Un vehículo estacionado sabe que no necesita utilizar energía. Sabe también que deberá emplear mayor cantidad de la misma a los efectos de poner en marcha el motor, que la que requiera para encender los faros. Sabe exactamente de qué manera repartir el uso de su energía y cómo acumularla para contar siempre con la necesaria a la hora de ser usada.
Comparando, nosotros invertimos energía sin ningún tipo de control. Nos movemos de manera automática, manejados por impulsos que nos llevan a gastar demasiadas energías en situaciones irrelevantes. Ello nos ocasiona la falta de las mismas cuando nos encontramos frente a situaciones en las que realmente las necesitamos.
Por ejemplo, cuántas veces nos vemos involucrados en interminables discusiones que no nos llevan a ningún lugar ni traen beneficio alguno a ninguna de las partes participantes. Pero sin advertirlo quedamos atrapados en una especie de inconsciente necesidad de “convencer”, movidos por nuestro ego.
"Siempre dispondremos de la posibilidad de ofrecer nuestra opinión. Pero debemos saber respetar la de los demás, de manera tal que a la vez que expresemos respeto hacia otras opiniones estaremos reservando importantes cantidades de nuestra energía para ser utilizada en los casos de verdadera necesidad”.
* Miembro de Escritores Club (Agrupación de Escritores Independientes de Habla Hispana).
* Asesor de la Academia Filosófica Hebrea "Sinaí".
Reflexiones para Curiosón de Rudy Spillman
3 comentarios:
Cuanta razón Alfonso...!! Necesitamos mucho mas autocontrol y empatía hacia los demás. Generalmente nuestro tono de respuesta depende del tono de nuestro interlocutor. Si nos hablan enfadados respondemos enfadados...si nos hablan sosegados respondemos sosegados, si esbozamos una sonnrisa, es la mejor arma...Cambiemos nuestro "tono" y todo resultará mucho mas agradable para todos. Como se suele decir, cuenta en una situación de estrés, "cuenta hasta diez" antes de responder, que no salte nuestro "piloto automático" con una explosión de energía negativa e innecesaria.
Precisamente en eso reside la grandeza del ser humano, no creo que sea automatismo, está lleno de energía para soltar en cualquier ocasión, tenemos libre albedrío para decidir cómo, cuándo y dónde emplearla. Un coche está programado, no "sabe", está hecho para responder automáticamente a una orden del ser humano, que es libre, y por tanto no tiene capacidad alguna de decisión, ni para pensar, ni para decidir. El ser humano también actúa por impulsos, no como los coches, pero eso precisamente también forma parte de nosotros, tiene capacidad de alegrarse, de entristecerse, enfadarse y capacidad de decidir.Hay situaciones extremas que nos abruman, tanto personales como colectivas, pero siempre hemos demostrado a través de la historia, y de nuestra historia personal saber reaccionar y levantamos de las malas y buenas experiencias. Esta es mi opinión.
Paqui Glez del Castillo
También creo que somos pura energía y que nos desperdiciamos. Intento aprender a callar y a dejar ir, en lo posible.
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