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El mundo de los Blogs
Todos los que nos plantemos un blog, la gran mayoría, lo hacemos altruistamente, con el deseo de encontrar respuesta al otro lado, en otro país, en otro punto de la ciudad, en el mundo.
Cuando el blog ya está armado y se va llenando de contenido, salvo el mantenimiento periódico, y nuestro ingreso en los distintos buscadores y portales, quien más, quién menos, todos celebramos la llegada de los lectores.
Los comentarios
Todos nos sentimos halagados cuando se llena la sección de comentarios. Porque, por norma general, nuestros visitantes tapan esas lagunas que siempre campanean en los temas. Y si, además, son respetuosos, “miel sobre hojuelas”.
Pero el anonimato tiene sus riesgos y de ahí ese miedo escénico que nos sacude cuando confiados en el buen uso de la libertad de los demás, dejamos esta sección tan importante abandonada. Es primordial considerar esto y, no ha de molestarnos que, en previsión de riesgos, los autores se blinden con la revisión de los mismos antes de exponerlos a la mirada pública.
Yo por ejemplo, los expongo sin trabas y ya me he llevado más de un susto, porque el mal, desgraciadamente, la mala hierba, abunda en todas partes y en internet no iba a ser menos
Hay cantidad de detalles que debemos observar, pero hay algunos básicos para mí:
¬ No a los insultos
¬ No a las letras en mayúscula
¬ No a las faltas de ortografía
Si consideras muy importante que los demás dejen comentarios en tu blog, me gustaría añadirte en esta lista que hoy dejo en blanco, como una invitación para quienes van llegando desde otros puntos.
21 comentarios:
Aquí estoy yo, enredando. Veo que prometes un juego psicológico para la próxima entrega, jejeje
Sí, resulta curioso el experimento, pero tampoco tiene un gran misterio. Algunos habéis apuntado bastante bien. Otros ya se salen a propósito del asunto, pero en general estuvo acertado.Lo veremos el próximo martes.
Estoy esperando impacientemente desde hace días el ¿Qué te sugiere una imagen?, la del corazón me dejó intrigado.
Saludos Froilán!
Yo creo que los comentarios hay que cuidarlos tanto como las entradas, aunque el tono puede ser mucho más distendido y dialogante.
Salu2
Froilán, es cierto que los comentarios llenan lagunas y animan al bloguero. Es curioso que en los 3 post que más visitas han cosechado de mi blog, no hay a penas comentarios. La verdad es que a uno lo desconcierta y además, deprime porque en algún caso te rompes los cuernos y ves que tienen su utilidad, y sin embargo, nadie te dice nada. En fin, los comentarios son la savia del blog, sin ellos, la mayoría acabaría dejando de escribir, tarde o temprano.
Estoy con Francisco Galván, has creado un juego muy interesante. La verdad es que se agradece, has creado una forma muy atractiva de participación. Ay la vanidad! Dicen que es el peor pecado jaja.
Creo que estamos todos bastante de acuerdo en la importancia de los comentarios. Hay temas que se te escapan, o no te dan mucho juego, pero ello te alienta a seguir escribiendo.
Pues lo cierto que para mí los comentarios que hace toda la gente que entra en mi blog, tú entre ellos Froilán es lo más importante, y yo también lo tengo abierto, sólo si me viera obligado lo pondría en revisión.
Un saludo
Yo también lo tengo abierto, sin revisión, pues pienso que necesito todos los comentarios para saber lo que piensan los demás sobre el asunto que tratas.
Uno no siempre está con la verdad bsoluta.
Es verdad, como dices, que es un momento grato y halagador encontrar comentarios en el Blog.
Un saludo!
Alex.
@Pharpe, Vamos a seguir confiando. Siempre queda la opción de suprimirlo si no hay respeto.
@Alejandro, yo creo que eso nos pasa a todos al principio. Yo en varios meses no recibía ni un comentario y ahora todos los días, los amigos de bitácoras, comentan sobre lo que vas lanzando.
Los comentarios son el necesario correlato de lo que publicas, por varias razones. La principal es que toda lectura es una creación, otro trabajo que si se convierte en palabras puede abrir nuevos horizontes. Te ayudan a sopesar, intuir o imaginar lo que los lectores silenciosos callan.
