GRAN GUÍA TEMPLOS ROMÁNICOS
Templo de San Pedro de la Nave
A éste le tengo un especial cariño porque supo lo que es un trasiego como yo, a quien no paran de llevar y traer. Este templo del siglo VII o principios del siguiente, no se ubica actualmente en el lugar para el que se fundó, pues en 1930 se trasladó piedra a piedra hasta las eras del pueblo zamorano de El Campillo ya que su solar primitivo a orillas del río Esla quedó sumergido por las aguas del embalse Ricobayo.
El núcleo de San Pedro de la Nave era minúsculo y a orillas del Esla, cuya corriente fluvial, ancha y poderosa, bajaba entre cuestas empinadas de pizarra. Sólo contaba con siete viviendas y su iglesia pero que al estar circundado por seis aldeas cercanas que no poseían templo, debían acudir al pueblo para los cultos.
Ahora, el templo se alza exento, protegido por una cerca baja sobre la que levantaron una espadaña gótica que perteneció a los muros de la fachada meridional del templo.
El edificio se estructura con tres naves, crucero prolongado por dos pórticos y ábside central cuadrado. Sobre el crucero, un cuerpo prismático reconstruido.
Su puerta actual modernizada con desorden total en los sillares. Sin embargo las portadas exteriores si son originales, de arco de medio punto apoyadas sobre impostas con florones.
La cabecera muestra el ábside a la misma altura que la nave con varios ventanales geminados
que en la oriental lleva arcos de herradura con columna parteluz y capitel ornamentado.
El interior sorprendente. Pero que quede claro que no lo digo por éstos ¿eh?
La naves laterales impracticables hacia el crucero por un muro que las cierra y donde se horadan enigmáticos arcos de herradura.
Traspasado el crucero, dos habitáculos con tres ventanas sobre columnillas que se abren al presbiterio.
La decoración escultórica, fantástica. Ruedas solares, cruces, florones, vides, racimos, aves, rostros tallos, sogueados...
Destacan los capiteles de las columnas occidentales. El sacrificio de Isaac
Daniel el pocero
Los apóstoles santos Pedro
Felipe
Pablo
Y sus pilas: bautismal
Y benditera
Pero yo, gruñón de naturaleza pero a la que puede el lado romántico, lo que iba era para empaparme de esa leyenda que cuenta como el caballero Julián quedo sorprendido en su cacería cuando el ciervo herido se le enfrentó anunciándole que era Julián tan cruel que acabaría por matar a sus propios padres. Ante tal vaticinio el caballero huyó a tierras portuguesas donde casó con Basilisa. Los padres, extrañados por su larga ausencia lo buscaron durante años hasta dar con su paradero donde los recibió su esposa y tras agasajarlos, los invitó a dormir en el lecho conyugal. Cuando a la noche regresó Julián y penetró en su alcoba, al ver a dos personas en su cama supuso que Basilisa lo engañaba y ofuscado por los celos apuñaló a los durmientes cumpliendo el oráculo. Abatido por el dolor, Julián se retiró a un paraje junto al río Esla y fundó un hospital actuando como barquero para trasladar a los enfermos hasta que apareció un leproso al que también transportó y dio cobijo y cuidados en su propio lecho.
2 comentarios:
Te confieso que no conocía Zamora y a raíz de varios viajes, a Toro, que me encantó y a Puebla de Sanabria, además de la capital, quiero seguir adentrándome en ella. Y más con esta invitación a su románico.
Buen día, Monguito y gracias por esta detallada invitación.
Es que empieza por Z, socio mío. Y cuando lleguemos ahí, tendrás que pagar peaje para publicar todo lo que te contaré. Lametones muchos, Froi.
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