Un poeta como vosotros
Un poeta es un hombre o una mujer como vosotros, que es lo mismo que nosotros y elige las palabras, o éstas a él, para expulsarlas de una manera personal. Por eso los poetas, siendo lo mismo, la cantan de distinta manera. Es el yo y la emoción, el canto y el cuento, la forma y la materia.
Mi comienzo
La Poesía
Declaración de intenciones
Infancia, tierra, mujer, muerte, tiempo, estos son los temas por los que me muevo.
En aquel tiempo de espiga y amapola,
de sangre sin valor cuando la fe resbala
hacia lo hondo y cae
buscando una verdad que llene el pecho,
solo la luz del oro consolaba
la voz de la conciencia
encendía la lengua, silenciosa y mortal
de los colores altos.
A Don José María. Presidente. In Memoriam
Como muchas noches esta me cogió con las manos en Antonio Machado, y como la tarde había sido dura, no pude entrar en el palacio porque aún Chema, perdón, estaba de camino a Palencia, siempre volvía porque lo suyo siempre fue volver a casa, busqué consuelo entre unos versos de Palacios, buen amigo, me seco la lágrima en los versos últimos, algo que me ocurre cuando leo el poema que dedicó a Giner de los Ríos:
¿Murió?...Solo sabemos que se nos fue por una senda clara,
diciéndonos: hacedme un duelo de labores y esperanza.
Chema, qué buenos estos versos para ti porque tu vida esa que yo conozco, que no es mucho tiempo, pero duradero, estuvo llena de hacer labores que se repartían por los rincones de la tierra palentina, de crear esperanzas para que la vida duela menos, no pese. Y como estabas abierto a todos los aires sí que te llegaba el de la poesía y así en algún acto cultural si había ocasión me pedías: Marcelino, lee. Y escuchabas, algo que no suelen hacer los políticos. Pero a ti te salía de tus dentros porque los tenías sazonados de respeto. Respeto por la cultura. Sí lo sabe bien la nueva ITTM, tan libre, pero sintiendo el peso de tu mano sobre ella. Respeto a todos.
Sed buenos y no más,
sed lo que he sido entre vosotros alma.
Vivid, la vida sigue.
Los muertos mueren y las sombras pasan,
lleva quien deja y vive el que ha vivido.
Esta mañana volví al Palacio. Ahí estabas tú llenándolo.
Por una vez vi llorar a los políticos. Claro, es natural. Son
hombres y los hombres lloran acompañando a las
mujeres. Cógete el último verso. D. Antonio no va a decir
nada, además está muy lejos, allá en los frescos valles de
Colliure, y, además, lo escribió para ti: "lleva quien deja y
vive el que ha vivido".
Revisión al cuidado de Carmen Arroyo
Chema, qué buenos estos versos para ti porque tu vida esa que yo conozco, que no es mucho tiempo, pero duradero, estuvo llena de hacer labores que se repartían por los rincones de la tierra palentina, de crear esperanzas para que la vida duela menos, no pese. Y como estabas abierto a todos los aires sí que te llegaba el de la poesía y así en algún acto cultural si había ocasión me pedías: Marcelino, lee. Y escuchabas, algo que no suelen hacer los políticos. Pero a ti te salía de tus dentros porque los tenías sazonados de respeto. Respeto por la cultura. Sí lo sabe bien la nueva ITTM, tan libre, pero sintiendo el peso de tu mano sobre ella. Respeto a todos.
Principio elemental de un político
sed lo que he sido entre vosotros alma.
Vivid, la vida sigue.
Los muertos mueren y las sombras pasan,
lleva quien deja y vive el que ha vivido.
Esta mañana volví al Palacio. Ahí estabas tú llenándolo.
Por una vez vi llorar a los políticos. Claro, es natural. Son
hombres y los hombres lloran acompañando a las
mujeres. Cógete el último verso. D. Antonio no va a decir
nada, además está muy lejos, allá en los frescos valles de
Colliure, y, además, lo escribió para ti: "lleva quien deja y
vive el que ha vivido".
Revisión al cuidado de Carmen Arroyo






















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