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InMemoriam
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Más de un millón de muertos
Y lo más lamentable, sanguinario y criminal fue que se siguió matando a tiro de fusil después de acabada la guerra. Era la ordenanza del exterminio.
San Salvador de Cantamuda
Uno recuerda de San Salvador de Cantamuda: un rollo al aire, una iglesia, que durante muchos años no consiguió ver más que por fuera, y un puentecito de belén casero. Y por tenerlos tan lejanos en el tiempo y en la memoria, vuelve al lugar para acercárselos . Demasiado, ¿no? No, señor, que los hay que vuelven por un botón de la camisa al corral en que lo perdieron. También es verdad, oiga. ¿Y lo encontró igual? Me refiero al pueblo, claro. Sí, pero más triste. Todo era y no era. Hasta la carretera parecía más ancha que ya, si te cruzaras con la policía, no tendrías que hacerte a la cuneta, como en aquel cincuenta y tantos en que había gente que se había echado a sus montes y bajaba hasta Perazancas, que ya es bajar, por comida para resistir.
Por Marcelino García Velasco
In Memoriam
No ha desaparecido la Venta Campa, pero es otra o, al menos, preparada para otras gentes. La última vez que entré en ella, parecía una ermita donde alimentar la añoranza de algunos devotos por un ayer de firmesaltos camaradas, felizmente arrumbado, para quienes, como si fueran exvotos en vitrinas y colgados de las paredes se ofrecían llaveros, vinos, licores, usurpando colores nacionales, dijes y falsos relicarios en que guardar recuerdos prestados, o vividos, de un hombre Salvador nacido un primero de octubre de un año triunfal cuando ya contaba con 40 años o así.. Antes en la Venta Campa se reunía con otra cordialidad alrededor del vino, que se sabía de Becerril, por más que lo llamaron manchego o de tierras de Peñafiel o de la copa del genuino orujo de Potes, según horas, mucho antes de que Potes sospechase siquiera que iba a llegar a ser lo que hoy es.
Eran años de compras y venta de alimentos necesarios por aquello del racionamiento y sus secuelas, y que hacían que el dinero corriese y se gastase a ríos, decían, en Cervera y Potes, por más que el manantial tuviera su hueco y turbulencias en San Salvador, más que nada por su estratégica situación en el puerto de Piedrasluengas.
La antesala de San Salvador, apenas se abría en mayo, era, dejado atrás el Vallegón, una sucesión de prados verdes, amarilleando lirones, mientras en las laderas cercanas alguna bocamina señalaba su oscuridad y sus escombros. Estarían llenos de vacas, ¿no? Me refiero a los prados, oiga. Pues mire, no, nunca vi una vaca en ellos, aunque sí que las había, y buenas, por aquellos lugares, sobre todo hechas filetes. Pues ahora se llegan hasta la iglesia y pastan en la pradera sobre la que se alza, y no creo que sea por la devoción del dueño. Qué tiempos ¿verdad? Que ya ni siquiera el ganado guarda compostura ni respeto, ni sabe distinguir un prado de una iglesia. Verde veo, verde como, y si está cercano, mejor que mejor, que hasta los animales se han hecho cómodos. Aunque también tendrán derecho, ¿no cree usted? De todos modos aquí se han perdido muchas cosas, hasta el verdadero nombre, oiga, que por mucho que lo pregone el que usamos hoy, ni canto una muda ni nada de nada, sino que como resultaba muy largo el de San Salvador de Cantamuradales de Pernia, los de dentro y los de afuera le fueron quitando sílabas hasta dejarlo tal y como suena hoy. Qué bonito, oiga, hasta ganaba en sílabas y en música a ese otro de Segovia, tan cantarín: Santa María, la Real de Nieva, o al pomposo de Ávila, mis ojos, Madrigal de las Altas Torres.
Última actualización: Abr2025 |💥1541👀
A la memoria de José Miguel Prieto, “El Capitán”
Muchos momentos de su vida los ha pasado en su segunda
vivienda de San Salvador de Cantamuda.
Una seguidora de Curiosón ha querido dejar unas palabras a la memoria de Miguel Prieto, montañero que perdió la vida el día 31 de octubre de 2024, después de hacer cumbre, al caer por la cara norte del Pico San Carlos en el Macizo de Ándara, en Picos de Europa (Cantabria).
