Esta construcción rectangular de madera, típica del noroeste peninsular, tiene en Cantabria también buenos ejemplos. Su existencia está documentada en Liébana desde el siglo IX, a través de una mención hecha en el Cartulario del Monasterio de Santo Toribio.
Este edificio, de planta cuadrangular, consta de una cámara que descansa sobre cuatro soportes o pegoyos de roble y se cubre con un tejado de teja árabe, en algunas zonas a cuatro aguas (como el asturiano) y en otras a dos (como el leonés).
Actualmente quedan en la comarca 17 hórreos construidos en fechas relativamente recientes.
- 12 hórreos en el municipio de Camaleño (4 en Espinama, 2 en Pido, 2 en Las Ilces, 1 en Mieses, 1 en Mogrovejo, 1 en Cosgaya y 1 en Baró.
- 1 hórreo en Potes;
- 2 hórreos en el municipio de Pesaguero (Avellanedo y Valdeprado).
- 2 hórreos en Cabezón de Liébana (en Aniezo y Cabezón).
2 comentarios:
Si el Gobierno de Cantabria los declara bien cultural más de uno se salvará, de lo contrario parecía que el destino de muchos de ellos era le ruina.
Un saludo y feliz semana
@m.p.moreno, efectivamente, la propuesta de conservación es de 2003. Confiemos que, pese a las adversas situaciones que ahora se viven en todos los aspectos, se siga manteniendo ese propósito.
Gracias por tu visita y el comentario.
Publicar un comentario