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100 estampas de Salamanca
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| Fachada de la Casa de María la Brava | Acuarela | Francisca González del Castillo |
Uno de los rincones más curiosos en Salamanca lo encontramos en la Plaza de los Bandos, donde se encuentra la Casa de Doña María la Brava, un palacio de estilo gótico, que es un gran ejemplo de las casas de la nobleza española de la segunda mitad del siglo XV. Del edificio original sólo queda la fachada, que consta de una gran puerta con arco de medio punto con grandes dovelas, sobre el que va un balcón, todo ello enmarcado por un alfiz gótico decorado con las bolas del siglo XV, típica ornamentación muy usada en la época de Isabel la Católica y decorada también con tres escudos pertenecientes a los Enríquez, los Monroy y los Maldonado.
Este edificio, si bien pequeño y recoleto, tiene una gran importancia histórica para la ciudad de Salamanca. Aunque la casa la construyeron los descendientes de María la Brava hacia 1485 en el mismo lugar, tradicionalmente se la relaciona con los trágicos sucesos que tuvieron lugar en 1465 cuando la ciudad se hallaba dividida en dos bandos enemigos de varias familias nobles que, durante décadas, se disputaron el dominio de la ciudad: el bando de San Benito y el de Santo Tomé, a este último pertenecía Doña María.
Pero, ¿cuáles son esos trágicos sucesos que originaron la guerra de los bandos salmantinos? Como si se tratara de Capuletos y Montescos en Romeo y Julieta, Salamanca tuvo su particular guerra entre familias rivales. Los bandos de San Benito y Santo Tomé estaban enfrentados a muerte, hasta tal punto que Salamanca llegó a estar dividida físicamente por la Plaza del Corrillo, una línea divisoria que era peligrosa de cruzar por cualquier miembro del bando rival.
María Rodríguez de Monroy era viuda y conocida como la Brava después del episodio que protagonizó, cuando, tras la muerte de sus dos hijos a manos de los Manzano, miembros del bando contrario, persiguió, ejecutó y decapitó a los asesinos, que habían huido a Portugal. María volvió a Salamanca para culminar su venganza depositando las cabezas de los asesinos sobre las tumbas de sus hijos. Este episodio dio origen a diversos desastres que duraron décadas, en un escenario de guerras internas que en nada beneficiaron a la ciudad, enfrentamientos que terminaron con la reconciliación que promovió San Juan de Sahagún, patrono de la ciudad, en 1476, cuando ambos bandos firmaron el Acta de la Concordia.
Actualmente la casa ha sido rehabilitada en 2008 por la entidad bancaria Unicaja para uso museístico, pero bien vale la pena pasar por allí, detenerse a contemplar su fachada y recordar su importancia para la historia de la ciudad.
CIEN ESTAMPAS DE MI TIERRA
Una idea de Paqui para Curiosón
5 comentarios:
Original y curiosa fachada de este edificio del centro salmantino con tanta historia, cuya puerta se cobija bajo un arco de medio punto con dovelas, en las que se apoya un balcón de hierro forjado y escudos heráldicos de diferentes moradores, contorneado con ornamentos góticos, que la pintora de Villoria retrata en esta acuarela con su habitual maestría.
Curiosa historia la que nos cuentas hoy, Paqui, aquí en tu sección de cada sábado de Curiosón. Y ella, venida a colación con motivo de tu acuarela sobre la famosa Casa de María la Brava que tenéis ahí en Salamanca, y que con tanto detalle nos describes en tu pintura. Ahí queda, pues, para esa particular colección de Estampas Salmantinas con las que nos vienes deleitando semana a semana. Saludos.
La casa de Maria la Brava, con la frescura de tu pincel, Paqui, parece recién construida. Nos recuerda una trágica historia para mostrarnos cómo el corazón, hecho para el amor, se puede convertir en lo peor si dejándose dominar por la cabeza, cede a que anide en su interior el odio y el rencor.
Nos llevas de paseo por la ciudad de Salamanca. Rincones con mucha historia. No solo te metes en la piel de su pasado, sino que la interpretas, la sufres cuando se libra una batalla entre dos bandos irreconciliables y lo celebras cuando el patrono de la ciudad los convence para que firmen el Acta de la Concordia en 1476,
Buena semana, Paqui. Buen verano.
Preciosa la fachada de esta casa que has retratado, con mucha maestría, en acuarela. Se aprecian claramente todos los detalles de este singular edificio.
Pero para singular la historia de Doña María y ese enfrentamiento entre bandos rivales por el dominio de la ciudad. No sé cómo todavía no se le ha ocurrido a nadie hacer una miniserie de esos eventos, porque tiene de todo, y seguro que por ahí hay alguna historia a lo Romeo y Julieta para redondearlo. Si lo que hizo esa mujer hubiera sucedido en otro país, Tarantino ya hubiera hecho una película, porque esa escena es totalmente tarantinesca, pero del siglo XV. Si cuando digo que ya todo está inventado es porque es así.
Gracias, Paqui, por la preciosa acuarela y por esta historia tan interesante. Besos.
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