La paloma
Un pozo pintado vio,
una paloma sedienta;
se tiró a él tan violenta
que contra la tabla dio.
Del golpe al suelo cayó
y allí muere de contado.
De su apetito guiado
una paloma sedienta;
se tiró a él tan violenta
que contra la tabla dio.
Del golpe al suelo cayó
y allí muere de contado.
De su apetito guiado
por no consultar al juicio,
así vuela al precipicio
el hombre desenfrenado.
Actualización May2025 | +418👀
SOBRE ESTA BITÁCORA
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Esa fábula es muy real, el hombre (desenfrenado o no) siempre se "estrella" contra la misma piedra. suele pasar cuando vas "como loco", hay que pensar, pero... ¿quién quiere pensar en algunas ocasiones? jeje
ResponderEliminarBesotes Froi, ya me arreglaron el PC
Siempre entretienen las fábulas de Samaniego.
ResponderEliminarUn abrazo Froi.