Todo lo que hacías lo hacías con pasión. Amante del monte, de la bici, de la escalada, del mundo… Muchas cumbres a tus espaldas. Esa clase de persona que no pasa por tu vida sin dejar una huella. Era imposible no verse arrastrado por tu luz, tu valentía, tu hospitalidad, tu optimismo. Para ti no existía la palabra derrota, no había resignación ni rendición. Tenías una luz especial. Con las emociones a flor de piel, llorando de tristeza y de alegría. Siempre buenas palabras, buenos pensamientos.
Tus aventuras podrían tener un periódico propio, pero solo tenemos este espacio para recordarte. Siendo así nos vemos en la obligación de compartir con el mundo un pequeño pedazo de ti, ese que has dejado en todos los que te conocimos. Dicen que todos tenemos una fachada, pero tú eras la excepción que rompía la regla.
Un primer contacto bastaba para percibir esa luz que solo transmiten las personas especiales, esas cuya huella es imborrable. Era imposible no verse arrastrado por tu pasión, tu hospitalidad, tu vitalidad y tu optimismo. La vida era para ti un aventura que había que exprimir al máximo. Y vaya si lo hiciste.
Pocos picos habrán quedado sin tus pisadas, pocas paredes sin la marca de tus manos, pocos caminos sin las huellas de tu bici.
Por muy alta que estuviera la cima, por muy difícil que fuera el obstáculo, la rendición no era una posibilidad para ti. No había resignación ni derrota. (La emoción y el riesgo estuvieron siempre por encima del miedo, también en un final digno de la vida que habías decidido vivir).
Eras un amante del mundo y nosotros los afortunados testigos que han asistido a tu paso por él.
Sería un delito guardarte el duelo desde el salón de casa envueltos en lágrimas, tu recuerdo merece ser llevado de nuevo a aquellos rincones que descubriste y a aquellos otros que quedaron a la espera.
Así que, a partir de ahora, y en el mejor de los homenajes, los senderos que recorramos, las cumbres que conquistemos, todas llevarán tú nombre.
Hasta siempre, capitán.
Actualización: Abr2025 | 412👀
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Querencia del silencio
IN MEMORIAM
Marcelino García Velasco
Es que por aquí no hemos sabido conservar lo nuestro tal cual. ¡Como la gente se iba de la tierra, que esa es otra, pues, velay! Los palentinos es que somos muy despeinados, oiga, y poco cariñosos con lo que encontramos de herencia. Y es que no le damos importancia nada hasta que vienen de afuera a valorarlo. Entonces sí, oiga, nos deshacemos en alabanzas y defensa. ¿Se ha fijado en la iglesia de este pueblo?
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Colegiata San Salvador, siglo XII | @Estalayo |
Parece como si la hubieran colocado en un sitio para ver mejor a Dios: abierta a un valle, sosegada por el cantar de un río niño y cerrada por montañas, que verdean los robles a su tiempo. ¿Y se sabe quién la puso en este lugar? Los documentos cuentan de una doña Elvira, mujer del conde Saldaña, Munio Gómez, que fundó una iglesia en este sitio, pero no debía ser la que vemos hoy, pues la tal doña Elvira vivió mucho antes de cuando se data este templo; pero bien pudo ser carne de aprovechamiento, porque la traza recuerda fácilmente a esas que llaman prerrománicas y que tanto abundan en Asturias.
Para mí que hay aquí dos iglesias. Una, la que se alza, tosca, de piedra arenisca y roja, con su perfecta espadaña, calada por cuatro ventanales para campanas, paralelos dos a dos, y un gran arco insinuado en su primera mitad por albergar la puerta, y sobre ella otra ventana que da luz al coro. Y otra iglesia, o lo que queda de ella, que se conserva hoy como mesa de altar sostenida por siete columnas completas, con sus bases, sus fustes y capiteles labrados, todos distintos y perfectos, fruto de un cincel maestro y que nunca tantos, en ningún sitio, sostuvieron la mesa de un altar. Desde luego, que si no son de épocas distintas, si son de artistas diferentes. Y como el paraje en que se alza es casi el vestíbulo para la felicidad, hubo un tiempo en que amaneció Colegiata, con canónigos y todo, y con un abad que el obispo de Palencia, a la vez conde de Pernía, nombraba, según guisa y criterio, y que, a mediados del siglo XVI consiguió jurisdicción civil y Criminal del lugar como lo atestiguo el rollo.
