Con la reciente expulsión de una menor que acudía a clase con hijab, en el Instituto "Camilo José Cela", de Pozuelo de Alarcón (Madrid), se reabre una polémica que no es nueva. Ya a finales de 2007, ocurre lo mismo en un colegio público de Girona, con Shaima, una niña musulmana de 8 años y se repiten otros casos similares en otros países de la Unión Europea. La Generalitat obligó a la escuela a que rectificase y permitiera la asistencia a clase de la niña con la prenda puesta, lo que parece sentar entonces un precedente, según las fuentes que publican la noticia.
La creciente inmigración en nuestro país nos ha traído numerosas culturas enriqueciendo la nuestra propia, y siempre las hemos aceptado desde el respeto y la tolerancia hacia cada una de ellas. Sin embargo, en casos como éste, el respeto no está tan presente y vetamos la libertad de expresión, recogida en el artículo XIX de los derechos humanos, cuando obligamos a la niña a despojarse de un símbolo perteneciente a su religión.
Mirando desde otro punto de vista, nos encontramos ante una familia que decide cambiarse de país aceptando así lo que esto conlleva: Emigrar a un país en el que se practica otra religión y otras costumbres no requiere que tu debas cambiar las tuyas ni tus creencias, pero para adaptarte a ese entorno debes acatar las nuevas normas y obligaciones como un ciudadano más; y llevando esto al caso, requiere que el colegio mantenga la normativa que tenía desde un principio, sin excepciones, ya que si permiten a la niña llevar el velo, también deberían permitir a todos los alumnos vestir, por ejemplo, una gorra.
Pero, ¿es lo mismo un velo que simboliza una creencia, que una gorra que es un elemento innecesario? Sin embargo, inevitablemente, ese velo nos produce rechazo. Las mujeres musulmanas lo aceptan y lo ven normal porque así lo han aprendido y así lo han vivido. Pero aquí no hemos recibido la misma educación. Y es duro tener que aceptar un símbolo que para nosotros va en contra de la igualdad.
En conclusión, no es fácil posicionarse. Ante todo sabemos que debemos respetar las diferentes culturas pero es difícil hacerlo cuando ciertas costumbres simbolizan creencias incompatibles con las nuestras.
Amaia de Lózar | 1º Bachiller
Fuentes consultadas:
Europa Press
El País
Religión en libertad
Diario de Navarra
Imagen:
El polvorín
6 comentarios:
Difícil cuestión esta. Yo antes de presionar a los particulares con estos asuntos arreglaría las cuestiones de la Admón. Por ejemplo, los funerales de estado, las juras ante la Biblia, los capellanes castrenses, las procesiones con militares, el concordato, etc.
Cuando la Admón. haya resuelto todos sus asuntos pendientes tendrá autoridad moral para pedir cuentas a los particulares. Mientras tanto, no.
Aquí tampoco nos ponemos de acuerdo. Uno tiende a mirar lo que hacen ellos en sus países y cómo debes amoldarte a sus costumbres si allí emigras, pero creo que, como bien creo entenderte, tampoco es el problema nacional por excelencia como ahora quieren trasladarnos. Y entiendo también que hay muchas otras cosas que requieren primordial atención en estos momentos.
Bravo por Amaia. Aunque preferiría que prefiriese "tomar partido" u "opinar", a "posicionarse".
No es fácil, desde luego. Francisco apunta a la hipocresía que que cercena el punto de partida de toda decisión que se tome desde arriba. Como dije en otra parte, muchos se rasgan las vestiduras y se dan democráticos y huecos golpes de pecho ante casos como los referidos, mientras que a sus hijos les da clase una monjita o un curita con alzacuello.
Hay que garantizar la escolarización. Quizá sea el primer camino para que lo que cubre el hiyab funcione de otra manera.
No me apetece ahora entrar en disquisiciones sobre la diferencia entre velo y gorra, por ejemplo. Hay razones de índole práctica que pueden justifican no permitir uno y otra.
Ahora bien, me parece que se simplifica bastante con el hecho de apelar a la libertad de expresión cuando no queda claro si quien se expresa sabe lo que aquélla necesita para ser tal: libre.
Juan Carlos, seguramente que agradece este detalle tuyo, aunque como dices no tome partido. Le comentaré hoy cuando venga para que nos hable de lo que dio de sí la exposición en clase.
yo pienso lo mismo adoro el islam ademas tengo amigas musulmanas en el colegio son las primeras en todo y respetan a la jente y son muy educadas
dicen que asi no se les valora por su fisico,¿ y no se pueden resaltar a la vista otras cosas?.elegancia, clase estilo , o ya puestos vestirse con gafas y pinta de empollona para resaltar su inteligencia.aunque si no lo han pensado, no creo que puedan hacer lo ultimo, y no me vale la excusa de muchas somos instruidas, tener estudios a menudo no significa ser inteligente.
Publicar un comentario