No creo que nadie publique un blog para leerlo él mismo, por mucho que se divierta y le satisfaga.
Creo, además, que el autor debe corresponder, en la medida de sus fuerzas, a las palabras que le llegan con sus palabras.
Yo no pongo filtros previos a los comentarios. Se sobreentiende que me reservo el derecho a suprimir aquellos que se pasen de la raya. Con todo, debido a los asuntos que trato, de momento y mientras Cypher no haga de las suyas, dudo que tenga que verme en esa situación.
A ello vamos, Juan Carlos, que también te tomas tu tiempo y tu cuidado para hilar las palabras. Siempre agradecido y dispuesto al diálogo. A propósito de una conversación que acabo de mantener con Paco, te paso un correo. Saludos.
Solo hay una forma de que los comentarios constructivos lleguen a un blog, dejando posibilidad a los lectores de participar.
Normalmente los blogs con más comentarios son los que hacen partícipes de verdad a sus lectores y los animas a incluir sus opiniones.
Si se pretende tener la razón siempre y no se aceptan las críticas vengan de donde vengan, el blog simplemente morirá poco a poco y dejará de tener comentarios.
El ejemplo más claro lo tenemos en muchos blogs llamados grandes. Cuando comenzaron a sentar cátedra cuando escribían en su blog, dejaron de atraer a lectores activos (que comentasen lo que les pareciera) para pasar a atraer lectores pasivos, o sea a ser solo blog de lectura y punto.
Claro que son importantes los comentarios, pero tampoco hay que basar todo un contenido en atraerlos, puesto que al final lo que vale es la verdad del autor, y no las posturas que adopta para agradar a los lectores.
A todos nos gusta recibir comentarios, estén de acuerdo o no con lo que cuentas. Se tiene una opinión, pero otra persona puede tener otro punto de vista que no se había pensado. Mientras todo se haga dentro del respeto, está muy bien. Y como bien decís, siempre se pueden borrar los comentarios de la gente que se pasea por internet con el único afán de insultar. Que de todo hay
Un beso
@Antonio y Alba, gracias por los vuestros. Totalmente de acuerdo.
La sección de comentarios me parece interesante porque a veces la gente te aporta perspectivas que no habías considerado, además de hacer que te sientas escuchada. Me gusta considerar mis escritos como una oportunidad al diálogo, y me encanta cuando la gente participa activamente dando su visión del tema. Yo por ahora todavía no he tenido que borrar ningún comentario en mi blog por ser insultante, fuera de tono, etc, aunque en ocasiones (sólo excepciones) hubiese querido que algunos se moderasen un poco con el vocabulario que utilizan.
pues los comentarios a los bloggers son como los dulces a los niños... "siempre caen bien"
yo de igual manera tengo los comentarios abiertos. y cada vez que recibo uno me alegro toda.
me parece que esta sección de capitulos que estas generando son una excelente manera de atraer comentarios! A aprender de Froilán ;)
un abrazo
@Silvia y @ Luisa, coincido plénamente con vosotras. Los lectores con sus comentarios aportan esa segunda lectura que se nos ha pasado o en la que nos ha faltado algo. Es un complemento necesario, como las cartas de los lectores al diario. Y lógicamente, eso te anima a seguir y a mejorar.
Me gustaría aparecer en esa lista de gente que considera importante que los internautas dejen comentarios en su blog. Para mi los comentarios son el premio que recibe el trabajo que has realizado a la hora de crear una entrada en tu blog y siempre te anima a seguir.
Aprovechando os dejo la dirección de mi blog por si alguien se anima a visitarlo y dejar un comentario.
Se llama Azucar y sal y la url es www.sinestrellas.blogspot.com
Estoy seguro de que os va a gustar.
Lo visitaremos y comentaremos. Gracias por tu visita y por el comentario. Un saludo, Andran
A mi me encanta que la gente comente lo que ve, y que lo comente con la mirada crítica o afectiva que deseen, siempre desde el respeto y la educación por supuesto. Para mí, esa es la ventaja de los blogs, el hecho de relacionarte con la gente de manera directa.
Carpe Diem
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