Pero todo esto es ayer. Hoy es solo belleza. Y no sé si este esplendor para la paz y el ojo tendrá mañana, por mucho que los políticos se aseguren que creer y decir esto es derrotismo. ¿Será por derrotismo por lo que estos lugares están cada año más silenciosos, y ya no saben dar de comer ni al cuerpo ni al espíritu de sus gentes, que se van, querido Juan José cuadros, de estas tus solas, desoladas tierras? Y mira que hay verdor para los ojos.
Estas tierra se están acostumbrando a ser gula del ojo, querencia del silencio, algo así como un museo vivo por el que, como museo, pasa la gente y no puede quedarse. Oiga, ¿y esto es bueno?
Pero todo esto es ayer. Hoy es solo belleza. Y no sé si este esplendor para la paz y el ojo tendrá mañana, por mucho que los políticos se aseguren que creer y decir esto es derrotismo. ¿Será por derrotismo por lo que estos lugares están cada año más silenciosos, y ya no saben dar de comer ni al cuerpo ni al espíritu de sus gentes, que se van, querido Juan José cuadros, de estas tus solas, desoladas tierras? Y mira que hay verdor para los ojos.
Estas tierra se están acostumbrando a ser gula del ojo, querencia del silencio, algo así como un museo vivo por el que, como museo, pasa la gente y no puede quedarse. Oiga, ¿y esto es bueno?
Para saber más:
Actualización: Abr2025 | 491👀
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Marcelino era Académico de la Tello Téllez y poeta. En nuestro blog pueden encontrar un homenaje a su quehacer e interesantes textos publicados en nuestra Revista Literaria Pernía.
Recuerdos de Mariano Haro
Mariano Haro, In Memoriam
💨 En estos días que aún se lamenta en Palencia la muerte del mejor deportista palentino y uno de los mejores corredores españoles de todos los tiempos, me vienen a la memoria recuerdos relacionados con este gran atleta.
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Mariano Haro con Fernando Bellver (Cine-Foto Fernando) | Años 70 | Javier Marín |
Recuerdo que en los años 70 ya había oído hablar de las hazañas deportivas del “gran corredor” de Becerril de Campos, pero no olvido que cuando verdaderamente aprecié su mérito deportivo fue el día que fui por primera vez al bar Carlos V, sito en la calle Don Sancho, en los bajos del Casino de Palencia, y allí me encontré con una gran foto de Mariano Haro dedicada al dueño del bar, además de varias chapelas colgadas que lució el atleta en diferentes pódiums del País Vasco, tras su victoria en importantes Cross, como el de Elgoibar, que ganó en cinco ocasiones, el de Amorebieta, Lasarte y algunas poblaciones más, donde el campo a través era uno de los deportes más populares. No me cansaba de mirar esas grandes boinas y los dos pares de zapatillas con sus clavos que mantenían aún el barro y colgaban de las paredes del bar, al tiempo que me imaginaba al atleta corriendo esas duras pruebas por esos circuitos embarrados y aguantando lluvia, frío y chaparrones, con el apoyo y aliento constante de una afición que lo quería tanto. Tras la victoria, lo imaginaba en el pódium y sentía los aplausos de los miles de aficionados para quienes el de Becerril era un ídolo.
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El mítico equipo de Educación y Descanso | Con Santiago de la Parte, Manuel Fernández Bernabé, Mariano Haro y Cándido Alario | Fotografía facilitada por Cándido Alario. |
Recuerdo que los lunes Mariano Haro era noticia en Diario Palentino, en las radios locales y nacionales, en el Telediario, y en los diarios deportivos, por alguna de las hazañas logradas durante el fin de semana en alguna competición, o en los triunfos en el Cross de las Naciones con aquel equipazo palentino con el curioso nombre de Educación y Descanso, junto a su hermano Pepe Haro, Santiago de la Parte, Cándido Alario y Manuel Fernández Bernabé, que entrenaba Gerardo Cisneros.
