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Sebastián de Covarrubias, reconocido lexicógrafo y capellán de Felipe II, explica así lo de la noche toledana: “Noche que se pasa de claro en claro, sin dormir, porque los mosquitos persiguen a los forasteros, que no están prevenidos de remedios como los demás.” El humanista cacereño Gonzalo Correas, con posterioridad, lo definió como la mala noche que pasaban las mozas, esperando al hombre con el que se tenían que desposar.
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| El Alcázar de Toledo | Viajando por Castilla-La Mancha | @Curiosón |
Lo cierto es que nuestro recorrido nocturno por Toledo no tiene nada que ver con esa espera o con aquella noche trágica que relata la historia y que tuvo lugar donde hoy se levanta el Alcázar. Irene, nuestra guía en el free tour nocturno lo explicó bien: Amrus Ben Yusif, gobernador musulmán, caudillo del Califato de Córdoba, invitó a cientos de muladíes toledanos y los pasó a cuchillo luego, por sospechar que eran rebeldes a su causa. Esa es la lectura sangrienta del famoso dicho, al que se alude en muchos lugares para dar a entender que hemos pasado una mala noche, bien lejos de la noche estupenda que nosotros pasamos buscando en los entresijos de la historia. Por la tarde, todavía el sol arreando fuerte, después de detenernos ante la puerta de Bisagra, de estilo morisco, y la puerta del Sol, de estilo mudéjar, aprovechamos para visitar el Museo del Greco, único en España dedicado al pintor, que produjo en esta ciudad la mayor parte de su obra. Al lado se encuentra el Museo Sefardí, o Sinagoga del Tránsito, donde se hace un seguimiento de la cultura material a lo largo de la presencia judía en España. Para conseguir una vista cercana de la ciudad, subimos a las Torres gemelas de la iglesia de los jesuitas, desde donde se nos muestra una buena instantánea de la catedral y otros edificios de esta ciudad medieval. Después de un día pateando de arriba a abajo el casco histórico, y recogiendo de los guías pinceladas de historia, encontramos un rincón para cenar en aquel mismo entorno, frente al imponente Alcázar. Costillas a la brasa y tostas de pimientos asados, aguacate y bonito. Seguramente, mañana lo habré olvidado todo, excepto aquella noche toledana.
LA MADEJA
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino
3 comentarios:
Así es, Froilán, varias acepciones tiene esa expresión, pero parece que siempre la empleamos en sentido negativo. Y hay otras formas de contar lo que puede dar de sí una noche toledana, como tú nos cuentas en tu artículo de hoy en Diario Palentino, con esa visita a Toledo que te emocionó. Saludos.
He echado en falta, Froilán, en tu interesante visita a Toledo la mención al MUSEO DE VICTORIO MACHO en Roca Tarpeya, un museo perteneciente a LA REAL FUNDACIÓN DE TOLEDO. Supongo que habrá sido por premura de tiempo, o porque no estaba previsto en el recorrido turístico que te ofertaron.
Que un escritor palentino que visita Toledo no hable de que otro palentino, uno de los mejores escultores de España, tiene un museo en esa ciudad, en el que se encuentran sus mejores obras, me parece que le falta algo al escrito.
Queda pendiente.
Se agradece la observación. Lo contemplo y lo cito dentro de los artículos que faltan sobre esta visita y que publicaré en los próximos meses.
Un saludo, Alfonso.
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