• En las tripulaciones de los galeones encontramos a menudo la mención de algún sobresaliente. 

 

El sobresaliente “era el individuo que se embarcaba en las galeras y en otras embarcaciones de guerra, con armas para ofender a los enemigos en los abordajes, sin tener el oficio de marinero”.    Pero entre los escritos de Nuria Betanzos encuentro esta otra definición, que paso a relatarles:

“El sobresaliente: este era el listillo de la marinería. Empezaba de grumete trepa y se las apañaba para ir ganando notoriedad, no siempre con buenas artes; y solía terminar de ayudante de camarote, cuidado de la ropa, limpiabotas, pelotillero y correveidile. Así eran los sobresalientes, a mí entender. Por cierto: a los sobresalientes solían tirarlos por la borda muy a menudo. O “pasarlos por la quilla”, un remojón para que aprendieran… Las bromas, bastante crueles a veces estaban a la orden del día.
Antonio Pigafetta, joven de familia acomodada genovesa, es el sobresaliente que figura en el viaje que planeó Magallanes y que luego concluyó Juan Sebastián Elcano alrededor del mundo, cosa que no había sido así planeada. Registró en un diario todo lo acontecido en ese viaje. Había sido contratado por Magallanes. Estaba a su servicio. Una vez asesinado éste, Pigafetta ya bajo las órdenes de Elcano, casi no menciona al nuevo capitán, ni le nombra,  se adivina cierta animadversión limitándose a constatar a la llegada a Sevilla que “después de un viaje de tres años la que fue su capitana la  nave Victoria volvió a Sevilla habiendo dado la vuelta al mundo”…
Obviando de esta manera a Elcano talmente parece que la nao “Victoria” llegó a puerto gobernada por  piloto automático…
Y Urdaneta, en la expedición de Loaisa también navegó como sobresaliente  y también llevó un diario pero de 9 años…

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Imagen: Réplica de la nao Victoria en el Museo Nao Victoria de Punta Arenas (Chile).


HISTORIAS DE GALEONES
Elisa Gómez Pedraja para Curiosón, 2018