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Mariano Haro y Javier Álvarez Salgado corriendo en el barrizal de Lasarte | Foto facilitada por José Fernando Gutiérrez Haro. |
Con el tiempo, cumplí mis deseos de ver en acción al gran atleta, fue en Palencia, en el campo de fútbol de la Balastera, un 4 de febrero de 1973, donde se disputaba el conocido “Cross de la Balastera”, en el que se dieron cita miles de palentinos para aplaudir al “León de Becerril”, como homenaje tras su diploma olímpico en Múnich. Una carrera memorable en la que en cada vuelta los aplausos y ánimos al paso de Mariano emocionaban. Esta prueba la ganó el etíope Mirus Yifter, Mariano Haro quedó segundo con la participación de atletas de siete países con un público estimado de unas quince mil personas en las que el atleta palentino Santiago de la Parte quedó quinto, y décimo el gallego Javier Álvarez Salgado. Nunca se vio la Balastera con tanta gente.
Esta prueba se volvió a rememorar el 5 de noviembre de 2017, 44 años después de disputarse en la Balastera, en las magníficas instalaciones del Parque Ribera Sur, organizada por el Ayuntamiento de Palencia con el nombre de Cross Internacional de Palencia, como homenaje a Mariano Haro y a Gerardo Cisneros, una gran prueba donde se pudo ver de comentarista al gran Mariano Haro junto a Gerardo Cisneros, un espectáculo de primera categoría con un recorrido muy bueno para el espectador y valiosos comentarios por parte del exatleta y del que fue su entrenador.
Repaso el sorprendente historial deportivo de Mariano Haro, que llegó a ser cuatro veces subcampeón mundial de Cross y veintisiete veces campeón nacional, 62 veces internacional, participó en tres olimpiadas (México-68; Munich-72 y Montreal-76). Lo que más me admira es que se labró a sí mismo por los caminos y sirgas del Canal de Castilla y en los campos de Becerril, y en sus idas y venidas a trote de Becerril a Palencia y vuelta, machadas de un atleta que solo sacrificaba sus piernas y su ilusión por ser alguien en el atletismo hasta conseguirlo y ser reconocido como uno de los mejores atletas de todos los tiempos.
Mariano se ganaba a la gente porque, a pesar de ser tan grande como deportista, era aún más como ser humano, con un carisma popular que enganchaba al público y le hacía célebre, hasta el punto de que Cola-Cao se fijó en él y lo incluyó en un anuncio en el que aparecían mitos nada menos que de la categoría del ciclista Eddy Merckx, el nadador Mark Spitz, y el campeón de F-1, Emerson Fittipaldi. Sin duda Mariano Haro formó parte durante muchos años del olimpo de los dioses.
El domingo 22 de septiembre se disputarán en Becerril en un circuito por el Canal de Castilla, los 10.000 de Mariano Haro, presentado una semana antes de su muerte, una prueba que ya se ha consolidado y que era un homenaje en vida al atleta, será el primer reconocimiento póstumo, aparte de la concesión por la Diputación de Palencia de la medalla de oro de la provincia, además de los importantes reconocimientos que tuvo a lo largo de su vida. Nunca se olvidarán las gestas de un atleta que se convirtió en leyenda.
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Cross Internacional de San Sebastián |
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Campeonato del Mundo de Cross.- Monza 1974 |
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Mariano Haro, durante una carrera. Caballero |
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Entrenando al príncipe Felipe |
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Mariano Haro |
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Olimpiada Múnich 72. Mariano Haro (169) en tercer lugar en la disputa de los 10.000m., con Viren en cabeza, tercero. |
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Mariano Haro recibiendo un reconocimiento. Fotografía facilitada por José Fernando Gutiérrez Haro. |
Carta a Don Miguel Frechilla
Conocemos a las personas a través de sus actos.
In memoriam

No pude más, recogí los libros y salí llorando de aquel aula. No me avergüenza reconocerlo.
