En la villa realenga de Aguilar de Campoo existen 115 escudos que demuestran el gran auge de la localidad en los siglos XVI y XVII.
Marta Redondo Moreno
"Érase una vez una villa realenga ubicada en Castilla La Vieja, donde los hidalgos y los nobles acompañaban en las batallas al señor que vivía en lo alto del lugar, en el castillo desde el que dominaba tierras que antes fueron habitadas por pueblos cántabros que lucharon contra la ocupación de los romanos.
Una bonita villa rodeada de dorados mantos de trigo y verdes bosques en los que se podía cazar; con muralla, judería, iglesias, monasterios y casonas flanqueadas por grandes testigos en piedra que daban buena muestra de la grandeza de sus habitantes.
Siglos después, esa villa, Aguilar de Campoo, sigue conservando parte de su legado como el castillo, los templos románicos y parte de sus murallas y puertas y también muchos blasones y escudos que para sus vecinos pasan ya casi desapercibidos pero que dan buena muestra de la belleza de la localidad.
La población conserva todavía más de un centenar de blasones, la mayoría de ellos en muy buen estado. Además, en sus pedanías también hay registrados otros cincuenta. Recientemente, Toño Blanco, un vecino de Aguilar de Campoo ha recopilado en un libro editado por el Ayuntamiento de la villa galletera una lista de los más destacados escudos aguilarenses.
En Aguilar de Campoo en la actualidad están catalogados 115 blasones. Algunos se repiten en varias casonas nobiliarias. El más antiguo data del siglo XII y se ha localizado en el brazo de un guerrero, que aparece en un capitel exterior de la iglesia de Santa Cecilia. Según explica el autor, «creemos que se trata del escudo en piedra más antiguo de España y que pertenecía a los Lara».
Además en su libro Toño Blanco habla de una treintena de apellidos originarios del municipio, inexistentes ya la mayoría de ellos, como Aguilar, Campoo, Puñama, Habatos y Ureña, entre otros. También concreta que «el apellido más común era Mier de Terán y muchos de los blasones que me he encontrado tienen apellidos cántabros como Cos, De Celis, Soto, Cossío y Ceballos».
Entre los blasones más llamativos están dos ubicados en Barrio de Santa María, donde hay un escudo doble con los apellidos Villegas y Monroy-Lorenzana que data de 1660 y otro en la iglesia que está policromado. En la villa llama mucho la atención el ubicado en el nº 30 de la calle Modesto Lafuente, también son dos escudos juntos de 1603.
Los más bonitos a juicio de Blanco son los que están en la calle Matías Barrio y Mier. Uno data de 1586 y en él están esculpidos los rostros de Juan de Mier y Terán y María de Tanguile. Un poco más abajo en la misma vía está el más grande de todos, que representa tres escudos con los apellidos Bustamante, Velarde y Villegas.
Muy admirados son también por su situación los emblemas de los Marqueses de Aguilar, que se pueden encontrar en sus antiguos palacios y en la Colegiata de San Miguel Arcángel, en la plaza España de la villa.
La mayoría data de los siglos XVI y XVII, el más moderno es de 1794 y se encuentra en la calle del Puente en la antigua casa que el Monasterio de Santa María la Real tenía en la villa. Además, hay uno muy curioso en una casa en la subida a Santa Cecilia, que llegó a Aguilar el pasado siglo y que pertenece al Gran Ducado de Luxemburgo.
Gran colección de blasones, dignos y nobles testigos en piedra a los que se podría dedicar una ruta turística.
Imágenes para @Curiosón de @José Luis Estalayo
De la sección de la autora en Curiosón"Una mirada al pasado" @MRedondo2015
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