Gran lección la que Nicaragua está dando al mundo.
Por cada traidor a la causa patria surgen dos hombres dispuestos a derramar su sangre por la gran causa de la independencia nacional. Y así, para vencer a una nación tan pequeña, tienen los yanquis que emplear muchos miles de hombres, gastarse muchos millones y no conseguir casi nada.
Los diputados nicaragüenses ha pocos días, en una sesión memorable para la historia patria han acordado rechazar el control yanqui sobre las elecciones que este año han de verificarse. Tan sólo dieciséis diputados de cuarenta han votado a favor de la intervención norteamericana.
Es un serio e inesperado tropiezo para la política estadounidense en Nicaragua. Dábase en todos los medios oficiales de Norteamérica, por descontado, que el control yanqui sería "pedido" por los diputados nicaragüenses elegidos, en su mayor parte, a la sombra de las bayonetas norteamericanas. Pero esos diputados han sabido recoger la elección que la enérgica actitud de los liberales patriotas les da, la que, Sacasa primero y Sandino ahora, está haciendo enviar a los yanquis cientos y cientos de hombres que no pueden acabar de vencer a un puñado de hombres sin armas apropiadas, pero con un elevado sentimiento nacionalista.
Esperemos a ver cómo es recibida en Norteamérica la noticia de la actitud del Parlamento nicaragüense. Vemos, antes de comentar, cómo obran los Estados Unidos y el presidente Díaz ante la valiente y patriótica actitud de los representantes del pueblo nicaragüense, que aunque lo hayan sido bajo la tutela yanqui han sabido ahora mostrarse como debían.
1 comentario:
El problema es que en un país como Nicaragua todavía tenga que estar sujeta a controladores exteriores para garantizar unas elecciones limpias.
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