Bajé las escaleras y me senté en el descansillo con la cara entre las manos; trataba en vano de controlarme. No quería bajar a la calle en aquel desconsuelo.
Entonces una mano se apoyó en mi hombro y oí su voz, tranquila y dulce, diciéndome:
-“Cálmese”. Y añadió: ¿Necesita Ud. aprobar por algún motivo de trabajo?...
- No señor, contesté, únicamente estudio porque me gusta...
- Bien, dijo, cuando llegue setiembre llame a este teléfono, unos días antes del examen. Veré cómo lo lleva en mi casa, quizá así se templen sus nervios-.
Lo hice y en la calle Teresa Gil, bajo la mirada de unos ojos negros que pintara Romero de Torres, toqué los estudios y la sonatina que Don Miguel me iba pidiendo. ¿Por qué estaba serena en aquellos momentos? Don Miguel hablaba quedamente con mi marido, a la vez, no perdía detalle y corregía mis errores. Su voz era la de un buen amigo que aconsejaba. Me examiné a los pocos días y aprobé. Sigo de alguna manera con la música, toco, pero no me examino. Mis hijos terminaron estudiando piano, ambos profesores y, a pesar de las dificultades, viven y sienten la Música como una vocación. Creo sinceramente que Don Miguel ya está en el Cielo dando conciertos para ángeles y santos. Hasta el Padre Dios se habrá alegrado de tenerlo tan cerca para deleitarse con su música.
Don Miguel, querido Don Miguel, que la paz llegue a todos los suyos y que su memoria siga acompañando nuestros días. Emocionadamente...
Gonzalo Ortega Aragón y su carta a Ruanda
Fue redactor jefe de Diario Palentino entre 1985 y 2007, año de su jubilación · Mantenía aún sus secciones de 'La Solana' y 'Palencia Insólita'
Gonzalo Ortega Aragón fue uno de los primeros amigos de Marcelino que conocí en la Semana Santa del año 1963. Su mujer Dorita, y yo, empatizamos rápidamente y seguimos siendo buenas amigas aunque no juguemos juntas la partida de cartas, sí coincidimos en otras muchas cosas. Escribí un cuento ficción-realidad que dediqué a una hermana religiosa que ella tiene, María Luisa, y que, ahora, disfruta de un bien ganado descanso en Valladolid, pues ha gastado sus años en el trabajo de sacar adelante en -Ruanda- a cientos de niños que, gracias a ella y a las escasas compañeras que la Orden tiene allí, multiplicaron esfuerzos y quitaron el hambre y salvaron la vida, durante aquel periodo fratricida en Ruanda, cuando se mataban entre sí.
Gonzalo Ortega, en su Solana Palentina, 8 -10- 1994, que titula Carta de Ruanda. Deja su emoción: «escribe la hermana y llora para sus adentros y hace milagros en sus afueras. Donde la hermana se duele de la muerte y riega la vida con su vida…». Y cuenta que mucha gente ha muerto por guerra y por hambre. Que la desnutrición es terrible y «son tantos los que me llegan que no sé dónde meterlos. Vienen desde los campos de refugiados del Zaire en muy malas condiciones y cuando llegan a sus casas se lo han robado todo, no encuentran nada». Y añade desolada que «ya ninguna familia se reagrupa entera, todas han perdido a hijos o padres en las barbaridades de la guerra o en los campos del Zaire».También habla de la solidaridad de muchas Oenegés. Llega comida, ropa, medicamentos y útiles del hogar. Y se emociona María Luisa cuando cuenta que, cada 15 días, se acercan a la casa en la que viven y ellas les dan «cuanto tenemos» y sobre todo cuando ve que en Cruz Roja Internacional aparecen donaciones con el membrete de España y añade «nos hace mucha ilusión porque los españoles sois muy generosos. Os lo recuerdo para que sepáis que sí llegan las cosas que dais».
Esta columna que iba dedicada a un amigo, me acerca un recuerdo que estremece: Un Estado para librarse de los emigrantes quiere enviarlos a Ruanda. Ignoro si Ruanda puede acogerlos y cubrir las necesidades que todo ser humano necesita para afrontar una vida digna. Un emigrante puede aportar algo bueno. Y, aprenderá, si se le brinda la ocasión.
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