Ermita de Santa Eulalia, Barrio de Santa María

Para Miguel Ángel García Guinea lo más espléndido de este pueblo es su Ermita de Santa Eulalia, uno de los monumentos más perfectamente concebidos del románico de la montaña palentina.

A 8 km. de Vallespinoso de Aguilar se encuentra Barrio de Santa María, pedanía de Aguilar de Campoo. La pequeña localidad dispone de casas señoriales con blasones de importantes familias, conserva el portalón de la antigua casa rectoral del siglo XVII. Su iglesia parroquial de la Asunción mantiene su ábside románico del siglo XII con algunos canecillos de cabezas sobre volutas superpuestas que parecen del maestro de la puerta de Moarves, y con pinturas murales del siglo XV. En el siglo XVI se llevó a cabo una reforma importante. Fue catalogada como Monumento Histórico-Artístico en 1992.

Este maravilloso edificio se levanta sobre una loma, que para Jesús Herrero Marcos es un ejemplo de sencillez, que en el fondo es el meollo de toda obra de arte. Considerada una de las joyas del románico de la provincia. Tiene planta de una sola nave y ábside semicircular y se aprecia el románico puro, sin añadidos posteriores. La ermita, de reducidas dimensiones, pero excelentemente proporcionada, supone uno de los hitos más notables de todo el conjunto del románico norte de Castilla y León. En su interior se conserva un conjunto de pinturas murales románicas, uno de los pocos ejemplos que se pueden ver en Palencia Monumento Histórico Artístico desde 1966, su bello ábside es uno de los más fotografiados del Románico Palentino. La construcción de esta ermita en piedra arenisca es de finales del siglo XII o principios del XIII y fue la antigua parroquia de un despoblado medieval, el campanario de la fachada oeste es del siglo XVII.

El interior de la ermita causa admiración por su perfecta concepción arquitectónica y de gran interés es la decoración que cubre el ábside en su totalidad, calificadas por algunos expertos como “una de las muestras pictóricas más interesantes del románico”. Las escenas del ábside son las mejor conservadas junto a los muros del presbiterio. Hay restos en los demás muros de la iglesia que demuestran que el templo estuvo policromado en su totalidad. En el presbiterio se encuentran varios episodios y escenas en los muros que han perdido parte de su policromía, figuras sedentes, cuadros que alternan aves y edificios, demonios que cogen las almas pecadoras y ángeles que llevan a niños en sus brazos que representan las almas de los justos, en clara referencias a escenas del Juicio Final y los castigos infernales. Estas pinturas son las mejor conservadas y de mayor interés de la ermita.

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