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¿Sabías que el origen de Mencía de Lara, abadesa de San Andrés de Arroyo, ha sido objeto de diferentes interpretaciones?
Canal sostiene que Mencia era hija de don Lope Díaz de Haro, IX señor de Vizcaya
José María Canal Sánchez-Pagín en “La Casa de Haro en León y Castilla durante el siglo XII: Nuevas conclusiones” expone la que para nosotros es la teoría más acertada y que a día de hoy debe considerarse como real. Trataremos de fundamentar dicha interpretación con nuestras propias pesquisas. Canal sostiene que Mencia era hija de don Lope Díaz de Haro, IX señor de Vizcaya y de su segunda mujer doña Aldonza o Alfonsa Ruiz de Castro. Con esta interpretación se nos plantean una serie de preguntas ¿por qué Mencia se acompaña del apellido Lara, siendo una Haro? ¿Qué relación tuvo con tal ilustre familia? Es este detalle el que ha llevado a considerarla nieta de Don Rodrigo González, conde Lara, pero la realidad es diferente. Según explica Canal (Yañez, 2001: 7).
“La fundadora de San Andrés de Arroyo es hija de la condesa doña Aldonza. Cuando los diplomas tanto regios como de dicha condesa, mencionan a doña Mencia –sin apellido que la distinga de otra condesa del mismo nombre- están indicando que en la segunda mitad existió una sola condesa Mencia casada con un conde. ¿Quién fue ese conde?. Aquí viene una hipótesis: concedamos algo a la tradición y digamos que fue un miembro de la Casa de Lara, así se explicarían las calderas de la sepultura y el que ella se reconozca siempre entroncada en dicha casa. Yo pensaría en el conde Álvaro Pérez de Lara, que tuvo el gobierno o la tenencia de Asturias, de Santillana y de la Tierra de campo y que murió en el año 1173”.
Una serie de Cristina Párbole para Curiosón-©-2018Este post ha recibido +de 2020 visitas
2 comentarios:
En estos días que leo y releo tu interesante y currado libro titulado ¿Qué hay detrás del románico palentino?, me has trasmitido tu "Amor por el Románico", un arte que aprendiste de forma natural con las enseñanzas de tu abuela, cuando tenías tan solo cuatro años, y ella abría la puerta de la impresionante ermita de tu pueblo, Vallespinoso de Aguilar, y se la enseñaba a los turistas.
Con la lectura de tu libro he conocido a ilustres personajes que dieron vida a este arte universal, como Mencía la abadesa del Monasterio de San Andrés de Arroyo, Miguel, el maestro escultor que se inmortalizó en la iglesia de Revilla de Santullán, Sancha Jiménez, promotora de la iglesia de Santa María de Mave, o Juan, el maestro de Rebolledo de la Torre.
He disfrutado con tu detallado estudio de personajes y monumentos, y en particular en tu magistral lección de arte cuando explicas con entusiasmado detalle tu ermita preferida, la de su pequeño pueblo, Vallespinoso de Aguilar, “que recoge la esencia del románico palentino y está catalogada como uno de los mejores testimonios románicos de Palencia”. No podía faltar en este libro un homenaje a los custodios del románico, como tu abuela “, que se encargó toda su vida de enseñar la ermita de Santa Cecilia”, y tantos otros que disfrutaron enseñando sus iglesias y fueron los auténticos herederos de ese legado y “el alma de las piedras”.
Muchísimas gracias por tus palabras Alfonso!!!! Mi escrito recoge el trabajo de investigación de una década y es un homenaje a mi abuela y a todos aquellos que han humanizado el románico, más allá de las piedras. Me alegro ver que he conseguido contagiarte mi pasión por el románico y los sentimientos que me produce. A través de estas páginas has conocido aquellos hombres y mujeres que gestaron el románico palentino, cuya historia era de justicia contar. Muy agradecida
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