VEXU KAMIN V
POR CANTABRIA
Al final de las Merindades de Castilla, siguiendo por la muy importante calzada romana desde Flaviobriga (Castro Urdiales) hasta Juliobriga (Retortillo), conforme al consejo del eximio Don Gregorio Balparda, vilmente asesinado (1), se llega a Cantabria, al noreste del embalse del Ebro, muy próximo al cual ahora está sumergida la calzada, así como los pueblos, con fuertes raíces romanas y peregrinas, por donde transcurría.
Julián González Prieto
Julian es escritor, autor del Vexu Kamin, obra que ha tenido gran trascendencia, muy divulgada en conferencias, charlas radiofónicas, Revista del Ateneo Leonés y otros medios de comunicación.
Más adelante, siempre contemplando el pantano y la península de La Lastra, están Villasuso, Monegro, Quintana, Orzales y Requejo, éste ya dentro de Campoo de Enmedio. Y de seguido se pasa a admirar el precioso templo de Bolmir y a descansar en la capital campurriana, Reinosa.
Preciosa es la bella románica iglesia de Santa María en Villafría e impresionantes las ruinas de la augusta Juliobriga en Retortillo, donde se cruzaban las calzadas procedentes de Flaviobriga (Castro Urdiales), de Blendius (Suances) y Pisoraka (Herrera de Pisuerga). Y otras que de allí partían, muy frecuentadas en el Medievo.
De las procedentes de la costa y sus peregrinos nos habla Dom Gundisalvo:
“…ondutrus muitus pelegrinus aportadus pur mar a porto sanctemeteri e blendio uaxarum pur uredas romanas e pur sancta iuliana ela kastanneta a iermo e purla uarzana fasta dese retortelus onde fu grande ziuitate romana e mais alantre zeruatus e destaquilare que reposarum…” (2).
“…por donde otros muchos peregrinos, llegando por mar a Santoña, Santander y Suances, bajaron por sendas romanas, por Santillana y la Castañeda a Yermo, y por Bárcena hasta ese Retortillo, donde hubo una gran ciudad romana y más adelanto está Cervatos y este Aguilar, donde descansaron…”.
Los peregrinos siguen por la calzada del Cutral, próximos a donde se asentara un importante campamento romano, y llegan a Cervatos, con su maravillosa colegiata románica de San Pedro.
Después se aproximan al Bardal, desde donde se contempla una hermosa panorámica de las tierras cántabras y se pasa a la Valdeolea, con tanta belleza, prehistoria e historia atesorada, cántabra, romana, medieval y monacal: Espesos bosques, menhires, dólmenes, hermoso y abundante románico.
Pasan por Olea, con las iglesias románicas de Santa María y San Miguel. El puente del Argañal y muy próxima Santa Olalla, con su bella iglesia románica de Santa Eulalia. De seguido Reinosilla, con otra preciosa iglesia románica, la Torre de los Cossio y el puente sobre el Camesa. Muy cercanos están el impresionantes dolmen y el menhir entre un bosque de quejigos. Y siguen hasta Casasola, con más menhires y otro puente romano.
Siempre por la calzada, aparece el pequeño pueblo de La Cuadra, con más robles y menhires. A continuación Las Quintanillas y La Quintana, teniendo muy cerca la ermita de Nuestra Señora de la Calzada. Se sigue hasta las Henestrosas de Quintanilla, con otra hermosa iglesia románica. Y más adelante, entre extensos praderíos y robles, está Bercedo con su menhir. Y en un alto de Cuena, otra iglesia del románico tan abundante en estas tierras.
Por aquí se dejan las tierras cántabras para entrar en las palentinas por Nestar, con su puente romano sobre el Rubagón, la iglesia románica dedicada a San Martín y la ermita, también románica, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Calzada.
Y poco más adelante aparece la que fuera fortificada villa, con su inconfundible olor galletero, de Aguilar de Campoo, como es llamada la comarca donde se asienta.
Desde Balmaseda a Aguilar habrán sido cuatro inolvidables etapas y unos 120 los kilómetros los recorridos por los peregrinos que caminen por nuestro Vexu Kamin, que pronto le seguiremos caminando por las bellas tierras de la montaña palentina.
Buen Camino
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(1) Historia Crítica de Vizcaya y sus Fueros. (1924)
© Portada de inicio: Escribano Gordón.
1 comentario:
En esta V Ruta del Viejo Camino, nos lleva Julián de las Merindades a Reinosa, en un bello peregrinaje entre montañas, estratégicamente sorteadas por caminos y cruce de famosas calzadas romanas. Para los palentinos la más conocida es Pisoraka que partía de Herrera de Pisuerga.
En esta Ruta el Viejo Camino entra en la provincia de Palencia por el pueblecito de Néstar, y llega a la monumental y bella Aguilar de Campoo.
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