde el Puerto de Béjar a la capital salmantina, que fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1931. En esta zona meridional de la vía hay tramos transitables a pie, así ocurre en Puerto de Béjar, en el Puente de la Malena de Béjar, en Palacios de Salvatierra o cerca de Salamanca en el paraje de El Zurguén. En el Puerto de Béjar se encuentra el Camino de los Miliarios que lleva hasta Montemayor del Río, un sendero señalizado que descubre uno de los mejores tramos, allí se encuentra el Puente de la Malena, rincón emblemático de la Vía, pues en su entorno se localiza una gran acumulación de miliarios, como lo es también el puente romano de Salamanca, paso imprescindible para avanzar hacia el norte.
El tramo norte, desde la ciudad salmantina hasta Zamora, atraviesa campos de cereal y los restos son escasos, salvo algunos miliarios en Calzada de Valdunciel y una estela funeraria romana reutilizada en la llamada Fuente Buena.
Es la Vía de la Plata un recorrido de gran valor histórico, monumental y paisajístico pues la historia y el arte se unen a los grandes paisajes llenos de robles, castaños y encinas de la Sierra y del Campo Charro, un paisaje que merece la pena visitar y contemplar porque además, a lo largo del camino, existen ramales que nos llevan a una serie de interesantes pueblos declarados patrimonio.
CIEN ESTAMPAS DE MI TIERRA
5 comentarios:
Entramos en Salamanca por el puente romano de la mano de la pintora de Villoria que emplea sus lápices de colores para dibujar el mítico puente que salva el Tormes, y a lo lejos difumina las siluetas que se adivinan de las bellas catedrales y la Clerecía.
Una bella panorámica en tu cuadro de hoy, Paqui, nos adentra por la conocida como Vía de la Plata en la ciudad de Salamanca. Y lo hace a través de este puente romano que tan detallado nos le muestras, con un fondo espectacular, además, en torno a las catedrales de la ciudad que se adivinan al fondo del mismo. Otea bella estampa de tu Salamanca querida que nos acercas en tu post. Saludos.
La Vía de la Plata, camino histórico y clásico para recorrer de muchas maneras y disfrutarlo. Un cuadro de Lapices de colores sacando todos los planos y perspectivas.
Magnífico recorrido por Salamanca, que hoy nos trae esa Vía tan mencionada, donde tanta historia se acumula. Un abrazo desde Bilbao. Toca trabajo en un mes en el que mucha gente está de vacaciones. Buena semana, Paqui. Buena semana a todos los lectores y amigos de Curiosón.
La Vía de la Plata siempre me recuerda a un libro "La plata de Britania", porque se desarrolla en ese contexto del transporte de mercancías y cargamentos de lingotes de plata. Los romanos eran muy prácticos, reciclaban y mejoraban todas las construcciones de las civilizaciones anteriores a ellos. El mejor ejemplo son los puentes, hay puentes romanos en todos lados y sobreviven a día de hoy.
Me ha encantado tu dibujo, y eso que me ha costado verlo, por eso comento tan tarde. El móvil, que tiene vida propia y no me dejaba verlo. Pero por fin lo he logrado y me encanta lo que veo. Esa tonalidad del cielo, la ciudad a lo lejos casi difuminada y el puente en primer plano. Es como la última etapa de un largo viaje donde la meta es la ciudad, que parece mágica, al fondo.
Gracias, Paqui, por tu precioso dibujo y la recomendación. Es una buena forma de ir conociendo los lugares por los que transcurre está Vía de la Plata. Besos.
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