Los viejos textos consideran a Aristóteles el mayor y más ilustre representante de la filosofía griega y, al mismo tiempo, el más profundo y versado de los historiadores del pensamiento griego. Maestro del joven y ambicioso Alejandro Magno, Aristóteles reflexiona sobre las relaciones entre el individuo y el estado en su obra titulada Política, que redactó en 346:
«El objetivo y la meta de la política deben ser lo mejor. Y la autarquía es la meta y lo mejor. De ello se deriva que el estado constituye un producto propio de la naturaleza y que el ser humano, por su propia índole, es un ser vivo formador de estados. Todo aquel que por su elección y no por un acaso viva fuera del estado, o bien es malo o cree ser superior al hombre...»
- Sin familia, sin ley y sin lar...
El estado es asimismo, más natural que la casa en que vivimos. Porque el todo ha de ser más natural que la parte ... Por consiguiente, queda claro que el estado es, por su naturaleza, más natural que el individuo. Ya que el individuo no es capaz de vivir de forma autárquica para sí mismo, tendrá que comportarse como lo hace la parte con respecto al todo. Pero aquel que no quiera vivir en comunidad o que, en su autarquía, no la necesite, este será como el animal o la divinidad, es decir, no será parte del todo ni del estado. Todos los seres humanos poseen, por su propia naturaleza, el impulso de vivir en tal comunidad y aquel que haya sido el primero en construirlo, aquel será un genio y creador de los máximos bienes. De la misma manera que el ser humano, cuando es perfecto, es lo mejor que existe entre todos los seres vivos, es también el peor cuando vive sin ley y sin derecho. Lo peor de todo es la justicia armada. El ser humano, por su naturaleza, es poseedor de las armas de la sabiduría y la inteligencia y son estas precisamente las que más pueden utilizarse en sentido contrarío. Por ello mismo, el ser humano despojado de virtudes es el más despreciable y el más salvaje de los seres vivos, y el peor en su lujuria y su glotonería. Por el contrario, la justicia es propia de la comunidad del estado. Porque el derecho es el orden de la comunidad del estado y el derecho juzga lo que realmente se estima justo.»
Crónica de la humanidad, 1987
Imagen:
El blog sano
1 comentario:
Se suele confundir autarquía con autocracia. Por otro lado, la autosuficiencia no me parece condición necesaria ni, por supuesto, suficiente para considerar como mejor un estado.
Publicar un comentario